martes, 5 de agosto de 2008

INFORMACION!


faltan algunos capitulos y es un pequeño lio,,

asi que dejo la lista de los que faltan ok??



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31 - 39





eso es todo,, bsosososs
y seguid escuchando music!!!! yeaaaah (8)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

18. N0 HAY PALABRAS PARA ESTO
El cuerpo de Bella, manaba rojo, empezaba a moverse, moviéndose bruscamente en los brazos de Rosalie como si la estuvieran electrocutando. Todo el tiempo, su rostro estuvo blanco —inconsciente. Era el salvaje retorcimiento de los que se encontraba en el centro de su cuerpo lo que la movía. Mientras ella se convulsionaba, fuertes crujidos y sonidos de que algo se rompía mantenían el ritmo junto con los espasmos.
Rosalie y Edward se congelaron por el medio-minuto más corto, y luego se rompieron. Rosalie abrazo el cuerpo de Bella con sus brazos, y, gritando tan rápido que era difícil separar individualmente las palabras, ella y Edward llegaron a la escalera del segundo piso en cuestión de segundos.
Salí corriendo tras ellos a toda velocidad.
“¡Morfina!” Edward le gritó a Rosalie.
“¡Alice —contacta a Carlisle por teléfono!” chilló Rosalie.
Al cuarto al que los seguí tenía la apariencia de una sala de emergencias preparada justo en el medio de una biblioteca. Las luces eran brillantes y blancas. Bella esta en una tabla debajo del resplandor, su piel estaba fantasmal debajo del foco. Dejó su cuerpo caer, como un pez en la arena. Rosalie mantuvo a Bella abajo, tirando y desgarrando su ropa para quitarla del camino, mientras Edward le inyectaba una jeringa en el brazo.
¿Cuántas veces la había imaginado desnuda? Ahora no podía mirar. Tenía miedo de tener esos recuerdos en mi cabeza.
“Edward, ¿Qué esta pasando?”
“¡Se esta sofocando!”
“¡La placenta se ha de haber roto!”
En algún lugar de esto, Bella regresó. Respondió a sus palabras con un chillido que desgarro mis tímpanos.
“¡SACALO!” gritó. “¡No puede RESPIRAR! ¡Hazlo AHORA!”
Vi puntos rojos salir cuando su grito le rompió los vasos sanguíneos de sus ojos.
“La morfina —,” gruñó Edward.
“¡NO! ¡AHORA —!” Otro chorro de sangre salió mientras ella chillaba. El sostuvo su cabeza, desesperadamente tratando de limpiar su boca para que pudiera respirar de nuevo.
Alice se precipitó en el cuarto y coloco un pequeño auricular azul debajo del pelo de Rosalie. Y luego se alejó, con sus ojos dorados y en llamas, mientras Rosalie silbaba frenéticamente en el teléfono.
En la brillante luz, la piel de Bella tenía un aspecto más morado y negro que si fuera blanca. Un rojo profundo se filtraba debajo de la piel sobre el enorme, y escalofriante abultamiento en su estomago. Rosalie se acerco con un escalpelo en mano.
“¡Deja que la morfina se extienda!” gritó Edward.
“No hay tiempo,” silbó Rosalie. “¡El bebé se está muriendo!”
Su mano se acerco a el estomago de Bella, y un vivido rojo chorreo donde Rosalie había perforado la piel. Era como si una cubeta hubiera sido volteada, un grifo abierto al máximo. Bella se sacudió, pero no gritó. Se seguía ahogando.
Y luego, Rosalie perdió la concentración. Vi como la expresión en su cara cambio dramáticamente, sus labios se retiraron de sus dientes y sus ojos negros brillaron de sed.
“No, ¡Rose!” rugió Edward, pero sus manos estaban atrapadas, tratando de apoyar a Bella verticalmente para que pudiera respirar.
Me abalance sobre Rosalie, saltando a través de la mesa sin preocuparme. Al momento de chocar con su cuerpo de piedra, golpeándola hacia la puerta, sentí el bisturí en su mano mientras apuñalaba mi brazo izquierdo. Mi mano derecha se estrelló contra su cara, bloqueando su mandíbula y cerrando sus vías respiratorias.
Tal y como tenia a Rosalie agarrada, trate de mover su cuerpo afuera, para que pudiera patearla en el estomago; era como patear concreto. Ella voló hacia el marco de la puerta, agarrándose de esta. El pequeño auricular en su oído se rompió en pedazos. Casi al instante, Alice estaba ahí, jalando de su garganta para llevarla al vestíbulo.
Y tuve que dárselo a Rose —no puso una onza de fuerza. Ella quería que nosotras le ganáramos. Me dejo golpearla como lo hice, para salvar a Bella. Bueno, para salvar a la cosa.
Arranque la navaja de mi brazo.
“Alice, ¡sal de aquí!” gritó Edward. “Llévala con Jasper, y mantenla ahí. ¡Jacob, te necesito!”
No vi como Alice termino el trabajo. Corrí al lado de la mesa de operaciones, donde bella se estaba tornando azul, sus ojos abiertos y observando.
“¿CPR?” me gruño Edward, rápido y exigente.
“¡Sí!”
Juzgue su cara por un rápido momento, esperando cualquier signo de que reaccionara como Rosalie. No había nada más que una simple ferocidad determinada.
“¡Haz que respire! Tengo que sacarlo antes de —“
Otro sorprendente crujido sonó dentro de su cuerpo, el más fuerte, tan fuerte que ambos nos congelamos en shock esperando su respuesta. Nada. Sus piernas, que se habían doblado debido a la agonía, se aflojaron, en una forma nada natural.
“Su espina dorsal,” chilló el de horror.
“¡Sácalo de ella!” gruñí, aventando el bisturí hacia el. “¡No sentirá nada ahora!”
Fui hacia su cabeza. Su boca parecía limpia, así que presioné la mía a la de ella y sople una fuerte cantidad de aire.
Sentí como su cuerpo se expandía, así que no había nada bloqueando su garganta.
Sus labios tenían el sabor de la sangre.
Podía oír su corazón golpeando de forma irregular. “Sigue así” pensé ferozmente hacia ella, soplando de nuevo hacia su cuerpo. “Lo prometiste. Mantén tu corazón latiendo”
Oí el suave sonido del bisturí a través de su estomago. Más sangre se derramaba en el suelo.
El siguiente sonido me desconcertó completamente, inesperado, aterrador. Como un metal siendo hecho trizas. El sonido me trajo recuerdos de la batalla hace ya tantos meses, el sonido de los recién nacidos mientras eran desmembrados. Voltee a ver la cara de Edward presionada contra el bulto. Dientes de vampiro —la única forma de cortar a través de la piel de vampiro.
Me estremecí mientras le soplaba más aire a la boca de Bella.
Tosió de regreso, pestañeando, moviéndolos ciegamente.
“¡Te quedaras conmigo ahora, Bella!” le grite. “¿Me oyes? ¡Quédate! No me vas a dejar. ¡Mantén tu Corazón latiendo!”
Sus ojos giraban, buscándolo a el o a mi, pero no viendo nada.
Me quede mirándolos de todas formas, mirándolos fijamente.
De repente, su cuerpo de heló debajo de mis manos, su respiración se hizo mas rápida y su corazón seguía golpeando. Me di cuenta de que su quietud se debía a que todo había terminado. La tortura interna había terminado. Debía de estar fuera de ella.
Lo estaba.
Edward susurro, “Renesmee.”
Bella había estado equivocada. No era el niño que se había imaginado. No era mucha sorpresa. ¿En que se había equivocado?
“Déjame…,” dijo en un susurro. “Dámela.”
Supuse que debería de saber que él siempre le daba lo que ella quería, no importaba que tan estúpida fuera su petición. Pero no soñé que el le haría caso ahora. Así que no pensé en detenerlo.
Algo caliente tocó mi brazo. Eso debió de captar mi atención. Nada me parecía caliente ya. No podía apartar la vista de la cara de Bella. Pestañeo y por fin empezó a ver algo. Gimió extrañamente, un sonido débil.
“Renes… mee. Tan… hermoso.”
Y luego soltó un grito apagado —un grito de dolor.
Cuando halze la vista, ya era demasiado tarde. Edward arrebato la caliente, y sangrienta cosa de sus débiles brazos. Mis ojos observaron su piel. Estaba roja de sangre —la sangre que salía de su boca, la sangre mancho a la criatura, y sangre fresca salía de una pequeña manca de mordida sobre su pecho izquierdo.
“No, Renesmee,” murmuro Edward como si tratara de enseñarle a la criatura modales.
No lo mire ni a él ni al eso. Solo vi a Bella, mientras sus ojos giraban de nuevo, hacia adentro.
Con un último golpeteo, su corazón dudo, y se quedo en silencio.
No había pasado menos de medio segundo cuando mis manos ya estaban en su pecho, haciendo compresiones, contando en mi cabeza, tratando de mantener el ritmo. Uno. Dos. Tres. Cuatro.
Alejándome un momento, sople todo lo que pude dentro de su boca.
No podía ver nada. Mis ojos se empaparon y todo se volvió borroso. Pero estaba más que atento a cada sonido dentro del cuarto. El involuntario ‘glug-glug’ de su corazón debajo de mis manos, el palpitar del mío propio, y otro —un latido extremadamente rápido, muy ligero. No le podía dar lugar a eso.
Forcé más aire dentro de la garganta de Bella.
“¿Que es lo que estas esperando?” le gruñí casi sin aliento, bombeando su corazón de nuevo. Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Toma al bebé,” dijo urgentemente Edward.
“Arrójalo por la ventana.” Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Dámela a mí,” dijo una voz muy baja desde la puerta.
Edward y yo gruñimos al mismo tiempo.
Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Lo tengo bajo control,” prometió Rosalie. “Dame al bebe, Edward. Cuidare de ella hasta que Bella…”
Respire por Bella de nuevo mientras el cambio era efectuado. El fuerte thumpa-thumpa-thumpa se desvanecía a la distancia.
“Jacob, mueve tus manos.”
Halze la vista hacia los blancos ojos de Bella, seguía bombeando su corazón. Edward tenía una jeringa en su mano —toda plateada, como si estuviera hecha de acero.
“¿Qué es eso?”
Su mano de piedra movió la mía fuera del camino. Hubo un pequeño crujido mientras rompía mi dedo meñique. En el mismo segundo, empujo la aguja justo en su pecho.
“Mi veneno,” contesto mientras la empujaba mas a fondo.
Escuche la sacudida de su corazón, como si le hubieran dado electrochoques.
“Mantenlo en movimiento,” ordeno. Su voz era helada, estaba muerta. Feroz y sin pensarlo. Como si fuera una maquina.
Ignore el dolor mientras se curaba mi dedo, y empezó a bombear de nuevo. Era mas duro, como si su sangre se hubiera congelado ahí —espesa y lenta. Mientras empujaba la ahora viscosa sangre a través de sus arterias, observe lo que él estaba haciendo.
Era como si la estuviera besando, rozando sus labios en su garganta, en sus muñecas, en la arruga de su brazo. Pero podía oír como su piel se desagarraba y sus dientes la atravesaban, una y otra vez, forzando al veneno a entrar en su cuerpo en cuantos puntos era posible. Vi su pálida lengua limpiaba las partes sangrientas, pero antes de esto de que esto me enfermara o me enojara, me di cuenta de lo que estaba haciendo. Donde su lengua limpiaba el veneno sobre su piel, lo cerraba. Manteniendo el veneno dentro de su organismo.
Sople mas aire dentro de su boca, pero no había nada ahí. Solo el pecho que se movía, sin vida. Seguí bombeando su corazón, contando, mientras el trabajaba maniáticamente sobre ella, tratando de juntarla de nuevo. Todos los caballos del Rey y todos los hombres del Rey...
Pero no había nada, solo yo, solo el.
Trabajando sobre un cadáver.
Por que era lo único que nos quedaba de la chica que ambos habíamos amado. Ese roto, desangrado y destrozado cadáver. No podíamos unirla.
Supe que era demasiado tarde. Supe que estaba muerta. Lo supe con certeza porque su pulso se había ido. No sentí ninguna razón por la que debería de estar al lado de ella. Ella no estaba ahí. Ese cuerpo no me atraía más. El sentimiento de estar junto de ella se había desvanecido.
O tal vez ‘movido’ era una mejor palabra. Parecía que me sentía empujado ahora hacia la dirección contraria. Hacia abajo de las escaleras, fuera de la puerta. El largo camino para salir de aquí y nunca, nunca regresar.
“Entonces, vete,” me dijo bruscamente, y quito mis manos del camino, esta vez, tomando mi lugar. Ahora se me rompieron tres dedos. O al menos eso sentí.
Los enderece entumecidos, sin importarme el dolor.
El empujaba su corazón mucho mas rápido de lo que yo lo hacia.
“No esta muerta,” gruño. “Se pondrá bien.”
No estaba seguro si me hablaba a mí.
Girándome, dejándola con su muerta, Salí despacio por la puerta. Tan despacio. No podía hacer que mis pies se movieran más rápido.
Eso era, entonces. El océano de dolor. La otra costa tan lejos, cruzando el agua hirviendo, que no pude imaginarla, menos verla.
Me sentí vacio de nuevo, ahora que había perdido mi propósito. Salvar a Bella había sido mi lucha por tanto tiempo. Y ella no seria salvada. Ella había gustosamente entregado su vida por dejar que un joven monstruo saliera de ella, y así la lucha estaba perdida. Todo había terminado.
Me estremecí con el sonido que salió detrás de mí mientras recorría las escaleras abajo —el sonido de un corazón muerto siendo forzado a latir.
Quería que de una forma arrojar cloro dentro de mi cabeza y dejar que lo friera. Para quemar las imágenes que me habían quedado de Bella en sus últimos minutos. Tomaría el daño cerebral para quitármelas —los gritos, el sangrado, los crujidos y los golpes mientras el monstruo recién nacido lloraba desde su interior__
Quería huir de ahí, saltar las escaleras de diez en diez y salir corriendo a través de la puerta, pero mis pies estaban tan pesados como el hierro y mi cuerpo estaba mas cansado de lo nunca había estado. Arrastre los pies por las escaleras como un hombre bastante viejo.
Descanse en el último escalón, juntado mi fuerza para salir por la puerta.
Rosalie estaba sentada en el final del limpio sillón blanco, su espalda hacia mí, murmurando hacia la sabana envuelta en sus brazos. Debió oír mi pausa, pero me ignoro, atrapada en el momento de su maternidad robada. Tal vez ahora seria feliz. Rosalie tenia ahora lo que quería, y Bella nunca regresaría para quitársela. Me pregunte que era lo que la rubia ponzoñosa había estado esperando de todo esto.
Sostuvo algo obscuro en sus manos, y ahí estaba un asqueroso sonido proveniente de un pequeño asesino que la sostenía.
El aroma de la sangre en el aire. Sangre humana. Rosalie lo estaba alimentando. Claro que quería sangre. ¿Que mas podría querer tal monstruo que había mutilado brutalmente a su propia madre? Hasta existía la posibilidad d que hubiera tomado la sangre de Bella. Tal vez lo hizo.
Mi fuerza regreso al tiempo que oía el sonido del pequeño devorador siendo alimentado.
Fuerza y odio y calor —un calor rojo que me lavaba la cabeza, quemando y borrando nada. Las imágenes de mi cabeza eran el combustible, creando el infierno, pero rehusándose a ser eliminadas.
Rosalie estaba absorbida por la criatura, sin prestarme atención en absoluto. No seria lo suficientemente rápida para detenerme, no con lo distraída que estaba.
Sam estaba en lo correcto. La cosa era una aberración —su existencia iba contra la naturaleza. Un negro y desalmado demonio. Algo que no tenía derecho de ser.
Algo que debía ser destruido.
Precia que lo que me empujaba hacia la puerta no era totalmente hacia esa dirección. Lo pude sentir, dándome coraje, jalándome de regreso. Poniéndome a terminar esto, para limpiar al mundo de esa abominación.
Rosalie trataría de matarme cuando la criatura estuviera muerta, y yo pelearía. No estaba seguro de poder terminar con ella antes d que los demás vinieran a ayudarla. Tal vez, tal vez no. No me importaba demasiado.
No me importaban los lobos, cualquier manada, que me vengaran o lo dejaran como justo. Nada me importaba. Todo lo que me importaba era mi PROPIA JUSTICIA. Mi venganza. La cosa que mato a Bella no permanecería ni un minuto más con vida.
Si Bella hubiera sobrevivido, me hubiera odiado por esto. Me querría matar personalmente.
Pero no me importo. A ella no le importó lo que me había hecho —dejando ser matada como un animal. ¿Por qué debería tomar en cuenta sus pensamientos?
Y luego estaba Edward. Debería de estar demasiado ocupado —muy lejos, dentro de la negación, tratando de reanimar un cadáver —para escuchar mis planes.
Así que no podría mantener la promesa que hicimos, a menos —fue una lastima que no hubiera puesto dinero —me las arreglaría contra Rosalie, Jasper, y Alice, tres en uno. Pero aunque ganara, no creo que me diera tiempo de matar a Edward.
Por que no tenía demasiada compasión para eso. ¿Por qué dejar que se saliera con las suyas por lo que había hecho? ¿No seria más justo —más satisfactorio— dejarlo vivir con nada, nada en absoluto?
Me hizo casi sonreír, mientras me llenaba con odio solo de imaginarlo. No Bella. Y también perdiendo a cuantos miembros de su familia como sea posible. Claro, que los podría unir de regreso, ya que no estaría para quemarlos. Me pregunto si la criatura se podría unir como ellos. Lo dudo. Era parte de Bella también, —así que debía de tener algo de su vulnerabilidad. Podía oír su pequeño, golpeteo del latir de su corazón.
Su corazón estaba latiendo. El de ella no.
Solo paso un segundo en lo que tomaba estas fáciles decisiones.
Los temblores se estaban haciendo fuertes y rápidos. Me puse en cuclillas, preparándome para arrebatar la pequeña criatura de los brazos de la rubia vampira. Y destrozarla con mis dientes.
Rosalie mecía a la criatura, colocando la botella de metal vacía a un lado, y alzándola en el aire para mecerla y sus mejillas se tocaron.
Perfecto. La nueva posición era bastante buena para lo que estaba a punto de hacer. Me apoye hacia atrás, y sentí como el calor me cambiaba mientras era empujado hacia el asesino —era mas fuerte que nunca, tan fuerte que me recordó el poder de un Alfa, como si me fuera aplastarme si no obedecía.
Esta vez QUERIA obedecer.
El asesino poso su mirada en mi, su mirada mas concentrada que cualquier recién nacido.
Tiernos ojos cafés, como leche con chocolate —el color exacto de los ojos que había tenido Bella.
Mis temblores pararon; el calor me inundo, más fuerte que antes, pero era una nueva forma de calor —no una que me quemaba.
Era una entusiasta.
Todo dentro de mi se deshizo mientras observaba a la cara del mitad-vampiro, mitad-humano bebé. Todas las líneas que me mantenían con vida fueron divididas en cortes rápidos, como si fueran amarrados a un montón de globos. Todo lo que me hizo como era en ese momento —mi amor hacia la chica que estaba arriba muerta, mi amor por mi padre, el odio hacia mis enemigos, mi casa, mi nombre, yo mismo— desapareció por un segundo— spin, spin, spin— y flotaron en el espacio.
Una nueva fuerza me mantuvo justo donde estaba.
No una sola fuerza, sino millones. Eran más bien cables de acero. Millones de cables de acero atándome a una sola cosa —al mismo centro del universo.
Lo podía ver ahora —como el universo giraba alrededor de ese punto. Nunca había visto la simetría del universo antes, ahora todo estaba claro.
La gravedad del aire no me sostenía más al lugar al que estaba parado.
Era la pequeña bebe en los brazos de la vampira rubia lo que me mantenían aquí ahora.
Renesmee.
Desde arriba, hubo un nuevo sonido. El único sonido que me podía tocar en estos momentos. Un frenético golpeteo, unos rápidos latidos…
Un corazón cambiando.


