martes, 5 de agosto de 2008

Cap 30 - Irresistible

HABÍA MUCHO PARA PENSAR.
¿Cómo iba a encontrar un tiempo a solas para perseguir a J. Jenks? Y ¿Por qué quería Alice que supiera algo de él?
Si la pista de Alice no tenía nada que ver con Renesmeé, ¿qué podía hacer yo para salvar a mi hija?
¿Cómo íbamos a explicar Edward y yo sobre esto a la familia de Tanya en la mañana? ¿Qué pasaría si ellos reaccionaban como Irina? ¿Qué pasaría si todo eso se convertía en una pelea?
No sabía cómo pelear. ¿Cómo iría a aprender en tan sólo un mes? ¿Había alguna posibilidad de que pudiera aprender demasiado rápido para que llegara ser un peligro para algún miembro de los Volturi? ¿O estaba condenada a ser totalmente inútil? Como una recién nacida que fuera despachada.
Tantas respuestas que necesitaba, pero sin oportunidad de formular mis preguntas.
Esperando alguna normalidad por parte de Renesmeé, yo había insistido en llevarla a nuestra casa de campo a la hora de dormir. Jacob estaba más cómodo en su forma de lobo en ese momento; la tensión era más fácil de tratar cuando él se sentía listo para pelear. Deseaba sentirme igual, podía sentirlo. Corrió en el bosque, de nuevo en guardia.
Después que quedó profundamente dormida, puse a Renesmeé en su cama y luego fui al cuarto de enfrente a hacerle mis preguntas a Edward. Las que yo era capaz de preguntar, al menos; uno de los problemas más difíciles fue la idea de tratar de esconderle algunas cosas, incluso con la ventaja que no podía leer mis pensamientos.
Él se mantuvo dándome la espalda, mirando fijamente al fuego.
“Edward, yo-“
Giró y cruzó la habitación en lo que pareció no haber transcurrido una sola milésima de segundo, yo sólo tenía tiempo para registrar la feroz expresión en su rostro antes que sus labios aplastaran los míos y sus brazos me encerraran como vigas de acero.
No volví a pensar en mis preguntas en lo que quedaba de la noche. No me tomó mucho tiempo asentir la razón de su humor, y me tomó incluso menos sentirme exactamente igual.
Había estado planeando los años que me tomaría ordenar algo de la pasión que sentía por su físico. Y siglos después para disfrutarlo. Si nos quedara sólo un mes más juntos… Bueno, no vi cómo podría esperar este final. Por el momento no podía evitar ser egoísta. Todo lo que quería era amarlo tanto cómo pudiera en el límite de tiempo que tenía.
Fue difícil apartar mi cuerpo del suyo cuando el sol salió, pero teníamos un trabajo que hacer, un trabajo que sería incluso más difícil que los de toda la familia juntos. Tan pronto como me permití pensar en lo que nos esperaba, estaba tensionada; sentí como si mis nervios se estiraran más y más.
“Ojalá haya una manera de que Eleazar no de toda la información que necesitamos antes de decirles sobre Nessie,” Edward refunfuñó cuando apresuradamente nos vestimos en el enorme armario que hizo que me acordara de Alice en ese momento. “Sólo por si acaso”.
“Pero él no va entender la pregunta como para responderla”, agregué, “¿piensas que nos dejarán explicarles?”
“No lo sé”
Levanté a Renesmeé de su cama, todavía dormida, y la sostuve de modo que al final sus rizos estuvieron presionados contra mi rostro; su olor dulce, tan cerca, superó cualquier otro olor.
No podía desperdiciar un solo segundo de ese día. Había respuestas que necesitaba, y no sabía cuanto tiempo tendríamos Edward y yo para estar a solas. Si todo iba bien con la familia de Tanya, había esperanza en que tendríamos compañía por un periodo extenso.
“Edward, ¿me enseñarás cómo pelear?” le pregunté, tensa frente a su reacción mientras él sostenía la puerta para mí.
Era como esperaba. Se congeló, y luego sus ojos me barrieron con una profunda y significante mirada, como si me mirara por primera vez o por última vez. Sus ojos se detuvieron en nuestra hija dormida en mis brazos.
“Si se convierte en una pelea, no habrá mucho que podamos hacer,” marcó.
Pero continué hablando. “¿No me dejarás defenderme?”
Él ingirió convulsivamente, y la puerta se estremeció, protestando, con su mano apretada. Entonces asintió con la cabeza. “Cuando lo pones de esa manera… supongo que ponernos a trabajar tan pronto como podamos.”
Asentí también, y comenzamos a caminar hacia la casa grande. No teníamos prisa.
Me preguntaba que podría hacer que pudiera marcar alguna diferencia. Era un poquito especial, a mi manera- si el tener un cráneo grueso raro realmente podría considerarse como algo especial. ¿Había algún uso que le pudiera dar?
“¿Cuál es su mayor ventaja? ¿Tienen alguna debilidad?”
Edward no tuvo que preguntar para saber que me refería a los Volturi.
“Alec y Jane son sus grandes armas de ataque,” dijo sin emoción, como si estuviéramos hablando de un equipo de basketball. “Sus defensas rara vez ven algo de acción”.
“Porque Jane puede quemarte donde estés-al menos mentalmente. ¿Qué hace Alec? ¿No dijiste una vez que él era incluso más peligroso que Jane?”
“Sí, en cierto sentido, él es el antídoto de Jane. Ella te hace sentir el peor dolor que puedas imaginar. Alec, por otro lado, te hace sentir nada. Absolutamente nada. Algunas veces, cuando los Volturi se compadecen, hacen que Alec anestesie a alguien antes que sea ejecutado. Si el acusado se rindió o les imploró de alguna manera”.
“¿Anestesia? ¿Pero cómo puede ser eso más peligroso que Jane?”
“Porque corta todos tus sentidos juntos. No hay dolor, pero tampoco vista o sentido del oír u oler. Privación sensorial total. Estás completamente solo en la oscuridad. Ni siquiera sientes cuando te están quemando.”
Temblé. ¿Era eso lo mejor que podíamos esperar? ¿No ver o sentir la muerte cuando llegara?
“Eso sólo lo haría igual a de peligroso que Jane.” Edward continuó con la voz distante, “en eso, los dos pueden incapacitarte, haciéndote un blanco más fácil. La diferencia entre ellos es como la diferencia entre Aro y yo. Aro escucha la mente de una persona a la vez. Jane solo puede un objeto a la vez. Yo puedo oír a todos al mismo tiempo.”
Me sentí helada al ver a donde se dirigía. “¿y Alec puede incapacitarnos a todos al mismo tiempo?” susurré.
“Sí,” dijo. “si él usa su habilidad contra nosotros, todos estaremos parados, ciegos y sordos hasta que ellos se acerquen para matarnos-quizá simplemente nos quemen sin molestarse en separarnos primero. Oh, podríamos intentar luchar, pero sería más probable que nos hiriéramos a nosotros mismo que herir a uno de ellos.”
Caminamos en silencio por unos segundos.
Una idea se formaba en mi mente. No muy prometedora, pero mejor que nada.
¿“Crees que Alec es un buen luchador?” pregunté. “a parte de lo que puede hacer, digo. Si tuviera que pelear sin su habilidad. Me pregunto si alguna vez lo habrá intentado…”
Edward me miró bruscamente. “¿En qué estás pensando?”
Miré fijo hacia delante. “bueno, probablemente él no podrá hacérmelo a mi, ¿no? Si lo que hace es como Aro y Jane y tú. Quizá…si nunca antes se haya defendido… he aprendido algunos trucos-“
“Él ha estado con los Volturi por siglos,” Edward me cortó las palabras, su voz sonó abruptamente en pánico. Probablemente estuviera viendo la misma imagen que yo veía en la mía: los Culles como indefensos pilares en el lugar de la masacre-todos menos yo. Sería la única podría luchar. “Sí, es cierto, eres inmune a su poder, pero eres todavía una neófita, Bella. No puedo hacerte tan fuerte como un luchador en pocas semanas. Estoy seguro que ha tenido entrenamiento.”
“Quizá, quizá no. Es lo único que puedo hacer que otra persona no puede. Incluso si pudiera sólo distraerlo por un momento- “ Podría durar lo suficiente para como para darles una oportunidad?
“Por favor, Bella”, Edward dijo a través de sus dientes. “No hablemos de esto”.
“Sé razonable”
“Trataré de enseñarte lo que pueda, pero por favor no me hagas pensar en ti sacrificándote a ti misma como una diversión-“ se calló sin terminar la frase.
Asentí. Entonces me quedaría con mis planes para mi misma. Primero Alec y luego, si era lo milagrosamente suertuda para ganar, Jane. Si tan solo pudiera-remover esos ataques que los aventajaban. Quizá entonces habría una oportunidad…
Mi mente siguió hacia delante. ¿Qué si yo era capaz de distraerlos o incluso acabarlos? Honestamente, ¿por qué Jane o Alec hubieran necesitado aprender trucos de batalla? No podía imaginar a la irritante pequeña Jane rindiéndose frente a su ventaja, ni para aprender.
Yo era capaz de matarlos. Que diferencia que haría.
“Tengo que aprender todo. Tanto como pueda entrar en mi cabeza en el siguiente mes,” murmuré.
Él hizo como si no hubiera hablado.
Entonces, ¿quién sería el siguiente? Debía tener mi planes en orden entonces, si sobrevivía atacando a Alec, no vacilaría en mi jugada. Traté de pensar en otra situación donde mi grueso cráneo me daría alguna ventaja. No sabía mucho de lo que los otros hacían. Obviamente, luchadores como Felix, tan grandes, estarían detrás de mí. Sólo podría tratar de darle a Emmett su pelea justa ahí. No sabía más acerca de los otros guardias de los Volturi, a demás de Demetri…
Mi cara estuvo perfectamente lisa cuando consideré a Demetri. Sin duda alguna, él sería un luchador. No habría otra manera que pudiera haber sobrevivido tanto tiempo, siempre preparado para cualquier ataque. Y seguro que siempre era el líder, ya que él era su rastreador-el mejor rastreador del mundo, sin duda. Si hubiera existido uno mejor, los Volturi lo habrían comprado. Aro no se contentaba con el segundo mejor.
Si Demetri no existiera, entonces podríamos huir. Cualquiera que quedara de nosotros, en cualquier caso. Mi hija, cálida en mis brazos…alguien podría huir con ella. Jacob o Rosalie, quienquiera que sobreviviera.
y… si Demetri no existiera, entonces Alice y Jasper estarían a salvo por siempre. ¿Era eso lo que Alice había visto? ¿Esa parte de nuestra familia podría continuar? Los dos, al final.
¿Podía envidiar eso?
“Demetri…” dije.
“Demetri es mío” dijo Edward con voz dura. Lo miré rápidamente y vi que su expresión se había tornado violenta.
“¿Por qué?” susurré.
Él no respondió al rato. Estábamos por el río cuando finalmente murmuró, “Por Alice. Es el único agradecimiento que puedo darle ahora por los últimos cincuenta años”.
Entonces sus pensamientos estuvieron en línea con los míos.
Oí las pesadas patas de Jacob cayendo con un ruido sordo en el suelo congelado. En segundos, él estaba a mi lado siguiendo mi ritmo, sus oscuros ojos fijos en Renesmeé.
Lo saludé con la cabeza una vez y luego volví a mis preguntas. Había tan poco tiempo.
“Edward, por qué crees que Alice nos dijo que le preguntáramos a Eleazar acerca de los Volturi? ¿Ha estado en Italia recientemente o que? ¿Qué podría saber él?”
“Eleazar sabe todo cuando se trata de los Volturi. Me olvidé que lo no sabías. Él era uno de ellos.”
Silbé involuntariamente. Jacob gruñó a mi costado.