(este sí esta completo)

Anónimo dijo...

20. NUEVO

Todo estaba tan claro.
Afilado. Definido.
La luz de arriba de mi cabeza seguía siendo brillante, sin embargo, pude ver claramente los filamentos dentro de la bombilla. Pude ver cada color del arco iris en la luz blanca y, en el mismo borde del espectro, un octavo color para el cual no tenía nombre.
Detrás de la luz, pude distinguir los distintos granos en el techo de madera oscura. Delante de él, pude ver el polvo moviéndose en el aire, las partes tocadas por la luz, y los lados oscuros, distintos e independientes. Como pequeños planetas, se desplazan en torno a sí en una danza celestial.
El polvo era tan bello que lo inhalé en estado de shock; el aire silbaba en mi garganta. La acción se sentía mal. Examiné, y en realidad el problema era que no había socorro vinculado a la acción. No necesitaba el aire. Mis pulmones no lo esperaban. Ellos reaccionaron con indiferencia a la llegada.
No necesitaba el aire, pero me gustaba. En él, pude saborear la habitación. El sabor del movimiento del polvo, la combinación del aire con el flujo del aire más fresco proveniente de la puerta abierta. El sabor de un exuberante whiff de seda.
El ligero sabor de algo cálido y deseable, algo que debía ser húmedo, pero no lo era…
Ese olor quemó mi garganta, un ligero eco de quemar del veneno, aunque el olor era viciado por la picadura de cloro y amoniaco. Y sobre todo, podía saborear el aroma de casi-miel-lila-y-sol- que era el más fuerte, el más parecido a mí.
Oí el sonido de los demás, respirando se nuevo. Su aliento
mezclado con el aroma que era algo parecido a la miel y la lila y el sol, con lo que nuevos sabores. Canela, jacinto, pera, agua de mar, levadura, pino, vainilla, cuero, manzana, musgo, lavanda, chocolate… intenté una docena de comparaciones diferentes en mi mente, pero ninguno de ellas encajaba. Era tan dulce y agradable.
La TV de abajo había sido silenciada, y escuché a alguien – Rosalie? – cambiando su peso en el primer piso.
También escuché un débil ritmo, con una voz gritando airadamente acompañándolo. ¿Música rap? Yo estaba mistificada por un momento y, a continuación, el sonido se disipó como un coche que pasa rápidamente por las ventanas con laminados.
Como un comienzo, me di cuenta de que esto podría estar bien ¿Podría escuchar a todo el camino a la autopista?
No me di cuenta de que alguien estaba tomando mi mano hasta que la apretaron ligeramente. Al igual que antes tenía que ocultar el dolor, mi cuerpo esta bloqueado de nuevo por la sorpresa. No fue el toque yo esperaba. La piel era perfectamente lisa, pero tenía la temperatura equivocada. No estaba fría.
Después de ese primer frió segundo de shock, mi cuerpo respondió al desconocido contacto de una manera que me impresionó aún más.
El aire subió hasta mi garganta, y lo escupí a través de mis dientes bajo, sonó como un amenazante enjambre de abejas. Antes de que el sonido saliera, lo músculos de mi espina se arquearon, torciendo lejos de lo desconocido. Di una vuelta atrás en un giro tan rápido que debería haber convertido la sala en algo incomprensible y borroso- pero no lo hizo. Vi cada mota de polvo, cada astilla en la madera con paneles de las paredes, cada detalle microscópico.
Por un momento me encontré agachada de manera defensiva contra la pared - cerca de un
décima de segundo más tarde - ya había entendido lo que había comenzado en mí, y que mi reacción había sido exagerada.

Oh. Por supuesto. Edward no se sentía frío para mí. Teníamos la misma temperatura corporal ahora.
Observe mi posar para una octava parte de un segundo más, adaptando la escena antes que yo.
Edward estaba inclinado sobre la mesa de operaciones que había sido mi pira, su mano tomando la mía, su expresión ansiosa.
La cara de Edward fue lo más importante, pero mi visión periférica catalogo todo lo demás, sólo por si acaso. Algunos instintos defensivos habían sido activados, y yo
automáticamente buscaba cualquier señal de peligro.
Mi familia vampiro esperó con cautela contra la pared lejos de la puerta, Emmett y Jasper en la parte delantera. Como ellos eran peligro. Mi nariz quemado buscando la amenaza. Pude oler nada fuera de lugar. Era el tenue olor de algo delicioso - Pero empañado por productos químicos perjudiciales - cosquillando mi garganta una vez más, su fijación hambrienta y quemando.
Alice miro en torno al codo de Jasper con una enorme sonrisa en su cara, la luz brillando en sus dientes, otra vez los ocho colores del arco iris.
Esa sonrisa me tranquilizo y, a continuación, puse las piezas juntas. Jasper y Emmett se encontraban en la parte delantera para proteger a los otros, como yo había asumido. Lo que yo no había comprendido inmediatamente fue que esto, que era el peligro.
Todo esto fue una actividad secundaria. La mayor parte de mis sentidos y mi mente se centraban en la cara de Edward.
Yo nunca la había visto antes de este segundo.
¿Cuántas veces había mirado a Edward y me había maravillado por su belleza? ¿Cuántas horas - días, semanas - de mi vida pasé soñando con lo que yo entonces considere la perfección? Pensé que había conocido su cara mejor que la mía.
Pensé que esto seguro era una cosa física en todo mi mundo: la impecable cara de Edward.

Había estado ciega.
Por primera vez, con la disminución de las sombras y de la limitación de la debilidad de la humanidad en mis ojos, vi su rostro. Lo observe y luego luche contra mi vocabulario,
incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Necesitaba mejores palabras.
En este punto, la otra parte de mi atención había comprobado que no había peligro aquí, además de mí, y yo automáticamente me enderecé; y había pasado solo un segundo desde que había estado sobre la mesa.
Estaba preocupada momentáneamente por la forma en la que se había movido mi cuerpo. El instante que considere levantarme, ya estaba parada. No había sido mas breve fragmento del momento en que se produjo la acción; El cambio fue instantáneo, casi como si no hubiera hecho ningún movimiento en absoluto.

Seguí mirando a la cara de Edward, inmóvil de nuevo.
Se trasladó lentamente alrededor de la mesa – tomando cada uno de los palos en casi la mitad de un segundo, cada uno de ellos pasando sinuosamente como fluye el agua de los ríos sobre el más suave tejido de piedras - su mano todavía extendida.
Observé la gracia de su avance, absorbiéndolo con mis nuevos ojos.
"Bella?" pregunto en voz baja, con tono tranquilizador, pero la preocupación en su voz se notaba en la tensión de su voz cuando dijo mi nombre.
Yo no podía responder de inmediato, perdida como estaba en los aterciopelados pliegues de su voz. Fue la más perfecta sinfonía, una sinfonía en un solo instrumento, un instrumento más profundo que cualquiera creado por el hombre…
"Bella, amor? Lo siento, sé que esta desorientada. Pero estás bien. Todo está bien."

¿Todo? Mi mente hilaba, en espiral a mi última hora humana. Ya, la memoria parecía débil, al igual que yo estaba viendo a través de un espeso y oscuro velo - porque mis ojos humanos estaban medio ciegos. Todo había sido tan borroso.
¿Cuando dijo todo esta bien, incluyo a Renesmee? ¿Dónde estaba ella? ¿Con Rosalie? Traté de recordar su cara - Yo sabía que había sido hermoso - Pero era irritante tratar de ver a través de los recuerdos humanos. Su cara estaba
envuelta en la oscuridad, tan mal iluminada…
¿Y con respecto a Jacob? ¿Cómo estaba? ¿Mi largo sufrimiento había hecho que mi mejor amigo me odiara ahora?
¿Se habría ido a la manada de Sam? ¿También Seth y Leah?

¿Estaban los Cullen seguros, o mi transformación había iniciado la guerra con la manada?
¿Edward había dejado garantizado todo? ¿O trataba de calmarme?
¿Y Charlie? ¿Qué le digo ahora? Debe haber llamado mientras yo estaba ardiendo.
¿Que le dijeron? ¿Qué le parecía que me había ocurrido?
Había deliberado en una pequeña pieza de segundo la pregunta que debía hacer en primer lugar, Edward se acercó y acarició con sus dedos mi mejilla.
Suave como satinado, suave como una pluma, y ahora correspondía a la temperatura de mi piel.
Su toque parecía barrer debajo de la superficie de mi piel, a través de los huesos de mi cara. El sentimiento era eléctrico - traquetea a través de mis huesos,
mi columna vertebral, y temblaba en mi estómago.

Espera, pensaba como el temblor floreció en una calidez, un anhelo. ¿No se suponía que iba a perder esto? ¿No era renunciar a esta sensación una parte de la negociación?
Yo era un vampiro recién nacido. El seco, abrasador dolor en mi garganta era la prueba de eso. Y yo sabía lo que implicaba un recién nacido. Las emociones humanas y anhelos
volverían a mí más adelante en alguna forma, pero yo había aceptado que no iba a poder sentirlo al principio. Sólo la sed. Ese fue el trato, el precio. Estuve de acuerdo en pagarlo.
Pero cuando la mano de Edward hizo temblar la forma de mi cara como una cubierta de acero satinada, el deseo
navegó a través de mis venas secas, cantando desde mi cuero cabelludo a mis dedos del pie.
Él arqueó una ceja perfecta, esperándome para hablar.

Tiré mis brazos alrededor de él.
Una vez más, es como si no hubiera hecho ningún movimiento. Un momento yo estaba parada como una estatua, En el mismo instante, él estuvo en mis brazos.
Caliente - o por lo menos, esa era mi percepción. Con el dulce, delicioso aroma que yo nunca había sido capaz de tomar realmente en mis aburridos sentidos humanos, sino que fue Edward ciento uno por ciento. Presione mi cara en su pecho sin problemas.
Y entonces él cambió su peso incómodo. Adosado lejos de mí abrazo. I observe su rostro, confundida y asustada por el rechazo.
"Uhmm… con cuidado, Bella. Ow."
Llevé mis brazos lejos, los plegué detrás de mi espalda tan pronto como lo entendí.

Era demasiado fuerte.

"¡Vaya!" dije.

Él sonrió con el tipo de sonrisa que habría hecho que mi corazón se detuviera si todavía latía.
"No te asustes, amor", dijo, levantando la mano para tocar mis labios, partido de horror. "Eres sólo un poco más fuerte que yo, por el momento."
Junte mis cejas. Me encantaba conocer esto, también, pero se sentía más surrealista que cualquier otra parte de este ultimo momento surrealista. Yo era más fuerte que Edward. Había hecho que diga Ow.
Su mano trazó mi mejilla una vez más, y yo, pero todos se olvidaron de mi angustia cuando otra ola de deseo cruzó a través de mi cuerpo inmóvil.
Estas emociones eran mucho más fuertes de lo que yo había utilizado para que fuera difícil atenernos a un tren de pensamiento, a pesar de la habitación extra en mi cabeza. Cada nueva sensación abrumándome. Recordé lo que Edward había dicho una vez- su voz en mi cabeza
una débil sombra en comparación con el cristal, la claridad musical me estaba escuchando ahora - que
amables, nuestra especie, se distrae con facilidad. Pude ver por qué.
Hice un esfuerzo para concentrarme. Había algo que necesitaba decir. La cosa más importante.
Con cuidado, con tanto cuidado que el movimiento era en realidad discernible, saqué mi brazo derecho por detrás de mi espalda y levanté mi mano para tocar su mejilla. Me
negué a permitir que desviase la perla color de mi parte por la suave seda de su piel o por el alcance de mis dedos.
Lo miré a los ojos y escuché mi voz por primera vez.
"Te amo", le dije, pero sonaba como el canto. Mi voz sonó como una campana.
Su sonrisa de respuesta me deslumbró más de lo que nunca lo había hecho cuando era humana; Realmente lo pude ver ahora.

"Como yo te amo", me dijo.
Tomó mi rostro entre sus manos y acercó su rostro hacia el mio – suficiente lento para me recordarme a tener cuidado.
Me besó, suave como un susurro en un primer momento, y luego de repente fuerte y feroz. Intente recordar a ser amable con él, pero fue un arduo trabajo recordarlo en la arremetida sensación, difícil aferrarse a cualquier pensamiento coherente.
Fue como él nunca me había besado – como si esta fuera nuestro primer beso. Y, en verdad, nunca me había besado de esta manera antes.

Casi me hizo sentir culpable. Sin duda me encontraba en incumplimiento del contrato. No se me podía permitir esto, también.
Aunque no necesitaba el oxigeno, mi respiración, corrió tan rápido como lo había hecho cuando ardía. Se trataba de un tipo diferente de fuego.

Alguien aclarando su garganta. Emmett. Reconocí el sonido profundo a la vez, bromeando y molesto al mismo tiempo.

Olvide que no estábamos solos. Y entonces me di cuenta de que la manera en que estaba abrazando a Edward que no era exactamente educado para la compañía.
Avergonzada, me alejé media distancia en otro movimiento instantáneo.

Edward resopló y me mantuvo con él, manteniendo los brazos apretados alrededor de mi cintura.
Su rostro era brillante - como una llama blanca quemando desde atrás su piel de diamantes
Di un respiro innecesario para resolver mi cabeza.
¡Este beso había sido tan diferente! Leí su expresión y la compararé con recuerdos humanos a esta clara, intensa sensación. El parecía… un poco .
"has estado protegiéndome", lo acusé con mi voz cantante, mis ojos estrechándose un poquito.

Él se rió, radiante como si todo fuera alivio - el miedo, el dolor, la incertidumbre, la sala de espera, todo lo que hemos dejado atrás ahora.
"Era necesario en el momento," me recordó. "Ahora es tu turno para no romperme." Él se rió de nuevo.
lo miré mal y lo considere, y a continuación, la de Edward no fue la única risa.

Carlisle pasó alrededor de Emmett y caminó hacia mí con rapidez, sus ojos sólo un poco cautelosos, pero Jasper siguio sus pasos. Yo nunca había visto la cara de Carlisle bien antes, no realmente. Tuve la extraña urgencia de parpadear – como si estuviera mirando el sol.
"¿Cómo te sientes, Bella?" Me preguntó.
Lo consideré por una cuarta parte de segundo.
"Abrumada. Hay tanto…" me perdí, escuchando el tono de mi voz de nuevo.
"Sí, puede ser bastante confuso."
Asentí rápidamente. "Pero me siento como yo mima. Mas o menos. No esperaba eso".
Los brazos de Edward presionaron ligeramente mi cintura. "Te lo dije", me susurró.

"Estás muy controlada," dijo Carlisle. "Más de lo que se esperaba, incluso con el tiempo que tuviste para prepararse mentalmente para ello. "
Pensé en los salvajes cambios de humor, la dificultad para concentrarse, y le susurré, "No estoy segura acerca de eso".
Él asintió gravemente y, a continuación, me miró con interés. "Parece que hicimos algo bien con la morfina esta vez. Dime, ¿puedes recordar el proceso de transformación? "
Dudé, intensamente consciente de que el aliento Edward cepillaba mi mejilla, enviando susurros de electricidad a través de mi piel.
"Todo era… muy tenue antes. Recuerdo que el bebé no podía respirar… "
Miré a Edward, momentáneamente asustada el recuerdo.
"Renesmee está sana y bien", prometió, con un rayo que no había visto nunca antes en sus ojos. Dijo su nombre con un fervor que no comprendí. Una reverencia. La forma en que un devoto habla de sus dioses. "¿Qué recuerdas después de eso?"
Me concentré en mi cara de póquer. Yo nunca había sido una buena mentirosa. "Es difícil de recordar. Es tan oscuro antes. Y entonces… Abrí mis ojos y pude ver todo"
"Increíble", Carlisle respiró y bajó los ojos.

La culpa lavado a través de mí, y yo esperé que el calor subiera a mis mejillas y alejarme. Y entonces me acordé que yo nunca me ruborizaría de nuevo. Quizás proteja Edward de la verdad.
Tendría que encontrar una forma de decirle a Carlisle, no obstante. Algún día. Si él nunca necesitaría crear otro vampiro. Esta posibilidad parece muy improbable, y me hizo sentirse mejor acerca de mentir.

"Quiero que pienses – y me digas todo lo que recuerdas," me presionó Carlisle y yo no podía ayudar con la mentira que destellaba a través de mi cara. No quería tener que seguir mintiendo, porque me podría equivocar. No quería pensar en el ardor. A diferencia de la memoria humana, esa parte estaba perfectamente clara y yo podía recordarla con demasiada precisión.
"Oh, lo siento, Bella," Carlisle se disculpó inmediatamente. "Por supuesto, tu sed debe ser muy incómoda. Esta conversación puede esperar…"
Hasta que la había mencionado, la sed en realidad no era inmanejable. Había mucho espacio en mi cabeza. Una parte separada de mi cerebro estaba poniendo trabas en la quemadura en mi garganta, casi como un reflejo. Mi viejo cerebro se había ocupado de respirar y parpadear.
Sin embargo, la suposición de Carlisle puso el ardor de mi garganta a la vanguardia de mi mente. De repente,
el dolor y la sed fueron en todo lo que pude pensar, y cuanto más pensé acerca de ello, más me dolía. Mi mano voló hasta mi garganta, al igual que había podido sofocar las
llamas desde el exterior. La piel de mi cuello era extraña debajo de mis dedos. Tan lisa, de alguna manera suave, aunque también dura como piedra.
Edward bajó los brazos y tomó mi otra mano, suavemente. "Vamos a cazar, Bella"
Mis ojos se abrieron ampliamente y el dolor de la sed retrocedido, chocando con su lugar.¿Yo? ¿Cazar? ¿Con Edward? Pero… ¿Cómo? No sabía qué hacer.
Leyó la alarma en mi expresión y sonrió alentador. "Es bastante fácil, amor. Instintiva. No te preocupes, yo te mostraré.” Cuando no me moví, su me sonrió con su torcida sonrisa y levantó su cejas. "Tenía la impresión de que siempre me habías querido ver cazar.”
Yo me reí en una breve ráfaga de humor (parte de mí escuchado el sonido de campanas) como sus palabras me recordaron nuestras muebladas conversaciones cuando yo era humana. Y entonces me tomó un segundo para regresar rápidamente a esos primeros días con Edward - el verdadero comienzo de mi vida - en mi cabeza para que yo nunca
pueda olvidarlos. No esperaba que sería tan incómodo recordar. Como tratar de mirar a través de agua fangosa. Sabía por la experiencia de Rosalie la experiencia que
si pensaba lo suficiente en mis recuerdos humanos, yo no los perdería con el paso del tiempo. No quería olvidar ni un minuto que pasé con Edward, incluso ahora, cuando la eternidad se extendía delante de nosotros. Tendría que asegurarse de que los recuerdos humanos fueran cimientos en mi mente infalible vampiro.
"¿Vamos?" me preguntó Edward. Él llegó hasta tomar la mano que se encontraba todavía en mi cuello. Sus dedos suavizaron la columna de mi garganta. "No quiero que te lastimes", añadió en un murmullo bajo. Algo que no había sido capaz de escuchar antes.
“Estoy bien," dije con mi persistente costumbre humana." Espera. En primer lugar…"
Era demasiado. Yo nunca había hecho mis preguntas. Había cosas más importantes que el dolor.

"¿Sí?" Era Carlisle el que hablaba ahora.
"Quiero verla. Renesmee".
Fue extrañamente difícil decir su nombre .Mi hija, estas palabras fueron aún más difícil de pensar. Todo parecía tan lejano. Traté de recordar cómo me había sentido tres
días atrás, y automáticamente, mis manos se soltaron de Edward y fueron hacia mi estómago.
Llano. Vacío. Me abrigué en la pálida de seda que cubría mi piel, pánico de nuevo, mientras que una parte insignificante de mi mente señaló que Alice debía haberme vestido.
Sabía que no quedaba nada dentro de mí, y yo ligeramente recordé la sangrienta escena, pero la prueba física seguía siendo un proceso difícil. Lo único que sabía era que la amaba dentro de mí. Fuera de mí, ella parecía algo que yo
debía haber imaginado. Un desvanecido sueño - un sueño que había sido mitad pesadilla.
A pesar de que luchaba con mi confusión, pude ver a Edward intercambiar miradas con Carlisle.

"¿Qué?" Exigí.
"Bella," Edward me dijo . "Eso no es realmente una buena idea. Ella es medio humana, amor. Su corazón late y la sangre corre en sus venas. Hasta que tu sed esta bajo control… No quieres ponerla en peligro, ¿No? "
Lo miré mal. Por supuesto, no quería eso.

¿Fuera de control? Confundido, sí. Poco concnetrada, sí. ¿Pero peligrosa? ¿Para ella? ¿Mi hija?
No podía ser positiva cuando la respuesta no lo era. Por lo tanto, tendría que ser paciente. Eso sonaba difícil. Porque hasta que no la viera de nuevo, ella no sería real. Sólo un desvanecido sueño… de un extraño…
"¿Dónde está ella?" Escuché duro, y entonces pude escuchar el corazón que latía en el piso debajo de mí. Podía oír más de una persona respirar - en silencio, al igual que
ellos se escuchaban. También hubo un aleteo, un sonido, que yo no podía…
Y el sonido de los latidos del corazón era tan húmedo y atractivo, que me hizo agua la boca.

Así que definitivamente tenía que aprender a cazar antes de verla. Mi extraño bebé.
"¿Rosalie está con ella?"
"Sí," respondió Edward con tono cortado, y yo podía ver que algo perturbaba su pensamiento. Pensaba que él y Rose había arreglado sus diferencias. ¿Ha estallado la animosidad de nuevo? Antes de pueda preguntar, él tiró mis manos lejos de mi estómago plano, tomándolas suavemente otra vez.

"Espera," protesté de nuevo, tratando de concentrarme. "¿Y con respecto a Jacob? ¿Y Charlie? Dime todo lo que me he perdido. ¿Cuánto tiempo estuve… inconsciente? "
Edward no pareció notar mi vacilación durante la última palabra. En lugar de ello, intercambió otra mirada con Carlisle.

"¿Qué esta mal?" le susurré.
"Nada de lo dispuesto está mal" Carlisle me dijo, subrayando la última palabra de un modo extraño.

"Nada ha cambiado mucho, en realidad – estuviste inconsciente sólo para poco más de dos
días. Fue muy rápido, como esas cosas van. Edward hizo un excelente trabajo. Muy innovador - La inyección de veneno directamente a tu corazón fue su idea." Hizo una pausa para sonreírle con orgullo a su hijo y luego suspiró.
"Jacob todavía está aquí, y Charlie sigue creyendo que estás enferma. Piensa que estás en Atlanta en este momento, en pruebas de CDC. Nosotros le dimos un mal número, y se ha frustrado. Él ha estado hablando con Esme”.
"Debería llamarlo…”me murmuré a mí misma, pero al escuchar mi nueva voz, comprendí las dificultades. Él no reconocerá esta voz. No sería tranquilizador. Y luego la sorpresa anterior. "Espera… ¿Jacob todavía está aquí?"
Otra mirada entre ellos.
"Bella," dijo Edward rápidamente. "Hay mucho para discutir, pero tenemos que cuidarte a vos primero. Debes estar sufriendo…"

Cuando lo señaló, me acordé de la quemadura en mi garganta y tragó convulsivamente. "Pero Jacob…"
"Tenemos todo el tiempo del mundo para las explicaciones, amor", me recordó suavemente.
Por supuesto. Podría esperar un poco más por la respuesta, sino que sería más fácil de escuchar cuando el fuerte dolor de la ardiente sed ya no me quitara mi concentración.

"Muy bien".
"Espera, espera, espera," Alice dijo desde la puerta. Bailó toda la habitación, soñadamente elegante. Al igual que ocurrió con Edward y Carlisle, me sentí como si realmente viera su rostro por primera vez. Tan encantadora.
"¡Prometiste que podía estar allí la primera vez! ¿Qué pasa si ustedes dos corren por algo reflexión?"
"Alice," Edward protestó.
"¡Es sólo un segundo!" Y con eso, Alice salió de la sala.
Edward suspiró.
"¿De qué está hablando?"
Pero Alice ya estaba de vuelta, llevando el enorme, dorado-espejo enmarcado de Rosalie de la sala, que era casi dos veces tan alto como ella, y varias veces más ancho.
Jasper había estado tan quieto y callado que yo no había tenido conocimiento de él seguía detrás de Carlisle. Ahora se mudó de nuevo, señalando con el cursor a Alice, sus ojos bloqueados en mi expresión. Porque yo era el peligro.
Yo sabía que él estaría degustando el ánimo a mi alrededor, también, y por lo que debe haber sentido mi sacudida de choque estudiando su rostro, mirándolo desde muy cerca por primera vez.
A través de mis simples ojos humanos, las cicatrices dejadas de su antigua vida como recién nacido en los ejércitos del Sur habían sido en su mayor parte invisible. Sólo con una luz brillante para alzar sus formas ligeramente elevadas, podía notar su existencia.

Ahora que lo podía ver, las cicatrices de Jasper eran una característica más dominante. Es difícil alejar mi mirada de su devastado cuello y la mandíbula - difícil de creer que incluso un vampiro podría haber sobrevivido después de que tantas series de dientes rasgaran su garganta.
Instintivamente, me tensé para a defenderme. Cualquier vampiro que se viera a Jasper tendría la misma reacción. Las cicatrices son como un iluminado cartel. Peligroso,
gritaban. ¿Cuántos vampiros han tratado de matar a Jasper? ¿Cientos? ¿Miles? El mismo número que habían muerto en el intento.
Jasper vio y sintió mi valoración, mi prudencia, y sonrió débilmente.
“Edward, me dio tristeza por no tener un espejo antes de la boda," dijo Alice, alejando mi atención fuera de su aterrador amante. “No va a ser masticada de nuevo… "
"¿Masticada?" pregunto Edward suspicazmente, levantando una ceja.
"Tal vez estoy exagerando las cosas", murmuraban absorta cuanto movió el espejo para ponerlo frente a mi.
"Y tal vez tienes que hacer esto únicamente para tu propia gratificación personal", le contrarrestarse.
Alice saltó hacia él.