“¿Qué? Exigí, en mi cabeza imaginé al moreno hermoso en nuestra boda, abrigado con una capa larga color ceniza.
El rostro de Edward era más suave ahora – sonrió un poquito. “Eleazar es una persona bien gentil. No se sentía a gusto del todo con los Volturi, pero respetó la ley y su necesidad por ser cumplida. Él sintió que se dirigía hacia un bien mayor. Él no se arrepiente de su tiempo con ellos. Pero cuando encontró a Carmen, encontró su lugar en este mundo. Ellos son personas muy similares, los dos muy compasivos por los vampiros”. Sonrió de nuevo. “Ellos conocieron a Tanya y a sus hermanas, y nunca más miraron al pasado. Ellos están bien satisfechos con ese estilo de vida. Aún si nunca hubieran encontrado a Tanya, imagino que eventualmente hubieran descubierto una manera de vivir sin sangre humana en su cuerpo.”
Las imágenes en mi cabeza no coincidían. No podía hacerlas coincidir. ¿un soldado Volturi compasivo?
Edward miró a Jacob y le respondió una pregunta silenciosa. “No, él no era uno de sus guerreros, en el sentido de la palabra. Él tenía una habilidad que la encontraron conveniente.”
Jacob seguro preguntó continuación de la pregunta tan obvia.
“Él tiene un instintivo sentido por las habilidades de los otros – una habilidad extra que algunos vampiros tienen.” Le dio Edward. “Él podía darle a Aro una idea general de cualquier habilidad de cualquier vampiro estando sólo a unos metros de él o ella. Esto fue útil cuando los Volturi fueron a batalla. Él les podía advertir si alguien de la oposición tenía algo que quizá les daría problemas. Eso era raro; esto era una verdadera habilidad y podía incomodar incluso a un Volturi por un momento. Más a menudo, la advertencia daría a Aro la posibilidad de salvar a alguien que le sería útil. La habilidad de Eleazar funciona incluso con humanos, en cierto grado. Tenía que concentrarse bastante con los humanos, ya que su latente habilidad se nublaba. Aro lo tenía para probar a la gente que quería que se les uniese, para ver si tenía potencial. Aro sintió mucho verlo partir.”
“¿Ellos lo dejaron ir?” pregunté. “¿Así de simple?”
Su sonrisa ahora era más oscura, un poco retorcida. “Los Volturi no se supone que son los villanos, la manera que tú los ves. Ellos son la fundación de nuestra paz y civilización. Cada miembro de la guardia elige servirles. Es un gran prestigio; todos están orgullosos de estar ahí, no son forzados a estar ahí.”
Fruncí el ceño a la tierra.
“Ellos son sólo alegados a ser crueles con los criminales, Bella.”
“Nosotros no somos criminales.”
Jacob resolló en acuerdo.
“Ellos no lo saben.”
“¿De verdad crees que podemos hacerlos parar y escucharnos?”
Edward vaciló por un diminuto momento y luego encogió los hombros. “Si encontramos suficientes amigos de nuestro lado. Quizá.”
Si encontramos… de repente sentí una urgencia que hace un rato no teníamos. Edward y yo comenzamos a movernos más rápido, rompiendo a correr. Jacob la captó rápidamente.
“Tanya no debe quedarse por mucho más tiempo,” dijo Edward. “Necesitamos estar preparados.”
Sin embargo, ¿cómo íbamos a estar preparados? Arreglamos y re-arreglamos, pensamos y volvimos a pensarlo. ¿Renesmeé a la vista o primero escondida? ¿Jacob en el cuarto o afuera? le diría a su paquete que se quedara cerca pero invisible. ¿Debería hacer él lo mismo?
Al final, Renesmeé, Jacob-en su forma humana-y yo esperamos en la esquina de la puerta principal en el comedor, sentados en la gran pulida mesa. Jacob me dejó sostener a Renesmeé; él quería espacio en caso que tuviera que entrar en fase rápidamente.
Pero yo estaba feliz de tenerla en mis brazos, me hizo sentir útil. Me recordó que en una pelea con vampiros maduros, no era más un blanco fácil; no necesitaba mis manos libres.
Traté de recordar a Tanya, Kate, Carmen y Eleazar en la boda. Sus rostros eran oscuros en mis vagos recuerdos. Sólo sabía que eran hermosos, dos rubias y dos morenas. No podía recordar si había algo de bondad en sus ojos.
Edward se inclinó inmóvil contra la pared trasera, mirando fijamente la puerta principal. No parecía que estuviera mirando el cuarto en frente de él.
Escuchamos los carros pasar el la autopista, ninguno iba lento.
Renesmeé se acomodó en mi cuello, sus manos contra mis mejillas pero no había imágenes en mi cabeza. Ella no tenía imágenes para sus sentimientos ahora.
“¿Qué pasará si no les gusto?” susurró, y todos nuestros ojos se dirigieron hacia su rostro.
“Claro que lo-“ Jacob comenzó a decir, pero lo callé con una mirada.
“Ellos no te entienden, Renesmeé, porque ellos nunca han conocido a alguien como tú”, le dije, no esperaba mentirle con promesas que quizá no se cumplirían. “Hacerlos entender es el problema.”
Ella suspiró, y en mi cabeza pasaron imágenes de todos nosotros en un estallido rápido. Vampiro, humano, hombre lobo. Ella no encajaba.
“Eres especial, eso no es malo.”
Ella sacudió su cabeza en desacuerdo, ella pensó en nuestros estirados rostros y dijo, “Esto es mi culpa”.
“No”, Jacob, Edward y yo dijimos exactamente al mismo tiempo, pero antes que pudiéramos argumentar algo más, escuchamos el sonido que estábamos esperando; la desaceleración de un motor en la autopista sin peaje, los neumáticos moviéndose de pavimento a una suave suciedad.
Edward se lanzó a la esquina esperando en la puerta. “Renesmeé se escondió en mi cabello. Jacob y yo nos miramos a través de la mesa, desesperación en nuestros rostros.
El carro se movió rápidamente a través del bosque, más rápido de lo que Charlie o Sue manejaran. Escuchamos como avanzaban hacia el prado y pararon frente al porche principal. Cuatro puertas fueron abiertas y cerradas. No hablaron mientras se aproximaban a la puerta. Edward la abrió antes que pudieran tocar.
“¡Edward!” una entusiasmada voz dijo.
“Hola, Tanya. Kate, Eleazar, Carmen.”
Tres murmuros diciendo hola.
“Carlisle dijo que necesitaba hablar con nosotros urgente,” dijo la primera voz, Tanya. Los podía oír incluso si seguían afuera. Me imaginé a Edward en el pasadizo de la puerta, bloqueando su paso. “¿Cuál es el problema? ¿riñas con los hombres lobo?”
Jacob volteó sus ojos.
“No”, dijo Edward. “Nuestra alianza con los hombres lobo es más fuerte que antes.”
Una mujer se rió entre dientes.
“¿No nos vas a invitar a pasar?” Tanya preguntó. Y luego ella continuó sin esperar una respuesta. “¿Dónde está Carlisle?”
“Carlisle se tuvo que ir.”
Hubo un corto silencio.
“¿Qué pasa Edward?” exigió Tanya.
“Si me podrían dar el beneficio de la duda por sólo unos minutos,” él respondió. “Tengo algo que explicarles y es muy dificultoso, y necesito que estén con su mente abierta hasta que entiendan.”
“¿Carlisle está bien?” una voz masculina pregunto ansiosa. Eleazar.
“Ninguno de nosotros está bien, Eleazar,” dijo Edward, y luego acarició algo, quizá el hombro de Eleazar. “Pero físicamente, Carlisle está bien.”
“¿Físicamente?” Tanya preguntó cortante. “¿Qué quieres decir?”
“Quiero decir que mi familia entera esta en grave peligro. Pero antes de explicarles, les pedí su palabra. Escuchen todo lo que tengo que decir antes que reaccionen. Les pido que me escuchen.”
Un largo silencio respondió a su petición. Por ese silencio, Jacob y yo nos miramos mudamente el uno al otro. Sus labios rojizos palidecieron.
“Estamos escuchando,” finalmente dijo Tanya. “Escucharemos todo antes de juzgar”.
“Gracias, Tanya,” dijo fervientemente Edward. “No los implicaríamos en eso si tuviéramos otra opción.”
Edward se movió. Escuchamos cuatro pasos diferentes caminando a través de la puerta.
Alguien olfateó. “Sabía que esos hombres lobo estarían implicados”, musitó Tanya.
“Sí, y están de nuestro lado. De nuevo.”
El recordatorio silenció a Tanya.
“¿Dónde está Bella?” una las otras voces femeninas preguntó. “¿Cómo está?”
“Se nos unirá en un momento. Ella está bien, gracias. Ella está tomando la inmortalidad con una delicadeza asombrosa.”
“Dinos sobre el peligro, Edward,” dijo Tanya despacio. “Escucharemos, y estaremos de tu lado, donde pertenecemos.”
Edward tomó un profundo respiro. “Me gustaría que atestiguaran por ustedes mismos primero. Escuchen-en el otro cuarto. ¿Qué oyen?”
Todo estaba tranquilo, y de repente hubo movimiento.
“Sólo escuchen primero, por favor,” dijo Edward.
“Asumo un hombre lobo, puedo oír su corazón,” dijo Tanya.
“¿Qué más?” preguntó Edward.
Hubo una pausa.
“¿Qué es ese rasgueo?” Kate o Carmen preguntaron. “¿Es eso…algún tipo de pájaro?”
“No, pero recuerden lo que están oyendo. Ahora, ¿qué huelen? A demás del hombre lobo.”
“¿Hay un humano ahí?” susurró Eleazar.
“No,” dijo Tanya en desacuerdo. “No es un humano… pero… más cerca a un humano que el resto de los olores aquí. ¿Qué es eso, Edward? No creo que haya olido esa fragancia anteriormente.”
“De seguro no lo has hecho, Tanya. Por favor, por favor recuerden que es algo totalmente nuevo para ustedes. Tiren sus ideas preconcebidas.”
“Te prometo que voy a escuchar, Edward.”
“Bien, entonces. ¿Bella? Trae a Renesmeé, por favor.”
Sentí mis piernas extrañamente adormecidas, pero sabía que ese sentimiento estaba sólo en mi cabeza. Me obligué a no contenerme, no quedarme estática, cuando me paré y anduve a pasos cortos a la esquina. El calor del cuerpo de Jacob ardió cerca de mí al momento que seguía mis pasos.
Di un paso en el cuarto más grande y entonces me congelé, incapaz de forzarme a mi misma a avanzar. Renesmeé tomó un profundo aliento y luego se asomó de dentro mi cabello. Sus pequeños hombros tensos, esperando el rechazo.
Pensé que estaba preparada para su reacción. Para acusaciones, para gritos, para la inmovilidad de una profunda tensión.
Tanya retrocedió cuatro pasos, sus rizos de fresa temblaron, como un humano confrontado por una serpiente venenosa. Kate saltó hacia atrás todo el camino hacia la puerta principal y se mantuvo contra la pared allí. Un siseo sobresaltado salió de sus dientes apretados. Eleazar se lanzó en frente de Carmen protegiéndola.
“Oh por favor” escuché a Jacob decir bajo su aliento.
Edward nos rodeó con sus brazos. “Prometieron que escucharían.” Les recordó.
“¡Algunas cosas pueden ser escuchadas!” exclamó Tanya. “¿Cómo pudiste, Edward? ¿Sabes lo que esto significa?”
“Tenemos que salir de aquí.” Dijo ansiosamente Kate, con su mano en la manija de la puerta.
“Edward…” Eleazar parecía hablar más allá de las palabras.
“Esperen,” dijo Edward, su voz era más dura ahora. “Recuerden lo que escucharon, recuerden lo que oyeron, Renesmeé no es loe que ustedes piensan”.
“Esta regla no tiene excepciones, Edward,” Tanya se tiró para atrás.
“Tanya,” dijo Edward cortante, “¡puedes oír sus latidos! Para y piensa en lo que significa.”
“¿Sus latidos?” susurró Carmen, mirando fijamente por encima del hombro de Eleazar.
“Ella no es una niña completamente vampiro,” respondió Edward, dirigiendo su atención hacia la hostil expresión de Carmen. “Ella es mitad humana.”