Yo estaba solamente consciente de este intercambio con la menor parte de mi concentración. La mayor parte fue remachada por la persona en el espejo.
Mi primera reacción fue un placer irreflexivo. La criatura en el era indiscutiblemente bella, tan hermoso como Alice o Esme. Ella era fluida incluso en quietud, y su impecable rostro pálido como la luna contra el marco de su
oscura cuna, cabello pesado. Sus extremidades eran lisas y fuertes, piel sutilmente brillante, luminosa como una perla.
Mi segunda reacción fue de horror.

¿Quién era ella? A primera vista, no pude encontrar mi cara en cualquier lugar del suave, perfecto plano de sus características.

¡Y sus ojos! A pesar de que sabía que esperar de ellos, sus ojos todavía enviaron una emoción de terror a través de mí.
Todo el tiempo estudié y reaccioné, su cara estaba perfectamente integrado, una talla de una diosa, sin demostrar nada de los disturbios que daban vueltas dentro de mí. Y entonces sus labios gruesos labios se movieron.
"¿Los ojos?" Susurró, poco dispuesta a decir mis ojos. "¿Por cuánto tiempo?
"Van a aclararse dentro de unos meses," dijo Edward con su suave y reconfortante voz.
"La sangre de los animales diluye el color más rápidamente que una dieta de sangre humana. Ellos serán color ámbar primero, luego dorados. "¿Mis ojos serán como viciosas llamas rojas por meses?
"¿Meses?" Mi voz era más fuerte ahora, subrayó las palabras. En el espejo, las cejas perfectas se levantaron con incredulidad por encima de sus ojos carmesí – más brillantes que cualquiera que haya visto antes.
Jasper dio un paso adelante, alarmado por la intensidad de mi repentina ansiedad. Él sabía mucho sobre los vampiros jóvenes; ¿esta emoción le hizo presagiar algún error de mi parte?
Nadie respondió a mi pregunta. Miré lejos, a Edward y Alice. Sus ojos estaban un poco inquietos- en respuesta a la inquietud Jasper. Escuchando lo que esto había causado, mire el futuro cercano

Me dio otro profundo, e innecesario respiro.
“No, yo estoy muy bien," les prometí. Mis ojos miraron al extraño en el espejo y volvieron. "Es sólo un montón… para analizar"

La frente surcada de Jasper, destacaba las dos cicatrices sobre su ojo izquierdo.
"No lo sé," Edward murmuró.
La mujer en el espejo miró mal. "¿Qué pregunta me perdí?"
Edward murmuró. "Jasper se pregunta cómo lo estás haciendo".
"Hacer qué?"
"Controlar tus emociones, Bella," me respondió Jasper. "Nunca he visto un recién nacido hacer que - detener una emoción en sus vías de esa manera. Te molestas, pero cuando viste nuestra preocupación, recuperaste el control sobre ti misma. Yo estaba dispuesto a ayudarte, pero usted no lo necesitas. "
"¿Es eso malo?" Le pregunté. Mi cuerpo automáticamente se congeló esperando su veredicto.
"No," dijo, pero se notaba en su voz que no estaba seguro.
Edward trazaba con la mano líneas en mi brazo, como si me estuviera alentando. "Es muy impresionante, Bella, pero no lo entendemos. No sabemos cuánto tiempo puedas controlarlo".

Consideré esa parte de un segundo. En cualquier momento ¿Iba a qué? ¿Convertirme en un monstruo?
No podía sentirlo venir… Tal vez no había manera de anticipar tal cosa.

"Pero, ¿qué piensan?" pregunto Alice, un poco impaciente, señalando el espejo.
"No estoy seguro," Le dije, sin querer admitir cuanto miedo me había causado realmente.
Observé a la hermosa mujer con los ojos terribles, en busca de piezas de mí.
Había algo en la forma de sus labios - si mirabas más allá de la vertiginosa belleza, su labio superior estaba ligeramente fuera de equilibrio, un poco demasiado lleno
para que coincida con el menor. Encontrar este pequeño defecto familiar me hizo sentir un poquito mejor.
Tal vez el resto de mí también se encontraba ahí.
Levante mi mano experimentalmente, y la mujer en el espejo copio el movimiento, tocar su cara, también. Sus ojos carmesí me miraban con cautela.
Edward suspiró.
Me alejé de ella pata mirarlo a él, y noté que levantaba una ceja

"¿Decepcionado?" Le pregunté, mi timbre de voz impasible.

Él se rió. "Sí", admitió.
Sentí el choque romperla máscara compuesta por mi cara, seguida el instante por mi herida.
Alice se congeló. Jasper se inclinó hacia adelante de nuevo, esperando mi broche de presión.
Pero Edward hizo caso omiso de ellos y envolvió herméticamente sus brazos alrededor de mi recientemente congelada forma, presionando sus labios contra mi mejilla.
"Yo tenía la esperanza de que me pueda escuchar tu mente, ahora que es similar a la mía ", murmuró." Y aquí estoy, frustrado como siempre, preguntándome qué podría estar ocurriendo en el interior de tu cabeza."
Me sentí mejor a la vez.
"Oh bien", le dije a la ligera, aliviada de que mis pensamientos fueran aún míos. "Creo que mi
cerebro nunca funcionará bien. Al menos soy linda".
Era cada vez más fácil bromear con él como he de ajustar, a pensar en líneas rectas. Ser yo mismo.

Edward murmuró en mi oído. "Bella, nunca has sido simplemente bonita"
Entonces su cara se alejó de la mía, y suspiró.
"Esta bien, está todo bien", le dijo a alguien.
"¿Qué?" Le pregunté.
"Está poniendo a Jasper más nervioso cada segundo. Podrá relajarse un poco cuando hayas cazado".
Miré la preocupada expresión de Jasper y asentí. Yo no quería convertirme en un monstruo allí, si sucedía. Iba a ser mejor estar rodeada de árboles que de la familia.
"Muy bien. Vamos a cazar," accedí, la emoción y los nervios revolvieron mi estómago. Puse los brazos de Edward alrededor de mí, envolviendo mi cuerpo, manteniendo una de sus manos, y le di mi espalda a la extraña y bella mujer en el espejo.

Anónimo dijo...

este cap 20 tb está completo!

Anónimo dijo...