Los cuatro vampiros lo miraron fijamente como si estuviera hablando una lengua que ninguno de ellos entendía.
“Escúchame”. La voz de Edward cambió a un tono aterciopelado de persuasión. “Renesmeé es única. Soy su padre. No su creador – su padre biológico.”
La cabeza de Tanya estaba temblando con un pequeño movimiento. No estaba conciente de eso.
“Edward, no puedes esperar que nosotros-“, empezó Eleazar.
“Dime otra explicación que encaje entonces, Eleazar. Puedes sentir la calentura de su cuerpo en el aire. Sangre corriendo por sus venas, Eleazar. Puedes olerlo.”
“¿Cómo?” Kate tomó un aliento.
“Bella es su madre biológica,” le dijo Edward. “Ella concibió, cargó y dio a luz a Renesmeé mientras todavía era humana. Casi la mata. Me vi presionado a poner suficiente veneno en su corazón para poder salvarla,”
“Nunca había escuchado algo así.” Dijo Eleazar. Sus hombros todavía estaban rígidos, su expresión se mantenía helada.
“Relaciones físicas entre vampiros y humanos no son comunes,” dijo Edward, con un poco de humor oscuro en el tono de su voz. “Humanos sobrevivientes a esa clase de contacto son incluso menos comunes. ¿Estamos de acuerdo, primos?”
Tanya y Kate le fruncieron el ceño.
“Vamos, Eleazar. Estoy seguro de que ves el parecido.”
Era Carmen la que ahora respondió a las palabras de Edward. Ella avanzó rodeando a Eleazar, ignorando su advertencia media-articulada, y caminó con cuidado hasta estar en frente de mí. Bajó la mirada despacio, mirando cuidadosamente al rostro de Renesmeé.
“Parece que tienes los ojos de madre,” dijo bajo y con una voz calmada, “pero el rostro de tu padre.” Y luego, como si no pudiera contenerse, sonrió a Renesmeé.
La sonrisa en respuesta de Renesmeé era de asombro. Tocó mi rostro sin apartar la mirada de Carmen. Se imaginó tocando el rostro de Carmen, preguntándose si sería correcto.
“¿Les importaría si Renesmeé les cuenta algo de ella?” le pregunté a Carmen. Yo estaba todavía demasiado tensionada para hablar susurrando. “Ella tiene un don para explicar las cosas.”
Carmen todavía le sonreía a Renesmeé. “¿Hablarías, pequeñita?”
“Sí,” respondió Renesmeé en su soprano bien alto. Todos los de la familia de Tanya se estremecieron al escuchar su voz, todos menos Carmen. “Pero puedo enseñarles más de lo puedo contarles.”
Ella posó su pequeña mano en la mejilla de Carmen.
Carmen se paralizó como si electricidad estuviera pasando por su cuerpo. En un instante, Eleazar estaba a su lado, con sus manos en los hombros de Carmen, tratando de apartarla.
“Espera,” dijo Carmen jadeante, con sus ojos clavados en los de Renesmeé, sin ni siquiera parpadear.
Renesmeé “mostró” a Carmen su explicación por un buen tiempo. La expresión de Edward era intensa mientras la miraba con Carmen, y yo deseé tanto poder escuchar lo que él escuchaba. Jacob se movió impaciente atrás de mí, y supe que él estaba deseando lo mismo.
“¿Qué le está enseñando Nessie?” gruño bajo su respiración.
“Todo,” dijo Edward murmurando.
Otro minuto pasó, y Renesmeé dejó caer su mano del rostro de Carmen. Puso una sonrisa ganadora al vampiro atontado.
“¿De verdad es su hija, no?” Carmen jadeó, cambiando su mirada de ojos topacios al rostro de Edward. “¡Un don tan vívido! Sólo podría haber venido de un padre con un gran don.”
“¿Creíste en lo que te mostró?” preguntó Edward con una intensa expresión.
“Sin duda alguna”, dijo Carmen.
El rostro de Eleazar estaba rígido por la angustia. “¡Carmen!”
Carmen tomó su mano y la apretó. “Aunque no lo creas, Edward nos ha dicho nada más que la verdad. Deja que la niña te lo enseñe.”
Carmen dio un codazo a Eleazar y lo acercó a mí y a Renesmeé. “Enséñale, mi querida.”
Renesmeé puso un gran sonrisa, claramente deleitada con la aceptación de Carmen, y tocó la frente de Eleazar.”
“¡Ay caray!” dijo y se apartó de ella.
“¿Qué te hizo?” exigió Tanya, acercándose sigilosamente. Kate se arrastró más adelante también.
“Sólo está tratando de mostrar su versión de la historia,” Carmen le dijo calmadamente.
Renesmeé frunció el ceño impaciente. “Mire, por favor,” exigió a Eleazar. Ella aproximó su mano a unas pulgadas de su rostro, y espero.
Eleazar la miró con recelo y luego miró a Carmen por ayuda. Ella asintió valientemente. Eleazar tomó un respiro profundo y se acercó hasta que su frente la tocó de nuevo.
Él se estremeció esta vez pero continuó, sus ojos se cerraron para concentrarse mejor.
“Ahh,” suspiró cuando sus ojos volvieron a abrirse unos minutos más tarde. “Ya lo veo.”
Renesmeé le sonrió. Él musitó y luego le sonrió sigilosamente en respuesta.
“¿Eleazar?” preguntó Tanya.
“Es cierto Tanya, todo es verdad. Ella no es una niña inmortal. Es mitad humana. Ven. Mira por ti misma.”
En silencio, Tanya tomó su turno parándose cautelosamente a mi costado, y luego llegó Kate, las dos asombradas cuando la primera imagen llegó a sus cabezas cuando Renesmeé las tocó. Pero luego, igual que Carmen y Eleazar, ellas se vieron completamente persuadidas tan pronto como terminaron.
Eché un vistazo a la cara lisa de Edward, preguntándome si en realidad había sido tan fácil. Sus ojos de oro estaban claros, sin sombras. No había engaños entonces.
“Gracias por escuchar,” dijo tranquilo.
“Pero ahí está el gran peligro que nos advertiste,” dijo Tanya. “No directamente desde la niña, puedo verlo, pero seguramente de los Volturi. ¿Cuándo se dieron cuenta de ella? ¿Cuándo van a venir?”
No me sorprendí de su rápido entendimiento. Después de todo, ¿Cuál sería una posible amenaza para una familia tan fuerte como la mía? Sólo los Volturi.
“Cuando Bella vio a Irina ese día en las montañas,” explicó Edward, “Ella llevaba a Renesmeé”.
Kate siseó. Sus ojos se estrecharon, “¿Irina hizo esto? ¿A ti? ¿A Carlisle? ¿Irina?”
“No”, susurró Tanya. “Alguien más…”
“Alice la vio ir a ellos,” dijo Edward. Me pregunté si los otros notaron la manera que se estremeció al pronunciar el nombre de Alice.
“¿Cómo pudo haberlo hecho?” Eleazar soltó la pregunta al aire.
“Imaginen si hubieran visto a Renesmeé sólo desde cierta distancia. Si no hubieran esperado nuestra explicación.”
Los ojos de Tanya se apretaron. “No importa lo que haya pensado… ustedes son nuestra familia”.
“Ya no hay nada que podamos hacer sobre la decisión de Irina. Es demasiado tarde. Alice nos dio un mes.”
Tanto la cabeza de Tanya como la de Eleazar se amartillaron a un lado. Kate arrugó la ceja.
“¿Tanto tiempo?” preguntó Eleazar.
“Todos están viniendo. Debemos estar preparados.”
Eleazar jadeó. “¿La guardia entera?”
“No sólo la guardia,” dijo Edward, con la mandíbula apretada. “Aro, Caius, Marcus. Incluso las esposas.”
El asombró se posó en todos las miradas.
“Imposible,” dijo Eleazar vacíamente.
“Hubiera dicho lo mismo hace dos días.”
Eleazar frunció el ceño y cuando habló casi estaba gruñendo. “Pero eso no tiene sentido. ¿Por qué pondrían en peligro sus vidas y a sus esposas?”
“No tiene sentido desde ese ángulo. Alice dijo que es más que un simple castigo por lo que ellos creen que hemos hecho. Ella pensó que ustedes podrían ayudarnos.”
“¿Más que un simple castigo? ¿Pero qué más hay?” Eleazar comenzó a andar a paso majestuoso hacia la puerta y volviendo, como si estuviera solo en el cuarto. Arrugó sus cejas mirando fijamente al piso.
“¿Donde están los demás, Edward? ¿Carlisle y Alice y el resto?” preguntó Tanya.
La vacilación de Edward apenas se notaba. Respondió sólo una parte de su pregunta. “Buscando a más amigos que puedan ayudarnos.”
Tanya se inclinó hacia él, poniendo sus manos delante. “Edward, no importa cuántos amigos logren juntar, no podemos ayudarte a ganar. Lo único que podemos hacer es morir contigo. Deberías saber eso. Por supuesto, quizá nosotros cuatro merecemos esto después de lo que Irina hizo, después de cómo te fallamos en el pasado-en ese tiempo por su propio bien.”
Edward sacudió su cabeza rápidamente. “No les estamos pidiendo que peleen y mueran con nosotros, Tanya. Sabes que Carlisle nunca les pediría algo así.”
“¿Entonces qué, Edward?”
“Sólo buscamos testigos. Si podemos detenerlos, sólo por un momento. Si nos dejaran explicarles…” tocó la mejilla de Renesmeé; ella agarró su mano y la apretó contra su piel. “Es difícil dudar de nuestra historia cuando se la ve por uno mismo.”
Tanya asintió lentamente. “¿Creen que su pasado les va importar?”
“Sólo cuando eso presagia su futuro. El punto de la restricción era protegernos de alguna exposición, por los excesos de los niños que no se pueden domar.”
“Yo no soy peligrosa, para nada,” interpuso Renesmeé. Escuché su voz aguda y clara con nuevos oídos, imaginando cómo sonaría a los otros. “Nunca herí al abuelo o a Sue o a Billy. Amo a los humanos. Y a los hombres lobo como mi Jacob.” Ella dejó caer la mano de Edward y acarició el brazo de Jacob.
Tanya y Kate intercambiaron miradas.
“Si Irina no hubiera venido tan pronto,” musitó Edward, “podíamos haber evitado todo esto. Renesmeé crece de una manera sin precedentes. Mientras pasó un mes, ella ganó el desarrollo de la mitad de un año.”
“Bueno, eso es algo que lo que seguramente podemos ser testigos,” Carmen dijo en un tono decidido. “Seremos capaces de prometer que hemos visto su madurez por nosotros mismos. ¿Cómo los Volturi podrían ignorar tal evidencia?”
Eleazar musitó, “¿Cómo, en efecto?” pero no levantó la mirada, sino continuó caminado como si no estuviera prestando la más mínima atención.
“Si, podemos atestiguar por ti.” Dijo Tanya. “Y mucho ciertamente. Consideraremos lo más que podamos hacer.”
“Tanya”, protestó Edward, poniendo más atención en sus pensamientos que en sus palabras, “no esperamos que luchen con nosotros.”
“Si los Volturi no se detienen a escuchar a nuestros testigos, no podemos quedarnos simplemente parados.” Insistió Tanya. “Claro, sólo hablo por mi misma.”
Kate resopló. “¿De verdad dudas tanto de mí, hermana?”
Tanya le sonrió extensamente. “Es una misión suicida, después de todo.”
Kate le devolvió la sonrisa y luego se encogió de hombros despreocupadamente. “Me uno”.
“Yo, también, haré todo lo posible para proteger a la niña,” agregó Carmen. Luego, como si no pudiera resistirse, estiró sus brazos hacia Renesmeé. “¿Puedo cargarte, bebé linda?”
Renesmeé se lanzó impaciente hacia Carmen, encantada con su nueva amiga. Carmen la sostuvo muy cerca de ella, murmurándole en español.
Fue lo mismo que pasó con Charlie, y con los Cullen antes. Renesmeé era irresistible. ¿Qué había en ella que hacía que los otros pusieran su vida en su defensa?
Por un momento pensé que quizá lo que estábamos planeando hacer sería posible. Quizá Renesmeé podría eso que era imposible y ganar a nuestros enemigos tal y como lo había hecho con nuestros amigos.
Y luego recordé que Alice nos había dejado, y mi esperanza se desvaneció tan rápido como había aparecido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

15. TIC TOC TIC TOC TIC TOC

HEY, JAKE, PENSÉ QUE DIJISTE QUE ME QUERÍAS EN EL REMOJO.
Cómo no hiciste que Leah me despertara antes de que ella se estrellara.
Porque no te necesitaba. Todavía estoy bien.
El ya estaba por la parte norte del círculo.
Algo?
No. Nada de nada.
Hiciste alguna inspección?
El llego a uno de los bordes de mi recorrido. Se dirigió a un nuevo camino.
Sí-corrí unas pocas yardas. Ya sabes, solo verificando. Si los Cullens van de casería…
Buena esa.
Seth se dirigió hacia el perímetro principal.
Era más fácil correr con él que hacer lo mismo con Leah. A pesar de que ella estaba tratando-tratando fuertemente-siempre había duda en sus pensamientos. Ella no quería estar acá. Ella no quería sentir la bondad hacía los vampiros que estaba pasando por mi cabeza. No quería lidiar con la acogedora amistad de Seth con ellos, una amistad que sólo se estaba haciendo más fuerte.

Gracioso, a pesar. Había pensado que su mayor problema iba a ser sólo yo. La comida y ropa que Esme le había enviado estaban camino abajo por el río, en este momento. Inclusive después de que había comido mi parte-no porque su olor fuese casi irresistible lejos del quemante olor de los vampiros, sino por dar un buen ejemplo de tolerancia de auto-sacrificio para Leah- ella la rechazo. El pequeño bocado que ella había tomado por la noche no había satisfecho completamente su apetito. Lo cual hacía pero su carácter. Leah odiaba comer crudo.
Tal vez deberíamos hacer un barrido al este? Sugirió Seth. Ir más allá, y ver si están ahí esperando.
Estaba pensando en eso, Acepte. Pero hagámoslo cuando estemos completamente despiertos. No quiero bajar nuestra guarda. Aunque, debemos hacerlo antes que los Cullens hagan un intento. Pronto.
Cierto.
Eso me puso a pensar.
Si los Cullens fueran capaces de salir del área inmediata a salvo. Deberían continuar. Probablemente debieron salir cuando les avisamos. Debían ser capaces de afrontar otros caminos. Y tenían amigos en el norte, verdad? Tomen a Bella y corran. Parecía una respuesta obvia a sus problemas.

Debí haber sugerido eso, pero tenía miedo de que me escucharan. Y no quería que Bella desapareciera-nunca saber si lo logro o no.

No, eso era estupido. Les diré que se vayan. No tenía sentido que se quedaran, y sería mejor- no menos doloroso, pero más saludable-para mi si Bella se iba.

Era fácil decirlo ahora cuando Bella no estaba acá, mirando emocionada cuando me veía y al mismo tiempo aferrándose a su vida.
Oh, ya le pregunte a Edgard sobre eso. Pensó Seth.
Qué?
Le pregunte por qué no se habían ido aún. Irse done Tanya o algún otro lado. Algún lado muy lejos para que Sam fuera por ellos.