27. PLANES DE VIAJE
Me tomé mucho más en serio los mitos desde que empecé a se vampiro.
Siempre, cuando yo miraba hacia mis tres meses como inmortal, imaginaba como el hilo de mi vida dependía del Destino – ¿quien sabría pero y si existía realmente? Yo estaba segura de que el hilo debería haber cambiado de color – aunque probablemente empezase como un agradable beige, algo compasivo y claro- polémico, algo que parecería bueno en segundo plano. Ahora sería de un vivo carmesí o quizás un brillante dorado. (hay que entender que hace una metáfora con los hilos de la vida que forman una tapiz o algo así)
El abrigo de la familia y amigos que me rodeaban juntos era algo intenso y hermoso, lleno de sus brillos, de colores complementarios.
Estaba sorprendida por alguno de los hilos que se habían incluido en mi vida. Los hombres-lobo, con sus profundos y marrones tonos, era algo que no había esperado; Jacob, por supuesto, y Seth, también. Pero mis viejos amigos Quil y Embry formaron parte de la tela cuando se unieron a la manada de Jacob y hasta Sam y Emily eran amables. Las tensiones entre nuestras familias se aliviaron, sobretodo gracias a Renesmee. Es tan fácil quererla.
Sue y Leah Clearwater se unieron en nuestras vidas también- dos más que no habría imaginado.
Sue parecía haberse tomado como algo propio suavizar el proceso de hacerle creer a Charlie este mundo. Vino con él a ver a los Cullens la mayor parte de los días aunque nunca parecía sentirse cómoda de la misma forma que su hija y la mayor parte de la manada de Jake.
No hablaba con frecuencia, merodeaba de forma protectora cerca de Charlie. Siempre era la primera persona a la que él miraba cuando Renesmee decía algo muy atrevido – lo cual era muy frecuente. Como respuesta, Sue miraría a Seth, cargada de significado como si dijese, “Sí, cuéntame”
Leah esta siempre menos cómoda que Sue y era el único miembro de nuestra nueva familia ampliada que era más hostil a la fusión. Sin embargo, ella y Jacob tenían una nueva camarería que la había acercado a todos. Yo le pregunté a él una vez, vacilante; no quería entrometerme pero la relación era tan diferente del modo como solía ser que me despertaba curiosidad. Se encogió de hombros y me dijo que eran un paquete. Ella estaba de segundo comando ahora, su “beta.”
Lo había llamado así mucho tiempo atrás.
“Me figuré que tardaría en ser su Alfa real” Jacob explicó “Mejor forzar las formalidades”
La nueva responsabilidad hacía que Leed sintiese la necesidad de etiquetarle siempre y desde que él estaba siempre con Renesmee..
Leah no era feliz cerca de nosotros pero era la excepción. La felicidad era el principal componente de mi vida ahora, el patrón dominante del tapiz. Tanto que mi relación con Jasper era mucho más cercana de lo que yo nunca habría soñado que fuese.
Al principio era de verdad enojante, supongo.
“¡Ay!” me quejé a Edward una noche después de que nosotros pusiéramos a Renesmee en su cuna de hierro. “Si no he matado a Charlie o Sue todavía no creo que lo haga nunca. Desearía que Jasper dejase de rondarles todo el rato”
“Sin duda, Bella, un poco” me aseguró. “Sabes como Jasper es – no puede resistir un buen ambiente emotivo. Tu estás tan feliz todo el tiempo que se siente atraído hacia ti sin pensarlo”
Y entonces Edgard me abrazaba con fuerza, porque nada le agradaba más que mi incontenible éxtasis de esta nueva vida.
Y yo estaba eufórica la mayor parte del tiempo. Los días no eran lo suficientemente largos para poder adorar a mi hija, las noches no eran lo suficientemente largas para satisfacer mi necesidad de Edward.
Había un ambiente enorme de alegría. Si la tela de nuestras vidas se sacase, imaginaba que el diseño era un fondo de lúgubres grises, llenos de dudas y miedo.
Renesmmee dijo su primera palabra cuando tenía exactamente una semana. Su palabra fue mamá, que hizo que fuese mi día, a excepción de que estaba muy asustada por su progreso, tanto que forcé mi cara congelada para devolverle la sonrisa. No me ayudó que pasase de su primera palabra a su primera frase en el mismo suspiro.
“¿Mamá, dónde está el Abuelo?” preguntó en un claro, alto soprano, solamente muy alto porque yo estaba cruzando la habitación hacia ella. Ella ya había preguntado a Rosalie, usando su normal (o preocupantemente anormal, desde otro punto de vista) método de comunicación. Rosalie no había respondido su pregunta sí que Renesmee se había dirigido a mi.
Cuando caminó por primera vez, sólo fue tres semanas después, fue parecido. Ella simplemente estuvo de pie frente a Alicia durante un tiempo largo, mirando con intensidad como su tía arreglaba ramos en los jarrones colocados a través de la habitación, danzando hacia arriba y abajo a través de la sala con sus brazos llenos de flores. Renesmee se sostuvo en sus pies, ni siquiera un poco temblorosa, y cruzó el piso casi con gracia.
Jacob había aplaudido porque era claramente la respuesta que Renesmee quería. La forma que se había vinculado a ella hacía de sus propias reacciones algo secundario; su primer reflejo era siempre darle a Renesmee cualquier cosa que quisiese. Pero nuestros ojos se encontraban, y yo vi todo el pánico mío reflejado en ellos. Hice que mis manos palmeasen juntas, también, intentando esconderle mi miedo. Edgard aplaudió calladamente a mi lado, y nosotros no necesitamos hablar sobre nuestros pensamientos para saber que eran los mismos.
Edgard y Carlisle estaban en plena búsqueda, buscando alguna respuesta, algo que esperar. Había muy poco que encontrar, nada verificable.
Alice y Rosalía solían empezar nuestro día con un pase de moda. Renesmee nunca vestía las mismas ropas dos veces, en parte porque le quedaban pequeñas casi enseguida y por otro lado, porque Alice y Rosalie estaban creando un álbum de bebé que parecía avanzar años en vez de semanas. Ellas tomaban cientas de fotos, documentando cada fase de su infancia acelerada.
A los tres meses, Renesmee podía haber sido una niña grande de un año o una pequeña de dos. No tenía la forma de un niño pequeño; era más grande y más graciosa, sus proporciones eran casi como las de un adulto. Sus rizos de bronce colgaban por su cintura; no podía cortárselos hasta que Alice lo hubiese permitido. Renesmee podía hablar con una mala gramática y articulación pero raramente las dos cosas, prefería solamente mostrarse simple con las personas que ella quería. No podía sólo caminar, también correr y bailar. Podía también leer.
Había estándole leyendo a Tensión una noche, porque el flujo y el ritmo de esa poesía parecía apacible (tenía que buscar constantemente nuevo material; a Renesmee no le gustaba repetir sus historia de la hora de dormir como otros niños supuestamente hacía y no tenía paciencia para los dibujos de los libros). Alcanzaba a tocar mi mejilla, la imagen en su mente era nuestra, solamente con ella sosteniendo el libro. Se lo daba a ella, sonriendo.
“Hay música aquí” leyó con vacilación“ tan suave caen los pétalos desde las agitadas rosas a la hierba, o las gotas de rocío entre las pareces de granito, en un reluciente paso”
Mi mano era robótica cuando yo devolví el libro.
“Si lees, ¿cómo podrás dormirte?” Pregunté con una voz que apenas temblando.
Por los cálculos de Carlisle, el crecimiento de su cuerpo iba gradualmente más despacio; su mente continuaba elevándose. Hasta si el ritmo de crecimiento se mantenía como hasta hora sería una adulta en no más que cuatro años.
Cuatro años, Y una anciana con quince.
Sólo quince años de vida.
Pero ella estaba tan sana… Vital, fuerte, creciendo y feliz. Su llamativa buena forma me hacía estar contenta con ella en el momento y dejar el futuro para mañana.
Carlisle y Edward discutían nuestras opciones para el futuro desde todas las partes con voces altas que intentaba no escuchar. Ellos nunca tenían esas discusiones cuando Jacob estaba alrededor porque había un método seguro para parar el crecimiento y no era algo que le alegrara a Jacob. Era ¡tan peligroso!, mis instintos me gritaban. Jacob y Renesmee se parecían de varias formas, ambos medio ser y no ser, dos cosas al mismo tiempo. Y todas las tradiciones de hombres lobo insistían que la ponzoña de vampiros era una sentencia de muerte más que un medio de inmortalidad.
Carlisle y Edgar se habían cansado de buscar desde la distancia y ahora nosotros estábamos preparando seguir las viejas leyendas desde sus orígenes. Íbamos a volver a Brasil, estar ahí. Los Ticunas tenían leyendas sobre niños como Renesmee… Si otros niños como ella habían existido, quizás alguna historia de la fugaz vida de los niños medio morales persistía.
La única pregunta que dejábamos era exactamente cuando nosotros iríamos.
Estaba el apego. Una pequeña parte de mí quería estar cerca de Forks hasta después de vacaciones, por el bien de Charlie. Pero más que eso, había un diferente viaje que tenía que venir primero – era la principal prioridad. También, sería un excursión en solitario.
Era la única discusión que Edward y yo habíamos tenido desde que me convertí en vampiro. El principal punto de conflicto era la parte de “solitario”. Pero los hechos estaban donde estaban y mi plan era el único con sentido. Yo tenía que ver a los Volturi y tenía que hacerlo completamente sola.
Incluso libre de las viejas pesadillas, sin ningún sueño, era imposible olvidar a los Volturi. Tampoco ellos se quedarían sin recuerdos.
Hasta el día que el regalo de Aro apareció, no sabía que Alice le había enviado la invitación de boda a los líderes Volturi; nosotros habíamos estado muy lejos en la isla de Esme cuando había visto la visión de los soldados Volturi – Jane y Alec, los gemelos de poder devastador. Cayo estaba planeando enviarles a una cruzada para ver si todavía era humana, contra su mandato (porque sabía sobre el mundo secreto de los vampiros, debía unirme o permanecer en silencio permanentemente). Así que Alice había enviado la invitación, mostrando que eso podría retrasarlos cuando descifraran el significado que había detrás. Pero vendrían finalmente. Era cierto.
El regalo no era amenazador. Extravagante, casi aterrador por su extravagancia. El miedo venía por la nota de felicitación, escrito en tinta negra en un cuadrado de duro, plano blanco papel, a mano del propio Aro.
Espero ver pronto a la nueva Señora Cullen en persona.
El regalo estaba presentado en una tallada, ornamentada y antigua caja de madera, engalanada con oro y perlas madre, decorada con un arco iris de piedras preciosas. Alice dijo que la caja era un inestimable tesoro, que tendría un inmenso valor aunque no hubiese ninguna joya dentro.
“Siempre me pregunté donde desaparecieron las joyas de la Corona después de que John de Inglaterra las sacase en el siglo trece.” Carlisle dijo “No debería sorprenderme que los Volturi tengan sus restos.
El collar era simple – hecho de oro con una gruesa cadena, casi escalada, como una suave serpiente que se cerniese a través de la garganta. Un colgante oscilaba en la cadena, un blanco diamante del tamaño de una pelota de golf.
El sutil recordatorio de la nota de Aro me interesaba más que la joya. Los Volturi necesitaban ver que yo era inmortal, que los Cullen había sido obedientes a sus órdenes y necesitaban verlo prono. No podíamos permitirlos cerca de Forks. Era la única forma de mantener nuestra vida aquí a salvo.
“No vas a ir sola” Edward había insistido a través de sus dientes, sus manos encrespadas en garras.
“No me harán daño” le había dicho tan pronto como pude controlarme, forzando mi voy para que sonase segura. “Ellos no tienen razón para hacerlo. Soy un vampiro. Caso cerrado.”
“No. Definitivamente no”
“Edward, es la única forma de protegerla”
Y no había podido discutirme esto. Mi lógica era evidente.
Durante el corto rato que conocí a Aro, había sido capaz de ver que era un coleccionista. Y sus mayores trofeos eran los vivos. El coleccionaba belleza, talento y rareza en sus seguidores inmortales, más que cualquier joya guardada en sus cajas fuertes. Era bastante desafortunado que hubiese comenzado a codiciar las habilidades de Alice y Edward. Y no le daría más razones para estar celoso de la familia de Carlisle. Renesmee era bella, talentosa y única- única en su especie. No podía permitirle verla, no a través de los pensamientos de nadie.
Y yo era la única a la que no podía escuchar sus pensamientos. Por supuesto que iría sola.
Alice no veía ningún problema en mi excursión pero ella estaba preocupada por la distinta cualidad de sus visiones. Dijo que ellos parecían a veces confusos cuando tomaban decisiones de fuera que podían ser conflictivas pero que no estaban resueltas.
Esta inseguridad le hacía a Edward vacilante, opuesto a que lo hiciese. Quería venir conmigo tan lejos como mi enlace en Londres pero yo no podía dejar a Renesmee sin ninguno de sus padres. Carlisle estaba tomando parte. Nos dejaba más tranquilos a Edward y a mí, sabiendo que Carlisle estaría solo a unas pocas horas de mí.
Alice continuaba rebuscando en el futuro pero las cosas que relacionaba no eran lo que buscaba. Una nueva tendencia en el mercado de stock, una posible visita de reconciliación de Irina, aunque su decisión no era firme; una tormenta de nieve que no golpearía otras seis semanas, una llamada de Renee (estaba practicando mi voz ronca, y mejorando cada día – para el conocimiento de Renee estaba bastante enferma, pero recuperándome)
Compramos los boletos para Italia un día después de que Renesmee cumpliera los tres meses. Planeé que sería un viaje muy corto, así que no le había dicho a Charlie sobre él. Jacob sabía, y él aceptó la visión de Edward sobre esto. Sin embargo, la discusión de hoy era sobre Brasil. Jacob determinó ir con nosotros.
Nosotros tres, Jacob, Renesmee, y yo, iríamos de caza juntos. La dieta de la sangre de animal no era la preferida de Renesmee – y fue por eso que Jacob nos había permitido seguir adelante. Jacob había creado una competencia entre ellos, y por eso ella estaba más dispuesta a eso que a todo lo demás.
Renesmee tenía muy clara la diferencia entre lo bueno y lo malo aplicado a la cacería humana; ella pensaba que la sangre donada era un compromiso agradable. El alimento humano la llenó y parecía compatible con su sistema, pero ella reaccionó a todas las variedades de alimento sólido con la misma resistencia que un mártir. Una vez le di coliflor y habas de lima. La sangre de animal era un tanto mejor, por lo menos. Ella tenía una naturaleza competitiva, y el desafío de competir contra Jacob la excitó más a la cacería.
“Jacob,” le dije, intentando razonar con él otra vez mientras que Renesmee estaba bailado delante de nosotros en el claro, buscando un olor que le gustó. “Tú tienes obligaciones aquí. Seth, Leah-”
Él resopló. “No soy un paquete de niñera. De todos modos ellos tienen todas las responsabilidades en la Push”.
“¿Cuánta educación? Estás oficialmente entrando a la High School (secundaria y prepa), entonces? Si vas a continuar con Renesmee, vas a tener que estudiar mucho más duro”.
“Es justo tomarse un sabático (un tiempo libre). Regresaré a la escuela cuando las cosas… se calmen” Perdí mi concentración en cuanto a mi desacuerdo cuando él dijo eso, y ambos automáticamente nos miramos.
Renesmee miraba fijamente los copos de nieve que se agitaban arriba de su cabeza, derritiéndose antes de que pudieran pegarse a la hierba amarillenta a lo largo del prado en forma de flecha donde estábamos parados. Su vestido ondulado de marfil era sólo una sombra más oscura que la nieve, y sus rizos color rojizos mantenían su brillo, aunque el sol fue enterrado profundamente detrás de las nubes.
Mientras nos miramos, ella se agachó por un instante y después brinco 2 metros hacia arriba. Sus pequeñas manos se cerraron alrededor de una escama, y ella cayó ligeramente sobre sus pies. Se dio vuelta hacia nosotros con su impactante sonrisa-realmente, no era algo a lo que te pudieras acostumbrar - y abrió sus manos para mostrarnos la perfecta forma de una estrella de hielo de ocho puntas en su palma antes de que derritiera.
“Bonito” Jacob le hablaba elogiándola. “pero pienso que te estas atascando, Nessie.”
Ella se limitó a ir detrás de Jacob; él extendió sus brazos en el preciso momento en que ella saltó en ellos. Tenían el movimiento perfectamente sincronizado. Ella hacia esto cuando tenía algo que decir. Ella prefería no hablar en voz alta todavía.
Renesmee tocó su cara, frunció el ceño adorablemente mientras escuchamos el sonido de una manada pequeña de alces que se movían a la distancia en el bosque.
“Claaaaro que no estas sedienta, Nessie,” contestó Jacob un poco sarcástico, pero más indulgente que todo lo demás. “Eres una miedosa. Yo capturaré al más grande, una vez más”
Ella movió de un tirón al revés fuera de los brazos de Jacob, aterrizando ligeramente en sus pies, y girando sus ojos – ella se parecía tanto a Edward cuando hacia eso. Entonces ella se lanzó hacia los árboles.
“Lo consiguió,” dijo Jacob cuando me incliné como si fuera a seguirlo. Él dio un tirón a su camiseta, preparado después de ella en el bosque, ya temblando. “No cuenta si haces trampa,” le dijo a Renesmee.
Sonreí con las hojas agitadas que ellos dejaban detrás, sacudiendo mi cabeza. Jacob a veces se comportaba más como niño que la propia Renesme. Me detuve brevemente, dándoles unos minutos de ventaja a mis cazadores. Estaría más allá de simplemente seguirlo, y Renesmee amaría la sorpresa del tamaño de su presa. Sonreí otra vez.
El prado lucía muy estrecho, todavía muy vacío. La nieve que caía se adhería a mí. Alice había visto que no sé pegarían por muchas semanas. Generalmente Edward y yo veníamos juntos en estos viajes de caza, pero Edward estaba con Carlisle hoy, planeando el viaje a Río, hablando a espaldas de Jacob…. Fruncí el ceño. Cuando volviéramos, me pondría del lado de Jacob. Él debe ir con nosotros. Él estaba tan metido en esto como todos nosotros- su vida entera estaba en juego, justo como la mía. Mientras que mis pensamientos se perdieron en un futuro próximo, mis ojos barrían la zona rutinariamente, buscando la presa, buscando peligro, no pensaba en el, simplemente era algo automático. O quizás había una razón en mi exploración, un cierto minúsculo interruptor que mis agudizados sentidos habían encendido antes de que lo hiciera de manera consciente. ¿Mis ojos revolotearon a través del borde de un distante acantilado, estaba parado allí afuera, rígido, azul grisáceo, haciendo contraste con el bosque verde-negro, un destello plateado - o era dorado? - cautivó mi atención.
Mi mirada estaba atenta, notando ese color que no debería haber estado allí, hasta ahora lejos en la neblina, si siquiera un águila hubiese sido capaz de distinguirlo
Miré fijamente.
Ella miró fijamente detrás.
Que ella fuera un vampiro era obvio. Su piel era de un blanco marfil, la textura un millón de veces mas lisa que la piel humana. Incluso debajo de las nubes, ella siempre brillaba levemente. Si su piel no la hubiera delatado, su calma lo haría. Solamente los vampiros y las estatuas podían estar tan perfectamente inmóviles. Su cabello era pálido, rubio pálido, casi patinado. Ése era el destello que había captado mi ojo. Colgó derecho como regla a un borde embotado en su barbilla, dividida uniformemente abajo del centro.
Ella era una extraña para mí. Estaba absolutamente segura de que nunca la había visto, ni siquiera como humana. Ningunas de las caras en mi memoria fangosa eran iguales que ésta. Pero la reconocí por sus oscuros ojos dorados.
Irina había decidido venir después de todo.
Por un momento la miré fijamente, y ella me miró fijamente. Me preguntaba si ella supondría quien era inmediatamente como yo lo hice. Medio levante mi mano, a punto de saludar, pero su labio se torció en un pedacito minúsculo, haciendo su cara repentinamente hostil.
Oí el grito de victoria de Renesmee desde el bosque, oí el eco del aullido de Jacob, y vi la cara de Irina volverse reflexiva cuando el escucho el eco unos segundos después. Su mirada se fijó levemente a la derecha, y supe lo que ella estaba viendo. Un enorme hombre lobo café-rojizo, quizás el que había matado a su Laurent.
¿Cuánto tiempo habrá estado mirándonos? Suficiente como para tener un abrazo cariñoso antes, era seguro.
Su cara hizo un espasmo de dolor.
Instantáneamente, abrí las manos delante de mí en un gesto carismático. Ella giró hacia a mí, y su labio se movió sobre sus dientes. Su quijada estuvo abierta y gruñó. Cuando el débil sonido me alcanzó, ella había dado vuelta y había desaparecido ya en el bosque. “Demonios!” gemí. Corrí rápidamente en el bosque después de Renesmee y de Jacob, no podía tenerlos fuera de mi vista. No sabía qué dirección había tomado Irina, o exactamente qué tan furiosa estaba ella ahora. La venganza era una obsesión común para los vampiros, una que no era fácil de suprimir. Corriendo a toda velocidad, solamente me tomó dos segundos para alcanzarlos. “La mía es más grande,” escuché a Renesmee insistir y yo estallé a través de los arbustos gruesos hasta llegar al espacio abierto donde estaban parados. Los oídos de Jacob se movieron cuando él se dio cuenta de mi expresión; se agachó hacia adelante, descubriendo sus dientes - su bozal estaba manchado con sangre de su matanza. Sus ojos rastrearon el bosque. Podía oír el sonido del gruñido que hacia con su garganta. Renesmee se puso en alerta tal como Jacob. Abandonando a su presa en sus pies, ella saltó en mis brazos que esperaban, presionando sus manos curiosas contra mis mejillas.
“Estoy exagerando,” les aseguré rápidamente. “Esta bien, pienso. Aguarda.”
Saqué mi celular y golpeé las teclas rápidamente. Edward contestado al primer llamado. Jacob y Renesmee escucharon atentos mi lado mientras hablaba con Edward.
“Ven, trae a Carlisle,” hable tan rápido que me preguntaba si Jacob podía seguir el ritmo”. Vi a Irina, y ella me vio a mi, pero entonces vio a Jacob y ella se enojo y huyo, Creo. Ella no ha demostrado para arriba aquí - todavía, de todas formas - sino que ella miraba trastorno bonito que ella tan quizá. Si ella no lo hace, usted y Carlisle tienen que ir después de ella y hablar con ella. Me siento horrible.”
Jacob tembló.
“Estaremos allí en medio minuto,” me aseguro Edward, y pude oír el silbido del viento el había empezado a correr.
Nos dirigimos de nuevo al largo prado y después esperamos silenciosamente mientras que Jacob y yo escuchamos cuidadosamente cualquier sonido de un acercamiento que no reconociéramos.
Cuando llego el sonido, aunque, era muy familiar. Y entonces Edward estaba en mi lado, Carlisle unos segundos detrás. Estaba sorprendida de escuchar las pesadas almohadillas de las patas que seguían a Carlisle. Supuse que no entrar en shock. Con Renesmee a un paso del peligro, por supuesto podría pedir refuerzos
. “Ella estaba para arriba en ese canto,” les dije inmediatamente, precisando el punto. Si Irina huía, ella ya tendría una absoluta ventaja. ¿Ella pararía y escucharía Carlisle? Su anterior expresión me hizo pensar que no “Quizá deberías llamarle a Emmett y Jasper para que vallan contigo. Ella parecía… realmente molesta. Ella me gruño”.
“Qué?” dijo Edward irritado.
Carlisle puso una mano en su brazo. “Ella está afligida, ve después de ella”
“Voy contigo” Edward insistió.
Intercambiaron una larga mirada - quizás Carlisle sopesaba la irritación de Edward que sentía por Irina contra su habilidad para leer mentes. Finalmente, Carlisle cabeceó, y salieron para encontrar el rastro, sin llamar a Jasper o Emmett.
Jacob rabió impacientemente y empujó mi espalda con su nariz. Él deseaba regresar a Renesmee a la casa para mantenerla segura, por si acaso. Estuve de acuerdo con él en eso, y nos apresuramos a llegar a casa con Seth y Leah que funcionaban como nuestros flancos.
Renesmee estaba satisfecha en mis brazos, una mano todavía descansaba sobre mi rostro. Puesto que el viaje de la caza había sido abortado, ella tendría que conformarse con la sangre donada. Sus pensamientos eran con un aire poco satisfechos.


este esta completo.. tb

Anónimo dijo...

31. Talentosa
“¿Cuál es la parte de los hombres lobos en todo esto?” preguntó Tanya, dando un vistazo a Jacob.
Jacob habló antes que Edward pudiera responder. “Si los Volturi no se detienen a escuchar sobre Nessie, digo, Renesmeé,” se corrigió, recordando que Tanya no entendería su estúpido sobrenombre, “nosotros los detendremos”.
“Muy valiente, niño, pero eso sería imposible incluso a luchadores más experimentados que ustedes.”
“No sabemos lo que podemos llegar a hacer.”
Tanya se encogió. “Es tu propia vida, ciertamente, puedes hacer lo que quieras con ella.”
Jacob parpadeó mirando a Renesmeé-aun cuando estaba en los brazos de Carmen con Kate cernida sobre ellas- y fue fácil leer su deseo.
“Ella es especial, la pequeñita,” Tanya musitó. “Difícil de resistirse.”
“Una familia muy talentosa”, Eleazar murmuró mientras caminaba. Su ritmo se incrementaba; miró rápidamente de la puerta hacia Carmen y lo hizo de nuevo cada segundo. “Un padre que puede leer las mentes, un escudo como madre, y luego cualquier clase de magia extraordinaria con la que nos haya hechizado esta pequeña. Me pregunto si hay un nombre para lo que hace, o si esta es la norma para un vampiro híbrido. ¡Como si una cosa como esa se podría considerar normal! ¡Un vampiro híbrido, efectivamente!”
“Perdón,” Edward dijo con una voz contundente. Edward estiró la mano y alcanzó el hombro de Eleazar cuando él estaba a punto de voltear de nuevo hacia la puerta. “¿Cómo acabas de llamar a mi esposa?”
Eleazar miró curiosamente a Edward, olvidando su paso frenético. “Un escudo, pienso. Ella me está bloqueando ahora, por eso no puedo estar seguro.”
Miré fijamente a Eleazar, mis cejas se cercaron en confusión. ¿Escudo? ¿Qué quiso decir de mi bloqueo? Estaba parada allí, a su costado, en ningún momento a la defensiva.
“¿Un escudo?” repitió Edward desconcertado.
“¡Vamos, Edward! Si yo no consigo leerla, dudo que tú puedas. ¿Puedes escuchar sus pensamientos ahorita?” preguntó Eleazar.
“No”, murmuró Edward. “Pero nunca fui capaz de hacerlo. Incluso cuando era humana.”
“¿Nunca?” Eleazar pestañeó sorprendido. “Interesante. Eso indicaría un grado poderoso de un don latente, como si se hubiera manifestado claramente incluso antes de la transformación. No consigo encontrar ningún modo para atravesar esa barrera para tener alguna noción. Todavía debe estar nueva-sólo tiene unos meses.” La mirada que le dirigió a Edward era caso exasperada. “Y aparentemente está conciente de lo que hace. Es algo natural. Irónico. Aro me envió por todo el mundo en busca de tales anomalías, y tú simplemente te la cruzaste por accidente y ni siquiera te diste cuenta de lo que tenías.” Eleazar movió su cabeza en incredulidad.
Fruncí el ceño. “¿De qué hablas? ¿Cómo puedo ser un escudo? ¿Qué significa eso?” todo lo que pude imaginar en mi cabeza fue una ridícula armadura medieval.
Eleazar inclinó su cabeza a un lado mientras me examinaba. “Supongo que éramos demasiado formales sobre estas cosas en la guardia. La verdad, categorizar los dones es materia, un trabajo desorganizado; cada talento es único, nunca exactamente dos cosas iguales. Pero tú, Bella, eres bastante fácil de clasificar. Dones que son enteramente defensivos, que protegen algún aspecto de su portador, son siempre llamados escudos. ¿Alguna vez has puesto a prueba tus habilidades? ¿Has bloqueado a alguien más aparte de mi y tu pareja?”
Me tomó unos segundos, a pesar que mi cerebro trabajaba rápidamente, organizar mi respuesta.
“Sólo funciona con ciertas cosas,” le dije. “Mi cabeza es algo…privado. Pero no detiene a Jasper manipular mi humor, o a Alice ver mi futuro.”
“Defensa mental pura.” Eleazar asintió para si mismo. “Limitado, pero fuerte.”
“Aro no podía escucharla.” Interrumpió Edward. “A pesar que era humana cuando la conoció.”
Los ojos de Eleazar se abrieron.
“Jane trató de herirme, pero no pudo,” dije. “Edward piensa que Demetri no puede encontrarme, y que Alec no puede molestarme tampoco. ¿Eso es algo bueno?”
Eleazar, todavía sorprendido, asintió. “Un poco.”
“¡Un escudo!” dijo Edward, una profunda satisfacción saturaba el tono de su voz. “Nunca lo pensé de esa manera. La única que había conocido antes era Renata, y lo que hizo fue tan diferente.”
Eleazar recordó un poco. “Si, ningún don se manifiesta precisamente de la misma manera, porque nunca nadie piensa igual.”
“¿Quién es Renata? ¿Qué hace?” pregunté. Renesmeé se interesó también, inclinándose para que pueda ver por el costado de Kate.
“Renata es la guardaespaldas personal de Aro.” Me dijo Eleazar. “Una muy práctica clase de escudo, y una muy fuerte.”
Yo apenas recordaba un pequeño grupo de vampiros rodeando a Aro en su torre macabra, algún hombre, alguna mujer. No podía recordar los rostros de la mujer en la incómoda, aterrorizadora memoria. Una de ella debió ser Renata.
“Me pregunto…”, musitó Eleazar. “Verás, Renata es un escudo poderoso frente a los ataques físicos. Si alguien se le acerca – o a Aro, mientras esté siempre cerca de él en una situación hostil – ellos se encuentran…desviados. Hay una fuerza alrededor de ella que repele, sin embargo, casi no puedes notarlo. Tú simplemente te encuentras yendo en una dirección opuesta a la planeada, con una memoria confusa mientras te preguntas por qué quieres ir en esa dirección en primer lugar. Ella puede proyectar su escudo a varios metros de ella. Ella también protege a Caius y a Marcus, cuando necesitan algo, pero Aro es su prioridad. Sin embargo, lo que hace no es algo físico. Como la mayoría de nuestros dones, eso toma lugar dentro de la mente. Si tratara de mantenerte alejada, me pregunto ¿quién vencería? Él sacudió su cabeza. “Nunca había escuchado que los poderes de Aro o de Jane podrían ser frustrados.”
“Mami, eres especial,” me dijo Renesmeé sin sorprenderse. Como si comentara el color de mi ropa.
Me sentí desorientada. ¿No sabía ya cual era mi habilidad? Tenía mi súper-auto-control que me había permitido pasar directamente el horroroso año de mi nacimiento. Los vampiros sólo tenían a lo mucho una habilidad extra ¿no?
¿O Edward estaba en lo correcto desde el principio? Antes que Carlisle sugiriera que mi autocontrol podría ser algo más allá de lo natural, Edward había pensado que mis restricciones eran sólo producto de una buena preparación – concentración y actitud, declaró.
¿Cuál de los dos estaba en lo correcto? ¿Era lo máximo que podía hacer? ¿Un nombre y una categoría para lo que era?
“¿Puedes proyectarte?” Kate preguntó interesada.
“¿Proyectarme?” pregunté.
“Empujarlo fuera de ti”, explicó Kate. “Proteger a alguien además de ti”.
“No lo sé. Nunca lo he probado. No sabía que debía hacer eso.”
“Oh, quizá no seas capaz de hacerlo”. Dijo Kate rápidamente. “El cielo sabe que he estado trabajando es eso por siglos y lo máximo que puedo hacer es dirigir una corriente por mi piel.”
La miré fijamente, desconcertada.
“Kate tiene una habilidad de ataque,” dijo Edward. “Algo así como Jane.”
Me estremecí automáticamente, y ella se rió.
“No soy tan sádica,” me aseguró. “Es sólo algo que sale a flote durante una pelea.”
Las palabras de Kate tomaban profundidad, empezando a hacer conexiones en mi mente. Proteger a alguien más aparte de ti ella dijo. Como si hubiera otra manera de incluir a otra persona en mi extraña, rara y silenciosa cabeza.
Recordé a Edward retorciéndose en las piedras de la antigua torre del castillo de los Volturi. Aunque era un recuerdo humano, era cortante, más doloroso que cualquier otro-como si hubiera sido marcado en cada tejido de mi cerebro.
¿Qué pasaría si yo pudiera hacer que no vuelva a ocurrir? ¿Qué pasaría si pudiera protegerlo? ¿Proteger a Renesmeé? ¿Qué pasaría si hubiera aunque sea una pequeña y débil posibilidad de protegerlos a ellos también?
“¡Tienes que enseñarme cómo hacerlo!” insistí, inconcientemente agarrando el brazo de Kate. “¡Tienes que enseñarme cómo!”
Kate se estremeció frente a mi apretón. “Quizá-si dejaras de aplastar mi radio.”
“¡Oops! ¡Lo siento!”
“Bien, estás protegiéndote,” dijo Kate. “Ese movimiento debió haberte hecho apartar tu brazo. ¿No sentiste nada ahorita?”
“Eso no era necesario, Kate. Ella no tuvo ninguna intención de hacerte daño,” musitó Edward bajo su respiración. Ninguna de las dos le prestó atención.
“No, no sentí nada. ¿Estabas haciendo esa cosa que haces de corriente electrica?”
“Estaba. Hmm. Nunca había conocido a alguien que no pudiera sentirlo, inmortal o cualquier otra cosa.”
“¿Dijiste que lo proyectaste? ¿A tu piel?”
Kate asintió. “Solía estar solamente en mis palmas. Algo así como Aro.”
“O Renesmeé,” interrumpió Edward.
“Pero después de mucha práctica, pude irradiar esa corriente por todo mi cuerpo. Es una buena defensa. Cualquiera que trate de tocarme cae como el humano que ha sido Tasered. Esto sólo lo paraba por un segundo, pero eso ya era tiempo suficiente.”
Yo sólo escuchaba a Kate a medias, mis pensamientos corrían alrededor de la idea de que quizá sería capaz de proteger a mi pequeña familia si tan sólo pudiera aprender lo suficientemente rápido. Deseé fervorosamente que quizá fuera buena en esta cosa de la protección también, como era de cierto modo, misteriosamente buena en los otros aspectos de ser un vampiro. Mi vida humana no me preparó para cosas que llegarían naturalmente, y no podía fiarme en esta aptitud para sobrevivir.
Sentí como si nunca hubiera deseado algo tanto como esto que deseaba ahora; ser capaz de proteger lo que amaba.
Como estaba tan preocupada, no noté el cambio silencioso entre Edward y Eleazar hasta que se convirtió en una conversación.
“¿Puedes pensar aunque sea en una excepción, entonces?” preguntó Edward.
Miré alrededor para encontrarle sentido a su comentario y me di cuenta que todos los demás ya los miraban fijamente. Se inclinaban mutuamente de una forma intencional, la expresión de Edward era tensa y sospechosa, la de Eleazar, infeliz y reacia.
“No quiero pensar en ellos de esa manera,” dijo Eleazar por sus dientes. Estaba sorprendida por el repentino cambio en la atmósfera.
“Si estás en lo correcto-,” Eleazar comenzó a decir.
Edward lo interrumpió. “El pensamiento era tuyo, no mío”
“Si yo estoy en lo correcto… no podría ni siquiera asentir lo que quieres decir. Cambiaría todo sobre el mundo que hemos creado. Cambiaría el significado de mi vida. De lo que he sido parte.”
“Tus intensiones siempre son las mejores, Eleazar.”
“¿Importaría en algo eso? ¿Lo que yo hice? Tantas vidas…”
Tanya puso su mano en el hombro de Eleazar en un gesto confortante. “¿De qué nos hemos perdido, amigo mío? Quiero saberlo para poder argumentar con esos pensamientos. Nunca has hecho que valga la pena el castigarte de esta manera.”
“Oh, ¿nunca lo hice?” musitó Eleazar. Luego encogió los hombros bajo la mano de Tanya y empezó su paso de nuevo, más rápido que antes.
Tanya lo miró por medio segundo y luego se concentró en Edward. “Explícate.”
Edward asintió, sus tensos ojos siguieron a Eleazar mientras hablaba. “Él trataba de entender por qué tantos de los Volturi vendrían a castigarnos. No es la manera en que hacen las cosas. Ciertamente, somos el aquelarre maduro más grande con los que hayan tratado, pero en el pasado, otros aquelarres se les unieron para protegerse a si mismos, y nunca los desafiaron a algo más, a pesar de su número. Nosotros somos más unidos, eso es un factor, pero no somos uno grande. Él estaba recordando otros tiempos donde aquelarres fueron castigados, por uno o por el otro, y se le ocurrió un patrón. Era un patrón que el resto de la guardia nunca notaría, desde que Eleazar era el que pasaba la inteligencia pertinente a Aro en privado. Un patrón que sólo se repitió cada siglo o más.”
“¿Cuál era este patrón?” preguntó Carmen, mirando a Eleazar como lo estaba haciendo Edward.
“Aro usualmente no va a una expedición de castigo personalmente,” dijo Edward. “Pero en el pasado, cuando Aro quería algo en particular, no pasaba mucho tiempo antes que la evidencia apareciera proveniente de que ese aquelarre o aquel aquelarre hayan cometido algún crimen imperdonable. Los más antiguos decidirían ir a ver a la guardia administrar justicia. Y luego, una vez que el aquelarre era casi destruido, Aro concedería el perdón a un miembro, cuyos pensamientos, según él, estaba particularmente arrepentido. Siempre, resultaba que este vampiro tenía la habilidad que Aro admiraba. Siempre, a esta persona, se le daba un lugar en la guardia. El vampiro dotado, era ganado rápidamente, siempre agradecido por ese honor. No habían excepciones.”
“Debía ser embriagador ser elegido,” sugirió Kate.
“¡Ha!” gruñó Eleazar, todavía en movimiento.
“Hay uno entre la guardia,” dijo Edward, explicando la reacción molesta de Eleazar. “Su nombre es Chelsea. Ella tiene influencia sobre los lazos emocionales entre las personas. Ella puede hacer que esos lazos se suelten o se aseguren. Ella puede hacer a alguien sentirse unido a los Volturi, hacerlo querer pertenecer, hacerlo que les ruegue unirse a ellos.”
Eleazar paró abruptamente. “Todos entendimos por qué Chelsea era importante. En una pelea, si pudiéramos separar la lealtad de los aquelarres aliados, podríamos vencerlos mucho más fácilmente. Si pudiéramos separar emocionalmente de la culpa a los inocentes miembros de un aquelarre, la justicia podría ser hecha sin necesidad de tanta brutalidad-el culpable sería castigado sin interferencias, y los inocentes serían separados. Por otro lado, era imposible impedir que el aquelarre luche como uno solo. Entonces, Chelsea rompería los lazos que los unía. Me pareció algo muy bueno, evidencia de la piedad de Aro. Sospeché que Chelsea mantuvo nuestros lazos unidos más fuertemente, pero eso, también, era algo bueno. Nos hizo más efectivos. Nos ayudó a coexistir más fácilmente.”
Esto me aclaró las viejas memorias. No le encontraba el sentido antes cómo la guardia obedecía a sus maestros tan gustosamente, con una lealtad parecida a la de un amante.
“¿Cuán fuerte es su don?” preguntó Tanya con un nerviosismo en su voz. Su mirada se fijó rápidamente en cada miembro de su familia.
Eleazar se encogió. “Yo era capaz de irme con Carmen.” Y luego sacudió su cabeza. “Pero cualquier cosa más débil que la unidad entre compañeros está en peligro. En un aquelarre normal, al menos. Aunque, esas son más uniones más débiles que las de nuestra familia. Abstinencia de sangre humana nos hace más civilizados-nos permite formar verdaderos lazos de amor. Dudo que ella pueda cambiar nuestra lealtad, Tanya”.
Tanya asintió, sintiéndose más tranquila, mientras Eleazar continuaba con su análisis.
“Sólo se me ocurre pensar que la razón por la que Aro haya decidido venir en persona, y traer a tantos con él, es porque su objetivo no es castigar, sino adquisición,” dijo Eleazar. “Él necesita estar ahí para controlar la situación. Pero necesita a la guardia entera para protegerse de tan gran dotado aquelarre. Por otro lado, eso deja a los otros antiguos desprotegidos en Volterra. Muy arriesgado-alguien quizá intentará tomar ventaja. Por eso vienen todos juntos. ¿Cómo más podría estar seguro de preservar los dones que él quiere? Los debe querer hasta morir.” Musitó Eleazar.
La voz de Edward era baja como un aliento. “De lo que oí de sus pensamientos la pasada primavera, Aro nunca quiso tanto algo como quiere a Alice.”
Sentí mi mandíbula caer, recordando las imágenes de las pesadillas que tuve hace tiempo: Edward y Alice en capas negras, con los ojos sanguíneos, sus rostros helados y distantes mientras estaban parados como sombras, las manos de Aro en las de ellos… ¿Había visto Alice esto recientemente? ¿Había viso a Chelsea tratando de quitar el amor que tenía hacia nosotros, ligándola hacia Aro y Caius y Marcus?
“¿Es por eso que Alice se fue?” pregunté, mi voz se quebró al pronunciar su nombre.
Edward puso su mano en mi mejilla. “Creo que si. Para impedir que Aro obtenga la cosa que más quiere en el mundo. Para mantener su poder fuera de sus manos.”
Escuché a Tanya y a Kate murmurar en voces desequilibradas y recordé que ellas no sabía sobre Alice.”
“Él te quiere, también,” susurré.
Edward encogió los hombros, su rostro de repente más tranquilo. “No tanto como a ella. No puedo darle más de lo que ya tiene. Y claro eso depende de si encuentra una manera de forzarme a hacer su voluntad. Él me conoce, y sabe que no tiene muchas posibilidades.” Levantó una ceja sardónicamente.
Eleazar frunció el ceño frente a la despreocupación de Edward. “Él también conoce tus debilidades,” puntualizó, y luego me miró.
“No es nada que necesitemos discutir ahora.” Dijo Edward rápidamente.
Eleazar ignoró la indirecta y prosiguió. “Probablemente quiere a tu pareja también, a pesar de todo. Debe haber estado intrigado por el talento que podría desafiarlo en su encarnación humana.”
Edward estaba incómodo con el tema. A mi tampoco me gustaba. Si Aro me quería para hacer algo-cualquier cosa-todo lo que tenía que hacer era amenazar a Edward y yo obedecería. Y viceversa.
¿Era la muerte menor preocupación? ¿Era ser capturados a lo que deberíamos temer realmente?
Edward cambió el tema. “Creo que los Volturi estaban esperando por eso – por algún pretexto. No sabía cómo llegaría esa excusa, pero el plan ya tenía lugar cuando llegó. Por eso Alice vio su decisión antes que Irina lo hubiera provocado. La decisión ya estaba hecha, sólo estaban esperando por el pretexto de una justificación.”
“Si los Volturi están abusando de la confianza que todos los inmortales han colocado en ellos…,” Carmen musitó.
“¿Eso importa?” preguntó Eleazar. ¿Quién lo creería? E inclusive si los otros se convencieran de que los Volturi están explotando sus poderes, ¿cómo marcarían alguna diferencia? Nadie puede contradecirlos.”
“Aunque algunos de nosotros estamos demasiado dementes cómo para intentarlo,” musitó Kate.
Edward sacudió su cabeza. “Ustedes sólo están aquí para testificar, Batel. Cualquiera sea el objetivo de Aro, no creo que esté listo para malograr la reputación de los Volturi por eso. Si podemos botar su argumento contra nosotros, se verá forzado a dejarnos en paz.”
“Por supuesto”, murmuró Tanya.
Ninguno lucía convencido. Por unos pocos pero largos minutos, nadie dijo nada.
Luego escuche el sonido de unos neumáticos posándose sobre el pavimento de la pista delantera de los Cullen.
“Ay mierda, Charlie,” musité. “Quizá los Denali podrían andar arriba hasta-“
“No,” dijo Edward con una voz distante. Sus ojos estaban lejos, mirando fijamente a la puerta. “No es tu padre,” su mirada se centró en mi. “Alice envió a Peter y a Charlotte, después de todo. Es tiempo de prepararnos para el siguiente ruedo."