Tenía que recordar que justamente ahora había decidido dar a los Cullens el mismo aviso. Eso era mejor. Entonces no tenía que estar molesto con Seth por tomar la tarea en sus manos. No completamente molesto.
Entonces qué dijo? Están esperando una ventana?
No. No se van.
Y eso no debió sonar como una buena noticia.
Por qué no? Eso es estupido.
La verdad no, dijo Seth, ahora a la defensiva. Toma algo de tiempo adquirir el acceso medico que Carlisle tiene acá. Tiene todas las cosas que necesita para tratar a Bella, y las credenciales para obtener más. Esa es una de las razones por las que quieren ir de caza. Carlisle piensa que van a necesitar más sangre para Bella pronto. Ella ha usado casi toda las reservas de O+ que tenían reservadas para ella. El no le gusta agotar las reservas. El va a comparar algo más. Sabias que puedes comprar sangre? Si eres doctor.
No estaba ahora listo para ser lógico. Aún parece estupido. Pueden llevar bastante con ellos, verdad? Y robar la que necesiten a donde quiera que vayan. A quién le importa la basura legal cuando eres un no-muerto.
Edgard no quiere tomar ningún riesgo moviéndola.
Ella esta mejor de lo que estaba.
Es verdad, acepto Seth. En su cabeza, estaba comparando mis recuerdos de Bella entubada con la ultima vez que la habia visto cuando salía de la casa. Ella le sonrió a él y se agito. Pero sabes, no se puede mover demasiado. Esa cosa esta pateando el infierno fuera de ella.
Me tragué el ácido estomacal en mi garganta. Sí, lo se.
Rompió otra de sus costillas, me dijo melancólico.
Mi pata vacilo, y subí un paso antes de recuperar mi ritmo.
Carlisle la trato de nuevo. Sólo otra grieta, dijo. Luego Rosalie dijo algo sobre como inclusive los bebes humanos han roto costillas. Edgard la miro como si fuera a cortarle la cabeza.
Que mal que no lo hizo.
Seth estaba ahora en estado de completo reporte-sabiendo que todo era vitalmente interesante, a pesar de que no había pedido escucharlo. Bella ha tenido algo de fiebre hoy. Solo grado bajo- suda y luego escalofría. Carlisle no esta seguro que hacer con eso- solo parece estar enferma. Su sistema inmune no puede estar en su mejor estado ahora mismo.
Sí, estoy seguro es sólo una coincidencia.
A pesar de todo, ella esta de buen humor. Estuvo hablando con Charlie, riendo y todo-
Charlie! Qué? A qué te refieres, ella estaba hablando con Charlie?
Seth tartamudeo; mi furia lo había sorprendido. Supongo que llama todos los días para hablar con ella. A veces su mamá llama también. Bella sonaba mucho mejor ahora, le estaba asegurando que se estaba recuperando-
Recuperando? Qué demonios están pensando! Aumentar las esperanzas de Charlie sólo para destruirlo peor cuando ella muera. Pensé que lo estaban alistando para eso! Lo estaban preparando! Para qué lo esta esperanzando así?
Tal vez no muera, pensó calmadamente Seth.
Respire profundo, tratando de calmarme. Seth, inclusive si ella lo logra, no lo hará como humana. Ella sabe eso y también el resto de ellos. Si no muere, va a tener que hacer una convincente personificación de un cadáver, muchacho. Eso o desaparecer. Pensé que estaban intentando hacérselo más fácil a Charlie. Por qué…
Creo que es idea de Bella. Nadie dijo nada, pero la cara de Edward parecía pensar eso mismo que pensabas.
En la misma sintonía con el chupa-sangre otra vez.
Corrimos en silencio por pocos minutos. Empecé a recorrer una nueva línea, probando al sur.
No te alejes mucho.
Por qué?
Bella me pidió que te pidiera que pasaras por ahí.
Mis dientes se cerraron juntos.
Alice también te quiere. Dice que esta cansada de merodear por el ático como un murciélago en campanario. Seth lanzo una risa. Estaba cambiando antes con Edward. Tratando de mantener la temperatura de Bella estable. Calor a frío, como se necesita. Supongo, que si no hacerlo, podría regresar-
No, yo iré. Dije.
Okay, Seth no quiso hacer más comentarios. Se concentro muy fuerte en el bosque vacío.
Mantuve mi curso por el sur, buscando por cualquier cosa nueva. Me di la vuelta cuando vi los primero signos de habitantes. Aún no cerca del pueblo, pero no quería rumores de lobos otra vez. Hemos estado bien e invisibles por un largo periodo.
Pase a través del perímetro en mi camino de vuelta, hacía la casa. Por mucho que supiera que era algo estupido de hacer, no podía detenerme. Debo ser algún tipo masoquista.
No hay nada mal contigo, Jake. Esta no es la situación más normal.
Cállate, por favor, Seth.
Callándome.
No vacilé esta vez en la puerta; solo pase como si fuera dueño del lugar. Me imagine que molestaría a Rosalie, pero fue un esfuerzo perdido. Ni ella o Bella estaban a la vista. Mire desesperadamente alrededor, deseando que las hubiera perdido en alguna parte, mi corazón apretando contra mis costillas en una rara e inconfortable forma.
“Ella esta bien”, susurro Edward. “O, igual debería decir”.
Edward estaba en el sofa con su rostro entre las manos; no había levantado su cara para hablar. Esme estaba a su lado, sus brazos alrededor de los hombros de él.
“hola, Jacob,” ella dijo. “Me complace que regresaras.”
“A mi también,” dijo Alice con un profundo suspiro. Venía bajando las escaleras, haciendo una cara como si yo estuviera tarde para una cita.
“Uh, oye,” Dije. Se sentía raro tratando de ser educado.
“Dónde esta Bella?”
“Baño,” Me dijo Alice. ”Más que todo una dieta de fluidos, ya sabes, además, todo el asunto que el embarazo te hace, escuche.”
“Ah.”
Me pare ahí incómodamente, balanceándome sobre mis tobillos.
“Oh, maravilloso,” Se quejo Rosalie. Gire mi cabeza y la vi viniendo de un corredor medio escondido entre la escalera. Tenía sujetada gentilmente a Bella en sus brazos, un duro desprecio de su cara hacía mí. “Sabía que olía asqueroso.”
Y justo como antes, el rostro de Bella se ilumino como un niño en la mañana de navidad. Como si le hubiera traído el mejor regalo.
Era tan injusto.
“Jacob,” Respiro. “Viniste.”
“Hola, Bells”.
Esme y Edward se levantaron. Mire cuidadosamente a Rosalie llevar a Bella al sofá. Mire como a pesar de eso, Bella se puso blanca y mantuvo la respiración-como si estuviera lista a no hacer ningún ruido no importa cuanto doliera.
Edward paso su mano a través de su frente y luego de su cuello, trato de hacerlo parecer como si solo estaba haciendo su pelo atrás, pero me pareció como el examen de un doctor.
“Estas fría?” Le murmuro.
“Estoy bien.”
“Bella, sabes lo que te dijo Carlisle,” dijo Rosalie.
“No juegues con nada. No nos ayuda a tenerles cuidado a ambos.”
“Okay, tengo algo de frío. Edward, puedes pasarme esa frazada.”
Gire mis ojos. “No es esa la razón de que yo este aquí.”
“Acabas de llegar,” dijo Bella. “Después de correr todo el día, estoy segura. Descansa un minuto, probablemente me caliente en un instante.”
La ignoré, fui a sentarme en el piso al lado del sofa mientras aún me decía qué hacer. A ese punto, no estaba seguro cómo… lucía tan frágil, y tenía miedo de moverla, inclusive de ponerla alrededor de mis brazos. Así que me acerque cuidadosamente puse mi brazo contra el de ella, tocando su mano. Luego puse mi otra mano contra la cara de ella. Era tan difícil saber si se sentía más débil de lo normal.
“Gracias, Jake,” dijo, y la sentí temblar de nuevo.
“Sí”, le dije.
Edward se sentó en el brazo del sofá cerca de los pies de Bella, sus ojos siempre en su rostro.
Era muy difícil esperar, que con los supero idos a mi alrededor, que nadie se diera cuenta del rugir de mi estomago.
“Rosalie, por qué no le traes algo a Jacob de la cocina,” Dijo Alice. Ahora invisible, sentada calladamente detrás del espaldar del sofá.
Rosalie miro al lugar donde había salido la voz de Alice sin creerlo.
“Gracias, de todos modos, Alice, pero no creo que quiera comer algo que la rubia escupa. Estoy seguro que mi sistema no tomaría muy gentilmente el veneno.”
“Rosalie jamás avergonzaría a Esme mostrando tanta falta de hospitalidad.”
“Por supuesto que no,” dijo la rubia en una voz dulce que inmediatamente desconfié. Se levanto y salió de la habitación.
Miró Edward.
“Me dirás si lo envenena, verdad?” Pregunté.
“Sí,” prometió Edward.
Y por alguna razón le creí.
Había un montón de sonido de la cocina y-extrañamente-el sonido del metal protestando cuando se abusaba. Edward miro otra vez, pero sonrió sólo un poco, también. Luego regreso Rosalie antes de que pudiera pensar más de eso. Con una sonrisa boba, puso un plato metálico a mi lado.
“Disfruta, mestizo.”
Había sido una vez un gran recipiente de mezclar, pero ella lo había doblado hasta tener la forma casi exacta de un plato para perros. Tenía que estar impresionado con su rapida destreza. Y su atención al detalle. Había rasgado la palabra Fido al lado. Excelente caligrafía.
Porque la comida parecía bastante buena-filete, nada menos, y una papa asada con todo los detalles- le dije, “Gracias, rubia.”
Ella resoplo.
“Oye, sabes como se le dice a una rubia con cerebro?” Pregunte, y luego con el mismo aliento, “un Golden retriever.”
“También escuche ese,” dijo, sin sonreir.
“Seguire intentando,” lo prometo y luego continue.
Hizo una cara de fastidio y volteo los ojos. Luego se sentó en una de las sillas y empezó a cambiar canales en el televisor grande tan rápido que no había forma que ella estuviera buscando algo que ver.
La comida estaba bien, a pesar del hedor a vampiro en el aire. Me estaba acostumbrando en verdad a eso. Mm. No algo que estuviese deseando exactamente.
Cuando terminé-estaba considerando lamer el plato, sólo para dar algo de quejar a Rosalie- Sentí os dedos frios de Bella sobre mi pelo. Lo jalo hacia mi nuca.
“Hora de un corte, ah?”
“Te estas poniendo un poco lanudo,” dijo. “Tal vez-”
“Déjame adivinar, alguien acá solía cortar pelo en un salón en París.”
Ella murmuro, “Probablemente.”
“No gracias,” dije antes de que ella pudiera ofrecer en verdad. “Estoy bien por unas semanas más.”
Lo cual me hizo recordar cuán largo iba a durar ella. Trate de pensar en una forma educada de preguntarle.
“Entonces…Mm…cuál es la fecha? Ya sabes, del nacimiento del pequeño monstruo.”
Jalo la parte de atrás de mi cabeza con casi la misma fuerza para sacar plumas, pero no respondió.
“Es en serio,” Le dije. “Quiero saber cuánto estaré acá.” Cuánto ibas a estar acá, agregue en mi cabeza. Voltee para mirarla. Sus ojos estaban pensativos, la línea de estrés estaba entre sus cejas otra vez.
“No lo se,” murmuró. ”No exactamente. Obviamente, no vamos con el modelo de nueve meses acá y no podemos hacer un ultrasonido, así que Carlisle esta estimando por cuán grande estoy. La gente normal se supone que debe ser de 40cm acá”-paso sus dedos justo sobre el bulbo de su estomago-“Cuando el bebe crece completamente. Un centímetro por cada semana. Tenia 30 esta mañana y he ganado casi 2cm por día, a veces más…”
Dos meses por día, los días volaban. Su vida acelerando al máximo. Cuántos días eso le daba, si ella estaba contando sobre 40, cuatro? Me tomo un minuto mirar como digerirlo.
“Estas bien?” Pregunto ella.
Cabecee, inseguro de cómo sonaría mi voz.

(lo encontre en un comentario en el blog de noemi.. no se si esta completo)

kiirusa dijo...

heyy gracias!! =D

noo no esta completo pero esperare a que lo completen para meterlo que si no es un lio :S

bsosososs y gracias por todo!!!

Anónimo dijo...

15. TIC TOC TIC TOC TIC TOC

HEY, JAKE, PENSÉ QUE DIJISTE QUE ME QUERÍAS EN EL REMOJO.
Cómo no hiciste que Leah me despertara antes de que ella se estrellara.
Porque no te necesitaba. Todavía estoy bien.
El ya estaba por la parte norte del círculo.
Algo?
No. Nada de nada.
Hiciste alguna inspección?
El llego a uno de los bordes de mi recorrido. Se dirigió a un nuevo camino.
Sí-corrí unas pocas yardas. Ya sabes, solo verificando. Si los Cullens van de casería…
Buena esa.
Seth se dirigió hacia el perímetro principal.
Era más fácil correr con él que hacer lo mismo con Leah. A pesar de que ella estaba tratando-tratando fuertemente-siempre había duda en sus pensamientos. Ella no quería estar acá. Ella no quería sentir la bondad hacía los vampiros que estaba pasando por mi cabeza. No quería lidiar con la acogedora amistad de Seth con ellos, una amistad que sólo se estaba haciendo más fuerte.