y este tb esta completo! por el momento son todos los que tengo.. espero que te sirvan!
F.: Mónica :)

Anónimo dijo...

tambien tengo el 34 completo...aqui te lo dejo


34. DECLARADO

Escuché la música antes de salir del auto. Edward no había tocado el piano desde que Alice se marchó. Ahora, mientras cierro la puerta del carro, escucho la transformación de la canción que por un puente pasó a ser mi nana. Edward me daba la bienvenida a casa. Me moví lentamente mientras cargaba a Renesmee - quien se quedaba dormida; habíamos estado afuera todo el día. Dejamos a Jacob donde Charlie - Dijo que Sue le iba a dar un aventón a su casa. Me pregunto si estaba intentando llenar su cabeza con cosas triviales para no tener que pensar en como se veía mi cara cuando entramos a la casa de Charlie. Camine lento hacia la casa de los Cullen, me di cuenta de que la esperanza había incrementado a tal punto en el que se podía observar un aura alrededor de la gran casa blanca, que esta mañana, también había sido mía. En este momento me sentí como si fuese un alien Quería llorar otra vez, al escuchar la canción que Edward tocaba para mi. Pero me arme de fuerzas. No quería parecer sospechosa. No quería dejar ningún rastro para Aro en la mente de Edward, si podía evitarlo. Al entrar, Edward movió su cabeza y me sonrió, mientras seguía tocando. "Bienvenida a casa" dijo, como si fuese un día normal. Como si no hubiese otros doce vampiros en la habitación es diversas actividades y otra docena más dispersos por el lugar. "¿Tuviste un día agradable con Charlie?" "Si. Disculpa que haya tardado tanto. Aproveche para hacer mis compras navideñas para Renesmee. Se que no será mucho un evento, pero…" Me encogí. Los labios de Edward de encogieron. Dejo de tocar y se volteo con el banquillo en el que estaba sentado, de forma en que todo su cuerpo estuviese hacia mi lado. Puso una mano en mi cintura y me empujo mas cerca. "No he pensado mucho en eso. Si tu quieres hacerlo un evento-" "No" le interrumpí. Me desesperaba pensar que tenía que ser más entusiasta del mínimo requerido. "Simplemente no quería que pasará sin darle nada"
"¿Puedo vero?"
"Si tu quieres, es algo pequeño"
Renesmee estaba completamente inconciente, roncando delicadamente en contra d mi cuello. La envidiaba. Hubiese sido agradable escapar de la realidad, aunque sea unas cuantas horas. Cuidadosamente agarre la pequeña bolsa de joyas de mi bolso sin abrirlo lo suficiente como para que Edward viera el efectivo que seguía cargando.
"Me llamo la atención desde la vitrina de una tienda de antigüedades mientras manejaba"
Sacudí el pequeño medallón en su palma. Era redondo con un pequeño trazo color vino alrededor del circulo. Edward lo abrió y observo el interior, había espacio para una foto y en el lado opuesto una inscripción en francés.
"¿Sabes lo que dice?" pregunto en un tono diferente, mas moderado que antes.
"El vendedor me dijo algo sobre la frase más que mi propia vida, ¿es verdad?"
"Si, esta en lo cierto."
Me miro con sus ojos color topacio, me encontré con su mirada por un momento, y luego pretendí que me distraía con la televisión.
"Espero que le guste" murmure
"Claro que lo hará" dijo ligeramente, de forma casual, y en ese preciso instante él sabia que estaba le escondiendo algo. Pero estaba segura que no tenia idea de que se trataba.
"Vamos a llevarla a casa" sugirió, permaneció de pie y puso sus abrazos alrededor de mis hombros
Dudé
"¿Qué?" exigió
"Quería practicar un poco con Emmet…" Había perdido todo el día con mis recados; me hacia sentir atrasada.
Emmet - en el sofá con Rose, por supuesto, sosteniendo el control - me miro y sonrió con anticipación. "Perfecto. El bosque necesita encogerse"
Edward puso mala cara, primero a Emmet, y luego a mí.
"Hay suficiente tiempo para eso mañana" dijo
"No seas ridículo" me queje "Ya no hay algo como suficiente tiempo. Ese concepto no existe. Y tengo demasiado que aprender y -" Me interrumpió "Mañana"
Su expresión era tal, que ni Emmet se quejo.
Estaba sorprendida lo difícil que era volver a la rutina que, después de todo, era nueva.
Pero quitar esa pequeña esperanza que estaba buscando hizo que todo se viese imposible.
Trate de enfocarme en lo positivo. Había alta probabilidad de que mi hija sobreviviera a lo que estaba por venir, al igual que Jacob. Si ellos tenían un futuro eso seria como una victoria, ¿verdad?. Nuestro pequeño grupo tendría que arreglárselas sola si eso hacia que Renesmee y Jacob tuviesen la oportunidad de escapar. Si, la estrategia de Alice solo funcionaria si lográbamos mantener una buena batalla. Entonces, algo parecido a una victoria estaba ahí, considerando que los Volturis nunca habían sido desafiados en milenios.
No iba a ser el final del mundo. Solo el de los Cullen. El final de Edward, mi final.
Lo prefería de esa forma -por lo menos la última parte- . No podría sobrevivir sin Edward otra vez; si el se iba de este mundo, entonces yo me iría detrás de él. Mientras estaba de brazos cruzados me preguntaba si habría algo para nosotros del otro lado. Sabia que Edward no lo creía, pero Carlisle si. No podría imaginarme del otro lado, no podía imaginarme a Edward no existiendo, de alguna forma, en algún lado.
Si podíamos estar juntos en cualquier lugar, entonces, ese era un final feliz.
De esa forma, el patrón d mis días continuaron, con mas dificultad que antes.
Fuimos a ver a Charlie en Navidad, Edward, Renesmee, Jacob y yo. Toda la manada de Jacob estaba ahí, incluyendo a Sam, Emily y Sue. Fue reconfortante tenerlos ahí, en la pequeña habitación de Charlie, sus grandes y calientes cuerpos se encontraban en las esquinas alrededor del escasamente decorado árbol -podías ver exactamente donde se aburrió y lo dejo - y desbordando sus muebles. Siempre puedes contar con que los hombreslobos estén ansiosos por una pelea, sin importar que tan suicida sea. La electricidad de su entusiasmo mejoraba el ambiente, ocultando mi falta de espíritu.
Edward como siempre, era mejor actor que yo.
Renesmee llevaba puesto el medallón que le regale y en su bolsillo un reproductor mp3 que Edward le regalo -una cosita pequeña que almacena quinientas canciones, Edward ya lo había llenado con sus favoritas. En su muñeca llevaba la versión Quileute de un anillo de promesa. Edward hizo sonar sus dientes al ver ese regalo, pero no me molesto.
Pronto, muy pronto, la entregaría a Jacob para mantenerla a salvo. ¿Cómo podría molestarme con algún símbolo de compromiso, con el que ya confiaba?
Edward salvó el día, al traer un regalo para Charlie también, llego ayer - Entrega especial marítima - y Charlie pasó toda la mañana leyendo el Manuel de su nuevo sistema automático para pescar.
Por la forma en que los hombreslobos comieron, El almuerzo de Sue estuvo delicioso. Me pregunto como se veía nuestra actitud desde el punto de vista de un extraño. ¿Interpretamos bien nuestros papeles? ¿Pudimos hacernos pasar por un gran círculo de amigos felices disfrutando las festividades? Creo que tanto Edward y Jacob estaban tan aliviados como yo cuando llego el momento de irnos. Se sentía extraño tener que gastar energía en aparentar ser humanos cuando había otras cosas más importantes que hacer. Tuve dificultad en concentrarme. Al mismo tiempo, esta podía ser la última vez que veía a Charlie. Quizás fue algo bueno que estuviese tan apática para percatarme de eso. No había visto a mi madre desde la boda, pero me pareció un alivio la distancia gradual que se comenzó a formar hace dos años. Ella era extremadamente frágil para mi mundo. No quería que formase parte de esto. Charlie era más fuerte. Quizás lo bastante fuerte para un adiós ahora, pero, yo no lo era.
Se estaba bastante tranquilo en el carro, mientras que afuera, la lluvia era solo una niebla que tambaleaba entre lo líquido y el hielo. Renesmee se sentó en mi regazo, jugando con su medallón, abriéndolo y cerrándolo. La observaba e imaginaba las cosas que le diría a Jacob en este momento, si no tuviese que mantener mis palabras fuera de la cabeza de Edward.
Si volviese a ser seguro otra vez, la llevaría donde Charlie. Le contaría toda la historia. Le diría lo mucho que lo quiero, como no podía soportar el hecho de dejarlo incluso cuando mi vida humana había terminado. Decirle que ha sido el mejor padre. Decirle que le de todo mi amor a Renee, todas mis esperanzas de que ella será feliz y estará feliz…
Tengo que darle a Jacob los documentos antes de que sea muy tarde. Voy a darle una nota para Charlie también. Y una carta para Renesmee. Algo que puede leer cuando no pueda volver a decirle que la quiero.
No había nada inusual afuera de la casa de los Cullen mientras traspasábamos el prado, pero pude oír una sutil conmoción en el interior. Muchas voces murmurando a lo bajo. Sonaba intenso, como una discusión.
Pude apreciar la voz de Caslisle y Amun entre las otras voces.
Edward se estaciono frente a la casa en vez de entrar al garaje. Intercambiamos unas miradas antes de salir del auto.
La actitud de Jacob cambio, se volvió serio y cauteloso. Supuse que estaba en el modo Alpha. Obviamente, algo había pasado, y el iba a obtener la información que tanto el y Sam necesitarían.
"Alistair se fue" Edward murmuro mientras entrábamos.
En la habitación del frente, adentro, la confrontación principal aparentaba ser física. Alrededor por las paredes se encontraban los espectadores, cada uno de los vampiros que se nos habían unido, menos por Alistair y los tres envueltos en la pelea. Esme, Kebi y Tia eran las más cercanas a los tres vampiros del centro, en el centro de la habitación, Amun siseaba hacia Carlisle y Benjamín.
Edward apretó su mandíbula y se movió rápidamente al lado del Esme. Llevándome por la mano, apoye fuerte a Renesmee en contra de mi pecho.
"Amun, si te quieres ir, hazlo, nadie te obliga a quedarte" Carlisle decía calmado
"Estas robando la mitad de mi grupo, Carlisle!" Amun grito, apuntando con un dedo a benjamín. "¿Para eso me llamaste? ¿Para robarme?"
Carlisle suspiro y Benjamín volteo sus ojos.