Gracioso, a pesar. Había pensado que su mayor problema iba a ser sólo yo. La comida y ropa que Esme le había enviado estaban camino abajo por el río, en este momento. Inclusive después de que había comido mi parte-no porque su olor fuese casi irresistible lejos del quemante olor de los vampiros, sino por dar un buen ejemplo de tolerancia de auto-sacrificio para Leah- ella la rechazo. El pequeño bocado que ella había tomado por la noche no había satisfecho completamente su apetito. Lo cual hacía pero su carácter. Leah odiaba comer crudo.
Tal vez deberíamos hacer un barrido al este? Sugirió Seth. Ir más allá, y ver si están ahí esperando.
Estaba pensando en eso, Acepte. Pero hagámoslo cuando estemos completamente despiertos. No quiero bajar nuestra guarda. Aunque, debemos hacerlo antes que los Cullens hagan un intento. Pronto.
Cierto.
Eso me puso a pensar.
Si los Cullens fueran capaces de salir del área inmediata a salvo. Deberían continuar. Probablemente debieron salir cuando les avisamos. Debían ser capaces de afrontar otros caminos. Y tenían amigos en el norte, verdad? Tomen a Bella y corran. Parecía una respuesta obvia a sus problemas.

Debí haber sugerido eso, pero tenía miedo de que me escucharan. Y no quería que Bella desapareciera-nunca saber si lo logro o no.

No, eso era estupido. Les diré que se vayan. No tenía sentido que se quedaran, y sería mejor- no menos doloroso, pero más saludable-para mi si Bella se iba.

Era fácil decirlo ahora cuando Bella no estaba acá, mirando emocionada cuando me veía y al mismo tiempo aferrándose a su vida.
Oh, ya le pregunte a Edgard sobre eso. Pensó Seth.
Qué?
Le pregunte por qué no se habían ido aún. Irse done Tanya o algún otro lado. Algún lado muy lejos para que Sam fuera por ellos.

Tenía que recordar que justamente ahora había decidido dar a los Cullens el mismo aviso. Eso era mejor. Entonces no tenía que estar molesto con Seth por tomar la tarea en sus manos. No completamente molesto.
Entonces qué dijo? Están esperando una ventana?
No. No se van.
Y eso no debió sonar como una buena noticia.
Por qué no? Eso es estupido.
La verdad no, dijo Seth, ahora a la defensiva. Toma algo de tiempo adquirir el acceso medico que Carlisle tiene acá. Tiene todas las cosas que necesita para tratar a Bella, y las credenciales para obtener más. Esa es una de las razones por las que quieren ir de caza. Carlisle piensa que van a necesitar más sangre para Bella pronto. Ella ha usado casi toda las reservas de O+ que tenían reservadas para ella. El no le gusta agotar las reservas. El va a comparar algo más. Sabias que puedes comprar sangre? Si eres doctor.
No estaba ahora listo para ser lógico. Aún parece estupido. Pueden llevar bastante con ellos, verdad? Y robar la que necesiten a donde quiera que vayan. A quién le importa la basura legal cuando eres un no-muerto.
Edgard no quiere tomar ningún riesgo moviéndola.
Ella esta mejor de lo que estaba.
Es verdad, acepto Seth. En su cabeza, estaba comparando mis recuerdos de Bella entubada con la ultima vez que la habia visto cuando salía de la casa. Ella le sonrió a él y se agito. Pero sabes, no se puede mover demasiado. Esa cosa esta pateando el infierno fuera de ella.
Me tragué el ácido estomacal en mi garganta. Sí, lo se.
Rompió otra de sus costillas, me dijo melancólico.
Mi pata vacilo, y subí un paso antes de recuperar mi ritmo.
Carlisle la trato de nuevo. Sólo otra grieta, dijo. Luego Rosalie dijo algo sobre como inclusive los bebes humanos han roto costillas. Edgard la miro como si fuera a cortarle la cabeza.
Que mal que no lo hizo.
Seth estaba ahora en estado de completo reporte-sabiendo que todo era vitalmente interesante, a pesar de que no había pedido escucharlo. Bella ha tenido algo de fiebre hoy. Solo grado bajo- suda y luego escalofría. Carlisle no esta seguro que hacer con eso- solo parece estar enferma. Su sistema inmune no puede estar en su mejor estado ahora mismo.
Sí, estoy seguro es sólo una coincidencia.
A pesar de todo, ella esta de buen humor. Estuvo hablando con Charlie, riendo y todo-
Charlie! Qué? A qué te refieres, ella estaba hablando con Charlie?
Seth tartamudeo; mi furia lo había sorprendido. Supongo que llama todos los días para hablar con ella. A veces su mamá llama también. Bella sonaba mucho mejor ahora, le estaba asegurando que se estaba recuperando-
Recuperando? Qué demonios están pensando! Aumentar las esperanzas de Charlie sólo para destruirlo peor cuando ella muera. Pensé que lo estaban alistando para eso! Lo estaban preparando! Para qué lo esta esperanzando así?
Tal vez no muera, pensó calmadamente Seth.
Respire profundo, tratando de calmarme. Seth, inclusive si ella lo logra, no lo hará como humana. Ella sabe eso y también el resto de ellos. Si no muere, va a tener que hacer una convincente personificación de un cadáver, muchacho. Eso o desaparecer. Pensé que estaban intentando hacérselo más fácil a Charlie. Por qué…
Creo que es idea de Bella. Nadie dijo nada, pero la cara de Edward parecía pensar eso mismo que pensabas.
En la misma sintonía con el chupa-sangre otra vez.
Corrimos en silencio por pocos minutos. Empecé a recorrer una nueva línea, probando al sur.
No te alejes mucho.
Por qué?
Bella me pidió que te pidiera que pasaras por ahí.
Mis dientes se cerraron juntos.
Alice también te quiere. Dice que esta cansada de merodear por el ático como un murciélago en campanario. Seth lanzo una risa. Estaba cambiando antes con Edward. Tratando de mantener la temperatura de Bella estable. Calor a frío, como se necesita. Supongo, que si no hacerlo, podría regresar-
No, yo iré. Dije.
Okay, Seth no quiso hacer más comentarios. Se concentro muy fuerte en el bosque vacío.
Mantuve mi curso por el sur, buscando por cualquier cosa nueva. Me di la vuelta cuando vi los primero signos de habitantes. Aún no cerca del pueblo, pero no quería rumores de lobos otra vez. Hemos estado bien e invisibles por un largo periodo.
Pase a través del perímetro en mi camino de vuelta, hacía la casa. Por mucho que supiera que era algo estupido de hacer, no podía detenerme. Debo ser algún tipo masoquista.
No hay nada mal contigo, Jake. Esta no es la situación más normal.
Cállate, por favor, Seth.
Callándome.
No vacilé esta vez en la puerta; solo pase como si fuera dueño del lugar. Me imagine que molestaría a Rosalie, pero fue un esfuerzo perdido. Ni ella o Bella estaban a la vista. Mire desesperadamente alrededor, deseando que las hubiera perdido en alguna parte, mi corazón apretando contra mis costillas en una rara e inconfortable forma.
“Ella esta bien”, susurro Edward. “O, igual debería decir”.
Edward estaba en el sofa con su rostro entre las manos; no había levantado su cara para hablar. Esme estaba a su lado, sus brazos alrededor de los hombros de él.
“hola, Jacob,” ella dijo. “Me complace que regresaras.”
“A mi también,” dijo Alice con un profundo suspiro. Venía bajando las escaleras, haciendo una cara como si yo estuviera tarde para una cita.
“Uh, oye,” Dije. Se sentía raro tratando de ser educado.
“Dónde esta Bella?”
“Baño,” Me dijo Alice. ”Más que todo una dieta de fluidos, ya sabes, además, todo el asunto que el embarazo te hace, escuche.”
“Ah.”
Me pare ahí incómodamente, balanceándome sobre mis tobillos.
“Oh, maravilloso,” Se quejo Rosalie. Gire mi cabeza y la vi viniendo de un corredor medio escondido entre la escalera. Tenía sujetada gentilmente a Bella en sus brazos, un duro desprecio de su cara hacía mí. “Sabía que olía asqueroso.”
Y justo como antes, el rostro de Bella se ilumino como un niño en la mañana de navidad. Como si le hubiera traído el mejor regalo.
Era tan injusto.
“Jacob,” Respiro. “Viniste.”
“Hola, Bells”.
Esme y Edward se levantaron. Mire cuidadosamente a Rosalie llevar a Bella al sofá. Mire como a pesar de eso, Bella se puso blanca y mantuvo la respiración-como si estuviera lista a no hacer ningún ruido no importa cuanto doliera.
Edward paso su mano a través de su frente y luego de su cuello, trato de hacerlo parecer como si solo estaba haciendo su pelo atrás, pero me pareció como el examen de un doctor.
“Estas fría?” Le murmuro.
“Estoy bien.”
“Bella, sabes lo que te dijo Carlisle,” dijo Rosalie.
“No juegues con nada. No nos ayuda a tenerles cuidado a ambos.”
“Okay, tengo algo de frío. Edward, puedes pasarme esa frazada.”
Gire mis ojos. “No es esa la razón de que yo este aquí.”
“Acabas de llegar,” dijo Bella. “Después de correr todo el día, estoy segura. Descansa un minuto, probablemente me caliente en un instante.”
La ignoré, fui a sentarme en el piso al lado del sofa mientras aún me decía qué hacer. A ese punto, no estaba seguro cómo… lucía tan frágil, y tenía miedo de moverla, inclusive de ponerla alrededor de mis brazos. Así que me acerque cuidadosamente puse mi brazo contra el de ella, tocando su mano. Luego puse mi otra mano contra la cara de ella. Era tan difícil saber si se sentía más débil de lo normal.
“Gracias, Jake,” dijo, y la sentí temblar de nuevo.
“Sí”, le dije.
Edward se sentó en el brazo del sofá cerca de los pies de Bella, sus ojos siempre en su rostro.
Era muy difícil esperar, que con los supero idos a mi alrededor, que nadie se diera cuenta del rugir de mi estomago.
“Rosalie, por qué no le traes algo a Jacob de la cocina,” Dijo Alice. Ahora invisible, sentada calladamente detrás del espaldar del sofá.
Rosalie miro al lugar donde había salido la voz de Alice sin creerlo.
“Gracias, de todos modos, Alice, pero no creo que quiera comer algo que la rubia escupa. Estoy seguro que mi sistema no tomaría muy gentilmente el veneno.”
“Rosalie jamás avergonzaría a Esme mostrando tanta falta de hospitalidad.”
“Por supuesto que no,” dijo la rubia en una voz dulce que inmediatamente desconfié. Se levanto y salió de la habitación.
Miró Edward.
“Me dirás si lo envenena, verdad?” Pregunté.
“Sí,” prometió Edward.
Y por alguna razón le creí.
Había un montón de sonido de la cocina y-extrañamente-el sonido del metal protestando cuando se abusaba. Edward miro otra vez, pero sonrió sólo un poco, también. Luego regreso Rosalie antes de que pudiera pensar más de eso. Con una sonrisa boba, puso un plato metálico a mi lado.
“Disfruta, mestizo.”
Había sido una vez un gran recipiente de mezclar, pero ella lo había doblado hasta tener la forma casi exacta de un plato para perros. Tenía que estar impresionado con su rapida destreza. Y su atención al detalle. Había rasgado la palabra Fido al lado. Excelente caligrafía.
Porque la comida parecía bastante buena-filete, nada menos, y una papa asada con todo los detalles- le dije, “Gracias, rubia.”
Ella resoplo.
“Oye, sabes como se le dice a una rubia con cerebro?” Pregunte, y luego con el mismo aliento, “un Golden retriever.”
“También escuche ese,” dijo, sin sonreir.
“Seguire intentando,” lo prometo y luego continue.
Hizo una cara de fastidio y volteo los ojos. Luego se sentó en una de las sillas y empezó a cambiar canales en el televisor grande tan rápido que no había forma que ella estuviera buscando algo que ver.
La comida estaba bien, a pesar del hedor a vampiro en el aire. Me estaba acostumbrando en verdad a eso. Mm. No algo que estuviese deseando exactamente.
Cuando terminé-estaba considerando lamer el plato, sólo para dar algo de quejar a Rosalie- Sentí os dedos frios de Bella sobre mi pelo. Lo jalo hacia mi nuca.
“Hora de un corte, ah?”
“Te estas poniendo un poco lanudo,” dijo. “Tal vez-”
“Déjame adivinar, alguien acá solía cortar pelo en un salón en París.”
Ella murmuro, “Probablemente.”
“No gracias,” dije antes de que ella pudiera ofrecer en verdad. “Estoy bien por unas semanas más.”
Lo cual me hizo recordar cuán largo iba a durar ella. Trate de pensar en una forma educada de preguntarle.
“Entonces…Mm…cuál es la fecha? Ya sabes, del nacimiento del pequeño monstruo.”
Jalo la parte de atrás de mi cabeza con casi la misma fuerza para sacar plumas, pero no respondió.
“Es en serio,” Le dije. “Quiero saber cuánto estaré acá.” Cuánto ibas a estar acá, agregue en mi cabeza. Voltee para mirarla. Sus ojos estaban pensativos, la línea de estrés estaba entre sus cejas otra vez.
“No lo se,” murmuró. ”No exactamente. Obviamente, no vamos con el modelo de nueve meses acá y no podemos hacer un ultrasonido, así que Carlisle esta estimando por cuán grande estoy. La gente normal se supone que debe ser de 40cm acá”-paso sus dedos justo sobre el bulbo de su estomago-“Cuando el bebe crece completamente. Un centímetro por cada semana. Tenia 30 esta mañana y he ganado casi 2cm por día, a veces más…”
Dos meses por día, los días volaban. Su vida acelerando al máximo. Cuántos días eso le daba, si ella estaba contando sobre 40, cuatro? Me tomo un minuto mirar como digerirlo.
“Estas bien?” Pregunto ella.
Cabecee, inseguro de cómo sonaría mi voz.


La mirada de Edward se alejo de nosotros al escuchar mis pensamientos, pero yo pude ver su reflejo en la pared de vidrio. Era el hombre que se quemaba vivo de nuevo.
Era divertido como teniendo un plazo establecido se hacia mas dificil pensar en su partida, o en dejar que se vaya. Estaba contento de que Seth me hubiera informado, por lo que sabia que se quedarian aqui. Seria insoportable, preguntarse si ellos estaban a punto de irse, para llevarse uno o dos o tres de esos cuatro dias. MIS cuatro dias.
Tambien era gracioso como, aun sabiendo que se estaba acabando, el dominio que ella tenia en mi solo lo hacia mas dificil de terminar. Casi como si estuviera relacionado a su expandido vientre - mientras su tamaño aumentaba, ella ganaba fuerza gravitacional.
Por un minuto trate de mirarla desde la distancia, para separarme de la fuerza de atraccion. Sabia que no era mi imaginacion el hecho de que mi necesidad por ella era mas fuerte que nunca. ¿Por qué era eso? ¿Porque se estaba muriendo? ¿O porque incluso sabiendo que no moriria -en el mejor de los casos-, ella se volveria algo mas que yo no conocia o entenderia?

Recorrio mi pomulo con su dedo, y mi piel estaba humeda adonde ella tocara.
- Esto va a estar bien - dijo en una especie de canturreo. No importaba que las palabras no significaran nada. Ella lo dijo de la forma en la que la gente cantaba esas canciones infantiles sin sentido a los niños. Rock-a-bye, baby.(No se que signifique la frase. En google dice que es una cancion)
- Claro -refunfuñe. Ella giro contra mi brazo, descansando su cabeza sobre mi hombro.
- No pense que vendrias, Seth dijo que lo harias, y tambien Edward, pero no les crei.
- ¿Por que no? - pregunte bruscamente
- Tu no eres feliz aqui. Pero viniste igual.
- Tu me quieres aqui.
- Lo se. Pero no deberias haber venido, porque no es justo querer que estes aqui. Yo habria entendio.

Estuvimos callados por un minuto. El rostro de Edward volvio a su lugar. El miro a la teve mientras Rosalie iba cambiando los canales rapidamente. Ella estaba por el seiscientos. Me pregunte cuanto tiempo le tomaria volver al comienzo.
- Gracias por venir- Susurro Bella
- Puedo preguntarte algo? - Pedi
- Por supuesto

Edward no miraba como si estuviera prestandonos atencion a nosotros, pero el sabia lo que iba a preguntar, asi que no me engaño.
- ¿Por qué me quieres aqui? Seth podria mantenerte caliente, y seria mas facil para el estar cerca, ese feliz pequeño vandalo. Pero cuando yo entro por la puerta, tu sonries como si yo fuera tu persona favorita en el mundo.
- Tu eres una de esas personas.
- Eso apesta, tu lo sabes.
- Seh, - suspiro - Perdon.
- ¿Por que? No me respondiste eso.

Edward estaba mirando a la lejania otra vez, como si estuviera mirando por la ventana. Su rostro era blanco en el reflejo.

- Me siento... Completa cuando estas aqui, Jacob. Como si toda mi familia estuviera junta. Quiero decir, supongo que es como si lo fueran....Yo nunca tuve una familia grande antes. Es lindo. - Ella sonrio por medio segundo - Pero no esta completa cuando no estas.
- Yo nunca sere parte de tu familia, Bella.

Podria haber sido. Hubiera sido bueno pertenecer ahi. Pero eso era solo un futuro distante que murio mucho antes de tener una chance de vivir.
- Siempre seras una parte de mi familia - dijo en desacuerdo. Mis dientes hicieron un sonido rechinante.
- Esa respuesta es basura.
- ¿Que es una buena respuesta?
- ¿Que tal "Jacob, dare una patada para sacarte el dolor"? -La senti estremecerse.
- ¿Te gustaria esto mejor? - susurro - Es mas facil, por lo menos. Puedo envolver mi cabeza con eso. Puedo lidiar con eso.

Mira de vuelta hacia abajo, a su cara tan cerca de la mia. Sus ojos estaban cerrados y ella estaba frunciendo el ceño.
- Nos salimos de la pista, Jake. Fuera de balance. Se supone que tu eres una parte de mi vida...Puedo sentir eso, asi que tu tambien. - Ella paro un segundo sin abrir los ojos. Como si estuviera esperando que yo lo negara. Como no dije nada, ella continuo.
- Pero no como esto. Hicimos algo mal. No. Yo lo hice. Hice algo mal y nos salimos de la pista...

Su voz se calmo, y el ceño sobre su cara relajada hasta que solamente solo se fruncian un poco las esquinas de sus labios. Espere para que vertiera un poco mas de jugo de limon en mis cortes de papel, pero entonces un ronquido suave salio de su garganta.
- Ella esta agotada- murmuro Edward - Fue un largo dia. Un dia dificil. Pense que se dormiria temprano, pero ella esperaba por ti.

No lo mire.
- Seth dijo que se rompio otra costilla.
- Si. Se esta haciendo mas dificil para ella el respirar.
- Grandioso.
- Dejame saber cuando ella este caliente de nuevo.
- Seh.

Ella todavia tenia carne de gallina en el brazo que no tocaba el mio. Yo apenas habia levantado mi cabeza para buscar una manta cuando Edward agarro una del brazo del sofa y la arrojo de tal modo que quedara colocada sobre Bella. Ocasionalmente, la cosa de la telepatia ahorraba tiempo. Por ejemplo, tal vez yo no tendria que hacer una gran produccion sobre la acusacion de lo que pasaba con Charlie. Aquel desastre. Edward solo tendria que oir cuan furioso...-
- Si - estuvo de acuerdo - No es una buena idea.
- ¿Entonces por qué? ¿Por qué Bella le dice a su padre que esta recuperandose cuando eso solo podria hacerlo solo mas miserable?
- Ella no puede soportar su ansiedad.
- Entonces es mejor... -
- No. No es mejor. Pero no voy a obligarla a hacer nada que la haga infeliz ahora. Pase lo que pase, esto la hace sentir mejor. Tratare con el resto despues.

Eso no sono bien. Bella no dejaria el dolor de Charlie para otro dia, por alguno mas para enfrentar. Aun muriendo. Esa no era ella. Si yo conocia a Bella, ella tenia que tener algun otro plan.

- Esta muy segura de que va a sobrevivir. - Dijo Edward.
- No como humana - proteste.
- No, no como humana. Pero espera ver a Charlie de nuevo algun dia.

Oh, esto solo se ponia mejor y mejor.

- Ya veo. Charlie. - Finalmente lo mire - Despues. Ver a Charlie cuando sea de un blanco brillante con los ojos rojos. No soy una sanguijuela, asi que tal vez me este perdiendo algo, pero Charlie parece una extraña eleccion como primer almuerzo

Edward suspiro.
- Ella sabe que no sera capaz de estar cerca de el durante al menos un año. Piensa que puede resistirlo. Decirle a Charlie que tuvo que irse a un hospital especializado al otro lado del mundo. Mantenerse en contacto por llamadas telefonicas....-
- Eso es insano.
- Si.
- Charlie no es estupido. Aunque ella no lo mate el va a notar una diferencia.
- Ella esta contando con eso.
Yo segui mirando fijamente, esperando por su explicacion.
- Ella no envejecera, por supuesto, asi que eso nos da un tiempo limitado, aun si Charlie aceptara cualquier excusa ella vendria con los cambios. - él sonrio apenas - ¿Recuerdas cuando tu trataste de decirla sobre tu transformacion? ¿Como hiciste que lo adivinara?