"Si, Carlisle involucro a toda su familia a una batalla contra los Volturis, simplemente para que yo también muriera aquí" Dijo Benjamín sarcásticamente "Se razonable, Amun, yo me comprometí a hacer lo correcto aquí, no me estoy uniendo a ningún otro grupo. Puedes hacer lo que quieras, claro, como Carlisle te había señalado"
"Esto no acabara bien" Amun gruñó "Alistair era el único cuerdo aquí. Deberíamos estar huyendo"
"Mira a quien estas llamando cuerdo" Tia murmuro de forma silenciosa
"Todos seremos descuartizados!"
"No vendrá una batalla" Dijo Carlisle con una voz firme.
"Eso dices!"
"Y si pasa, siempre puedes cambiar de bando Amun, estoy seguro de que los Volturis apreciaran tu ayuda."
Amun resoplo "Quizás esa es la respuesta"
La respuesta de Carlisle fue suave y sincera "Nunca tomaría eso en tu contra, Amun. Hemos sido amigos desde hace mucho, pero nunca te pediría que murieses por mi"
La voz de Amun se controlo "Pero harás que mi Benjamín se vaya abajo contigo"
Carlisle puso sus manos en el hombro de Amun. Amun lo quitó.
"Me quedaré, Carlisle, pero es posible que te abandone, me uniré a ellos si es necesario para sobrevivir, todos ustedes son unos ilusos si creen que pueden vencer a los Volturi" Mostró un gesto de desapruebo y luego suspiro, observando a Renesmee y a mi, añadió en un tono un poco exagerado "Seré testigo de que la niña ha crecido, Esa es la verdad. Cualquiera se daría cuenta"
"Eso es todo lo que hemos pedido"
Amun gruño "Pero no todo lo que has obtenido, al parecer" Volteo hacia Benjamín "Te di vida y la estas gastando"
La cara de Benjamín se vio más fría de las que le he observado, contrastando de forma extraña con su aspecto infantil. "Es una lastima que no pudieses reemplazar mi voluntad con la tuya en el proceso, Quizás así estarías complacido conmigo"
Los ojos de Amun se reducieron. Le hizo un gesto a Kebi, y luego se fueron hacia la puerta principal.
"No se va a marchar" dijo Edward en silencio hacia mi "pero mantendrá su distancia inclusive mas a partir de ahora. No estaba mintiendo cuando hablo de unirse a los Volturi"
"¿Por qué Alistair se fue?" Susurré
"Ninguno es optimista; no dejo ni una nota. Desde su punto es obvio que la pelea es inevitable. A pesar de su actitud, el realmente aprecia a Carlisle para ir hacia los Volturi. Pero supongo que decidió que el riesgo era demasiado" Edward se encogió
A pesar de que la conversación obviamente era entre nosotros dos, por supuesto todos pudieron oír. Eleazar respondió al comentario de Edward como si este se hubiese dirigido hacia todos.
"Por el sonido de sus quejidos, era mas que eso. No habíamos hablado mucho de la agenda de los Volturi, pero Alistair se preocupo de que a pesar de lo mucho que podamos probar tu inocencia, los Volturi no escucharan, El cree que solo están usando una excusa para lograr sus objetivos aquí"

Los vampiros se miraron unos a los otros. La idea de que los Volturi usaran sus propias leyes sacrosantas para ganar no era una idea popular. Solo los rumanos mantuvieron la postura, medio sonrieron de forma irónica. Encontraban divertido ver como pensaban los demás respecto a sus ancianos enemigos.
Muchas discusiones comenzaron a lo bajo, al mismo tiempo, pero fue a los rumanos a quienes escuche. Quizás porque Vladimir seguía lanzándome miradas.
"Realmente espero que Alistair tenga razón en esto" murmuro Stefan a Vladimir. "Sin importar la fuente, las palabras se dispersaran. Es tiempo de que nuestro mundo vea en lo que los Volturi se han convertido. Ellos nunca caerán si todos creen la tontería de que ellos protegen nuestra forma de vida"
"Al menos mientras mandábamos éramos honestos en nuestra forma de ser" Replico Vladimir. Stefan asintió "Nunca nos pusimos sombreros blancos y nos llamamos santos" "Creo que llego el tiempo de pelear" dijo Vladimir "Como te imaginas nunca conseguiremos otra posición tan fuerte, ni otra oportunidad tan buena como esta" "Nada es imposible, quizas algún día - " "Hemos esperado por mil quinientos años, Stefan, y ellos se han vuelto mas fuerte cada año" Vladimir se detuvo a mirarme. No se sorprendió al darse cuenta de que los observaba. "Si los Volturi ganan esta batalla incrementaran el poder con el que vinieron. Con cada poder que agreguen a sus fuerzas. Simplemente piensa en lo que les podría ofrecer esa neófito" - movió su barbilla hacia mi - " y a penas comienza a describir su don. Y el movedor de tierra" Vladimir asintió hacia Benjamín, quien se puso tenso. La mayoría prestaban atención a los rumanos, como yo. "Con sus brujas gemelas no necesitan a la ilusionista o la de manos de fuego" Sus ojos se movieron hacia Zafrina y luego a Kate. Stefan miro a Edward " No es como si el leedor de mentes es necesario. Pero veo tu punto, realmente, ganaran mucho si llegan a triunfar"
"Mas de lo que nos podemos dar el lujo a que ellos ganen, ¿No estas de acuerdo?"
Stefan suspiro "Creo que debo coincidir. Y eso significa…"
"Que nos tenemos que unir contra ellos mientras tengamos esperanza"
"Si pudiéramos detenerlos o por lo menos exponerlos… "
"Entonces, en otro momento, alguien mas terminara el trabajo"
"Y nuestra vendetta llegará"
Hicieron contacto con sus ojos y murmuraron al unísono "Parece la única opción"
"Entonces peleamos" dijo Estefan
Aunque pude ver que se mezclaban la auto-preservación con la venganza, la sonrisa que intercambiaron estaba llena de anticipación.
"Peleamos" Coincidió Vladimir
Supongo que es algo bueno; como Alistair, estaba segura de que la batalla era imposible de evadir, en ese caso, otros dos vampiros mas peleando a nuestro lado, era de ayuda.
Pero la decisión de los rumanos me hizo estremecer.
"Nosotros también lucharemos" dijo Tia, su usual voz grave era mas solemne que nunca "Creemos que los Volturi traspasaran su autoridad. No tenemos deseo de ser de su propiedad" Sus ojos se dirigieron a su compañero. Benjamín aprobó y lanzo una fuerte mirada a los rumanos "Aparentemente, solo soy una comodidad, Parece que tengo que ganarme mi libertad"
"Esta no será la primera vez que me oponga a las decisiones de un rey" soltó Garret en un tono burlón. Camino hasta golpear la espalda de Benjamín
"Aquí esta la libertad, el fin de la opresión"
"Nos mantenemos con Carlisle" dijo Tanya "Y pelearemos con el"
Las palabras de los rumanos parecen haber provocado que los demás se declararan.
"No hemos decidido" dijo Peter. Miro cabizbajo a su compañero; los labios de Charlotte mostraron stress. Parecía como si ella ya hubiese hecho su decisión. Me pregunto cual era.
"Lo mismo va conmigo" dijo Randall
"Y conmigo" añadió Mary
"La manada peleara con los Cullen" dijo Jacob repentinamente "No le tememos a vampiros" añadió con una sonrisa engreída.
"Niños" murmuro Meter
"Infantes" corrigió Randall
Jacob mostró los dientes.
"Bueno, me incorporo" dijo Maggie, resistiéndose a la mano de Siobhan. "Se que la verdad esta del lado de Carlisle. No puedo ignorar eso"
Siobhan miro al miembro mas joven de su grupo, con ojos llenos de preocupación "Carlisle", dijo como si se encontraran solos, ignorando la repentina formalidad de la charla, el inesperado arrebato de declaraciones "No quiero que esto termine en una batalla" "Yo tampoco Siobhan. Sabes que es lo que menos deseo" Dijo con una pequeña sonrisa "Deberías concentrarte en mantenernos en paz"
"Sabes que eso no servirá" dijo.
Me acorde de la charla entre Rose y Carlisle acerca de la líder irlandesa, Carlisle creía que Siobhana tenia un leve poder que hacia que las cosas salieran a su modo - sin embargo Siobhan no creía lo mismo.
"No lastimara a nadie" dijo Carlisle
Siobhana volteo los ojos. "¿Debería visualizar lo que deseo?" pregunto sarcásticamente.
Carlisle respondió con una leve sonrisa "Si no te importa"
"De ese modo, no hay necesidad de que mi grupo se declaro ¿verdad?" respondió
"Ya que no habrá una pelea" Puso su mano tras el hombro de Maggie.
La mayoría de los que se encontraban en el cuarto se encontraban sorprendidos a su, claramente, intercambio chistoso, pero no lograban entender.
Ese fue el final de los discursos dramáticos en la noche. El grupo lentamente se disperso, algunos para cazar, otros para pasar el rato con los libros de Carlisle, la televisión o la computadora.
Edward, Renesmee y yo fuimos a cazar. Jacob se nos unió
"Entupidas sanguijuelas" murmuro para si mismo cuando salio "Se creen tan superiores" gruño
"Se sorprenderán cuando los infantes salven sus superiores vidas, ¿verdad?" dijo Edward.
Jake sonrió y golpeo su hombro "Claro que lo harán"
Esta no seria nuestra ultima caza. Todos cazaremos otra vez cuando se acerque el momento en el que esperamos lleguen los Volturi. Como la fecha tope no era exacta, planeábamos estar algunas noches afuera en la gran cancha de béisbol, esperando vero lo que Alice observo, solo por si acaso. Todos sabíamos que vendrían un día en el que la nieve se mantenga en el suelo. No queríamos que los Volturi se acercaran al pueblo. Y Demetri los guiaría a cualquier lado en el que estemos. Me pregunte a quien rastrearían, y supuse que seria a Edward ya que no podían hacerlo conmigo.
Pensé en Demetri mientras cazaba, prestando poca atención a mi presa, o a como caía la nieve que finalmente aparecía pero se derretía antes de tocar el suelo rocoso. ¿Demetri se percataría de que no puede rastrearme? ¿Qué pensaría de eso? ¿Que pensaría Aro? ¿O Edward se equivocaba? Habían algunas excepciones en los que mi escudo no servia. Todo lo que estuviese fuera de mi menta era vulnerable - abierto a lo que Jasper, Alice y Benjamín podían hacer. Quizás el talento de Demetri funcionaba diferente también.
Entonces tuve un pensamiento que me devolvió a donde estaba. El casi derretido copo de nieve que caía por mis manos hacia el suelo. Copo derritiéndose cerca del calido cuerpo que aun hacia algunos sonidos. Me puse en blanco al ver mis manos ensangrentadas.
Edward vio mi reacción y se apresuro a mi lado, dejando su propia muerte sin finalizar.
¿Qué ocurre? Pregunto con voz leve. Sus ojos atravesaron todo el bosque, buscando lo que sea que haya alterado mi comportamiento.
"Renesmee" dije como estrangulada
"Esta entre esos árboles" me aseguro. "Puedo oír sus pensamientos y los de Jacob. Esta bien"
"No es eso a lo que me refiero" dije "Estaba pensando en mi escudo - tu realmente crees que vale algo, que puede ser de ayuda. Se que los demás esperan que pueda proteger a Zafrina y a Benjamín, incluso si lo puedo mantenerlo algunos segundos. ¿Qué pasa si me equivoco" ¿Qué pasa si tu confianza en mi es la razón por la que fallamos?" Mi voz se estaba transformando en histeria, sin embargo tenia suficiente control para mantenerlo bajo, no quería molestar a Renesmee.
"Bella ¿Qué te hizo pensar en eso? Claro, es grandioso que puedas protegerte a ti misma, pero no eres responsable en salvar a nadie más. No te estreses innecesariamente"
"pero ¿Qué pasa si no puedo proteger nada?" susurre de forma apagada. "Lo que hago esta lleno de errores! No tiene ni ritmo ni razón. Quizás no pueda hacer nada en contra de Alec" "Shh" me siseo. "No te alteres. Y no te preocupes de Alec. Lo que el hace no es diferente a Jane o Zafrina. Es solo una ilusión - no puede entrar mas allá de tu mente de lo que yo puedo" "Pero Renesmee lo hace!!" Sisee frenéticamente por mis dientes "Parecía tan natural que nunca lo cuestione. Es parte de lo que ella es. Pero ella introduce sus pensamientos en mi mente, igual a como lo hace con el resto de las personas. Mi escudo tiene huecos, Edward!".
Lo mire desesperadamente, esperando a que el desconociera mi terrible revelación. Sus labios dudaron, como si tratara de decidir como decir algo. Su expresión fue perfectamente relajada.
"Pensaste en esto hace ya tiempo, ¿verdad? Inquirí, sintiéndome como una idiota por los meses que pase ignorando lo obvio.
Desde una esquina de su boca soltó una tenue sonrisa "Desde el momento en el que te toco por primera vez"
Suspire por mi propia estupidez. Pero su calma me tranquilizó un poco "Y esto no te molesta? ¿No le encuentras como un problema?"
"Tengo dos teorías, una mas agradable que la otra"
"Dame la mas desagradable primero"
"Bueno, ella es tu hija" señalo "genéticamente, mitad tu, antes me burlaba de cómo tu mente estaba en otra frecuencia, quizas ella tiene la misma"
Esto no me convencía "Pero tu la oyes igual a como todos la oyen. Y ¿que tal si Alec corre por la misma frecuencia? ¿Que tal si-? " Puso un dedo en mis labios "Ya considere eso. Por lo que me parece que la siguiente teoría es mas agradable"
Hice sonar mis dientes y espere
"¿Te acuerdas de lo que Carlisle dijo sobre ella, después de que te mostrara su primera memoria?
Claro que me acuerdo. "El dijo, es un interesante giro, Como si hiciera exactamente lo opuesto a lo que tu puedes hacer"
"Si, entonces me estaba preguntando, quizas ella tomo tu talento y lo invirtió también"
"Tu mantienes a todos afuera" comenzó
"Entonces ¿nadie la mantiene afuera a ella?" Terminé
"Esa es mi teoría" dijo "Y si ella puede entrar a tu cabeza, dudo que haya otro escudo que la pueda mantener afuera, eso ayuda, por lo que hemos visto, nadie duda de sus pensamientos en el momento en el que ella se los muestra. Y creo que nadie puede evitar que se los muestre, si ella se acerca lo suficiente. SI Aro le permite explicarse…"
Me encogí al pensar en Renesmee tan cerca de los ojos avariciosos y cremosos de Aro
"Bueno" dijo moviendo acariciando mis hombros "Al menos no hay nada que detenga que vea la verdad"
"¿Pero es la verdad lo suficiente como para detenerlo?" le cuestione
Para eso, Edward no tenía respuesta.

kiirusa dijo...

muchas gracias Mónica!!!

ahora mismo los subo =D
q ayer no estube en todo el dia y se me olvido habisar e.e

weno bsososo

Anónimo dijo...

Por nada!! estoy muy feliz por el empeño que todos los fans estan poniendo para tener todo el libro traducido en el menor tiempo posible... Tu blog es fantastico!!! si tengo nuevos capitulos te los paso en algun comment.. besooos!!!
Mónica =D

kiirusa dijo...

ok wapa!!! ya falta poco para terminar de traducir el libro entero waaah solo 9 capitulos y medio =D

gracias por pasarte monica
bsosos ^3^

kiirusa dijo...

alguien tiene el cap 21 enterooo???????????????????????????????????????????????????