Mi mano libre se flexiono en un puño.
- ¿Ella te lo dijo?
- Si. Ella estaba explicando su....idea. Veras, ella no tiene permiso de decirle a Carlie la verdad...Eso seria muy peligroso para el. Pero el es un hombre inteligente, practico. Bella piensa que el va a formar su propia explicacion. Asume que va a estar equivocado. - Edward resoplo - Despues de todo, apenas nos adherimos al canon vampirico. El asumira cosas equivocadas sobre nosotros, como hizo ella en el comienzo,e iremos con eso. Ella piensa que podra verlo...De vez en cuando.
- Insano - Repeti
- Si. - Acordo de nuevo.

Era debil de él dejarla hacer las cosas a su manera en esto, solamente para mantenerla feliz ahora. Esto no resultaria bien. Lo que me hizo pensar que el probablemente no esperaba que ella viviera para poner en practica su loco plan. Apaciguandola, de modo que ella pudiera ser feliz por un pequeño tiempo mas.

Como 4 dias mas.

- Yo tratare con lo que sea que venga - susurro, y bajo su cara, alejandola para que yo no pudiera siquiera ver su reflejo - No quiero causarle dolor ahora.
- ¿Cuatro dias? - pregunté. Él no levanto la mirada.
- Aproximadamente.
- ¿Entonces que?
- ¿Que quieres decir, exactamente?

Pense en lo que Bella habia dicho. Sobre la cosa envuelta agradablemente y apretujada en algo fuerte, algo como piel de vampiro. ¿Asi que como funcionaba eso? ¿Como saldria de ahi?
- De la poca investigacion que hemos podido hacer, las criaturas podrian usar sus dientes para escapar del vientre - susurro.

Hice una pausa para tragar la bilis.
-¿Investigacion? - Pregunte debilmente
-Es por eso que no has visto a Jasper y Emmett por aqui. Eso es lo que Carlisle esta haciendo ahora. Tratando de descifrar historias antiguas y mitos, es cuanto podemos hacer con lo que tenemos, buscando algo que podria atudarnos a predecir el comportamiento de la criatura.
- ¿Historias? Si hubiera mitos, entonces...
- ¿Entonces esta cosa no es la primera de su clase? - Edward pregunto, previendo mi pregunta - Tal vez. Esta todo muy incompleto. Los mitos pueden ser facilmente productos del miedo y la imaginacion. Aunque... - vacilo- sus mitos son ciertos, ¿No lo son? Tal vez estos lo sean, tambien. Parecen estar localizados, unidos...
- ¿Como encontra...-?
- No encontramos a una mujer en America del Sur. Ella habia sido criada con las tradiciones de su pueblo. Habia escuchado advertencias sobre tales criaturas, viejas historias que se fueron transmitiendo.
- ¿Cuales eran las advertencias? - Susurre
- Que la criatuera debia morir inmediatamente. Antes que pudiera ganar demasiada fuerza.

Justo como Sam pensaba. ¿Tenia razon?

- Por supuesto, sus leyendas dicen lo mismo de nosotros. Que debemos ser destruidos. Que somos asesinos sin alma.

Dos por dos.

Edward lanzo una risa dura.

- ¿Que dicen las historias sobre las... madres?

Agonia rasgante atraveso su rostro, y, como me estremeci de su dolor, supe que no me iba a dar una respuesta. Dude que él pudiera hablar. Fue Rosalie - quien habia estado tan quieta desde que Bella cayo dormida que casi la olvido - la que respondio. Hizo un ruido desdeñoso desde su garganta.
- Desde luego no hubo nunca sobrevivientes. - dijo. "No hubo nunca sobrevivientes", directa e indiferente- Dar a luz en el medio de un pantano infestado de enfermedades con un curandero untando perezosamente saliva en tu cara para liberar los malos espiritus nunca fue el metodo mas seguro. Hasta los nacimientos normales salian mal la mitad de las veces. Ninguno de ellos tuvieron lo que este bebe tiene... Cuidadores con una idea de lo que necesita, quienes tratan de satisfacer esas necesidades. Un doctor con un conocimiento reotalmente unico de la naturaleza vampirica. Un plan en marcha para recibir al bebe lo mas seguro posible. Veneno que puede reparar cualquier cosa que vaya mal. El bebe estara bien. Y todas esas otras madres habrian probablemente sobrevivido si huebieran tenido...Si es que existieron en primer lugar. Algo de lo que yo no estoy convencida - Inhalo desdeñosamente.

El bebe, el bebe. Como si eso fuera todo lo que importara. La vida de Bella era un detalle menor para ella...Facil de sacar volando. La cara de Edward era blanca como la nieve. Sus manos curvadas en garras. Totalmente indiferente y egoista, Rosalie se retorcio en su silla de modo que su espalda le diera a el . Edward se inclino hacia delante, agachandose "Permiteme" sugeri.
El se pauso, enarcando una ceja.
Silenciosamente levante mi tazon de perro del piso. Entonces, con un movimiento rapido de mi muñeca, lo lanze a la cabeza de la rubia tan fuerte que - con un golpe estridente- reboto y rompio el pedazo redondo superior del poste en el pie de las escaleras. Bella se retorcio pero no se desperto.
- Rubia tonta - masculle
Rosalie giro su cabeza lentamente, y sus ojos estaban ardiendo.
- Tu. Pusiste. Comida. En. Mi. Cabello.

Eso hice. Se lo tire encima. Me aleje de Bella de modo que no la sacudiera, riendome tanto que kas lagrimas bajaban por mis mejillas. Desde atras del sofa, oi la risa tintineante de Alice unirse. Me pregunte porque Rosalie no entraba en accion. Lo esperaba de alguna manera. Me di cuenta de que mi risa habia despertado a Bella, aunque no lo hubiera hecho con el verdadero sonido.

- ¿Que es tan gracioso? - mascullo
- Puse comida en su cabello -le dije, riendo con satisfaccion otra vez.
- No voy a olvidar esto, chucho. - siseo.
- No es dificil borrar memoria de una rubia - replique- Solo hay que soplar en su oreja.
- Consigue nuevos chistes - dijo bruscamente.
- Vamos, Jake. Deja a Rose en- Bella se quedo a mitad de la oracion y aspiro fuertemente. En el mismo segundo, Edward estaba inclinado sobre mi, rasgando la manta. Ella parecia tener convulsiones, su espalda arqueandose en el sofa.

- El solo esta - jadeo ella- estirando.
Sus labios estaban blancos, y tenia los dientes cerrados como si estuviera conteniendo un grito. Edward puso las manos a ambos lados de su cara.
- ¿Carlisle? - Llamo en una tensa y baja voz.
- Aqui mismo - dijo el doctor. No lo habia oido entrar.
- Bien - dijo Bella, aun respirando con dificultad y superficialmente. - Piensa que se termino. Pobre niño no tiene bastante espacio, eso es todo. Se esta haciendo tan grande.

Era realmente dificil de entender, aquel tono de adoracion que ella usaba para describir la cosa que la rompia. Especialmente despues de la insensibilidad de Rosalie. Me hacia desear tirarle algo a Bella, tambien. Ella no se dio cuenta de mi humor.
- Tu sabes, me recuerda a ti, Jake -dijo en un tono afectivo, aun jadeando.
- No me compares con esa cosa - Escupi a traves de mis dientes.
- Solo hablaba de tu estiron - dijo, pareciendo como si hubiera herido sus sentimientos. Bien. - Tu disparaste para arriba. Pude ver como te hacias mas alto a cada minuto. Él es asi, tambien. Creciendo tan rapido.

Mordi mi lengua para no decir lo que queria decir - Con tanta fuerza que senti el sabor de la sangre en mi boca. Por supuesto, esto se curaria antes de que pudiera tragar. Eso era lo que Bella necesitaba. Ser fuerte como yo, ser capaz de curarse...
Ella tomo una respiracion y luego se relajo en el sofa.
- Mmhh - Carlisle murmuro.Lo mire, y sus ojos estaban sobre mi.
- ¿Que? - Demande

La cabeza de Edward apoyada a un costado como si reflejara lo que Carlisle estaba pensando.
- Tu sabes que yo me preguntaba sobre el los cromosomas del feto, Jacob.
- ¿Y que?
- Bueno, tomando sus semejanzas en consideracion-
- ¿Sus semejanzas? - Gruñi, no apreciando el plural.
- El crecimiento acelerado, y el factor de que Alice no puede ver a ninguno.
Senti mi cara volverse blanca. Me habia olvidado de eso.
- Bueno, me pregunto si eso significa que tenemos una respuesta. Si las semejanzas son profundas geneticamente.
- 24 pares- Edward refunfuño bajo su aliento.
- No lo sabes.
- No. Pero es interesante especular. - dijo Carlisle con voz calmante.
- Si. Fascinante.

El ronquido ligero de Bella empezo de nuevo, acentuando mi sarcasmo amablemente.

Ellos empezaron, entonces una conversacion de genetica en la que las unicas palabras que yo entendia eran los "el" y las "y". Y mi propio nombre, desde luego. Alice participo, comentando de vez en cuando con su voz de pajaro alegre. Incluso aunque ellos hablaran de mi, no trate de estender las conclusiones que ellos sacaban. Yo tenia otras cosas en mi mente, unos hechos que estaba tratando de reconciliar.
En primer lugar Bella dijo que la criatura estaba protegida por algo fuerte como la piel de un vampiro, algo que era impenetrable para los ultrasonidos, demasiado resistente para las agujas. En segundo Rosalie habia dicho que ellos tenian un plan para recibir a la criatura a salvo. En tercer lugar, Edward dijo que - en mitos- monstruos como este pueden masticar el camino para salir de sus madres.

Me estremeci.

Y esto me dio alguna clase enferma de sentido, porque en cuarto lugar, no muchas cosas cortan a traves de la piel de vampiro. Los dientes de la criatura mestiza - de acuerdo a los mitos - eran bastante fuertes. Mis dientes eran bastante fuertes.

Y los dientes de vampiro eran bastante fuertes.

Era dificil perderse lo obvio, pero de seguro yo deseaba hacerlo. Porque tuve una buena idea de como exactamente Rosalie planeba sacar esa criatura "a salvo".


Ahora si esta completoo...!!