jueves, 7 de agosto de 2008

Cap 21 - Primera Caza

“¿La ventana?” pregunté.Nunca antes había tenido miedo a las alturas en si, pero ser capaz de ver todos esos detalles con tal claridad hizo la perspectiva menos atractiva. Los ángulos de las rocas de abajo eran más puntiagudos de lo que hubiera imaginado.Edward sonrió. “Es la salida más conveniente. Si estás asustada, puedo cargarte.”“Tenemos toda la eternidad, y ¿estás preocupado por el tiempo que me tomará caminar por la puerta trasera?”Ligeramente frunció el ceño. “Renesmeé y Jacob están abajo…”“Oh.”Cierto. Yo era el monstruo ahora. Tenía que mantenerme alejada de olores que podrían provocar mi lado salvaje. De la gente que amaba en particular. Incluso de aquellos que no conocía todavía.“¿Renesmeé se…encuentra bien…con Jacob ahí?” susurré. Me di cuenta tarde que debió haber sido el corazón de Jacob el que había oído abajo. Escuché atentamente de nuevo, pero sólo podía oír un pulso. “A él no le gusta mucho.”Los labios de Edward se apretaron de un modo raro. “Créeme, ella está perfectamente a salvo. Sé exactamente lo que Jacob está pensando.”“Claro,” murmuré, y miré al piso de nuevo.“¿Paramos?” me retó.“Un poco. No se cómo…”Yo estaba muy conciente de mi familia atrás de mí, mirándome silenciosamente. La mayor parte del tiempo. Emmett ya se había reído entre dientes una vez. Un error, y se estaría revolcando en el suelo. Y luego las bromas acerca del único vampiro torpe del mundo comenzarían…Además, este vestido-que Alice me había puesto en algún momento en que estaba tan perdida en el bochorno para no darme cuenta-no era lo que yo hubiera elegido para atacar o cazar. ¿Una seda celeste entallada? ¿Para qué pensó que lo necesitaría? ¿Había una fiesta de cocktail después?“Mírame,” dijo Edward. Y luego, muy casualmente, dio un paso afuera de la ventana, y cayó.Observé cuidadosamente, analizando el ángulo por el cual torció sus rodillas para amortiguar el impacto. El sonido de su aterrizaje fue muy bajo - un amortiguado ruido que podría haber sido una puerta cerrada suavemente, o un libro colocado en una mesa con delicadeza.No me pareció difícil.Apretando mis dientes mientras me concentraba, traté de imitar su casual paso al aire vacío.¡Ah! La tierra parecía moverse hacia mí tan lentamente que no se me hizo difícil colocar mis pies-¿qué zapatos me había puesto Alice? ¿Tacos aguja? Se había vuelto loca-no fue nada difícil acomodar mis estúpidos zapatos perfectamente, parecía que estuviera caminando en una superficie plana.Amortigüé el impacto con la parte redonda de mis pies, no queriendo separar mis delgados talones. Mi aterrizaje fue tan tranquilo como el de él. Le dirigí una gran sonrisa.“Perfecto. Fácil.”Me devolvió la sonrisa. “¿Bella?”“¿Si?”“Eso fue bien elegante – incluso para un vampiro.”Lo consideré por un momento y luego mostré una sonrisa de oreja a oreja. Si sólo lo estuviera diciendo por decir, entonces Emmett se hubiera reído. Nadie encontró su comentario algo gracioso, entonces debió ser cierto. Era la primera vez que alguien usaba la palabra elegante en mí en toda mi vida… o, bueno, existencia, como sea.“Gracias” le dije.Y luego me quité los zapatos de plata satinada uno por uno y los enganché para tirarlos por la ventana abierta. Un poco fuerte, quizá, pero escuché a alguien agarrarlos antes que dañara el revestimiento de la madera.Alice se quejó, “Su sentido de la moda no ha mejorado nada como su equilibrio.”Edward tomó mi mano – no podía dejar de maravillarme frente a la suavidad y cómoda temperatura de su piel - y se lanzó al jardín de atrás por el borde del río. Lo pude seguir sin esfuerzo alguno.Todo lo físico era tan simple.“¿Vamos a nadar?” le pregunté cuando paramos al costado del agua.“¿Y arruinar tu lindo vestido? No. Vamos a saltar.”Apreté mis labios, considerándolo. El río era como cincuenta yardas de ancho.“Tú primero,” dije.Acarició mi mejilla, dio dos pasos atrás rápidamente y luego volvió corriendo esos mismo dos pasos, empujándose de una piedra llana encajada firmemente el la orilla del río. Estudié sus rápidos movimientos formaba un arco encima del agua, finalmente dando un salto mortal desapareció entre los gruesos árboles al lado del río.“Fanfarrón”, musité y escuché su risa invisible.Retrocedí cinco pasos, sólo porsiacaso, y respiré profundamente.De repente, estaba ansiosa de nuevo. No porque fuera a caerme o a lastimarme – estaba más preocupada por cuán malogrado quedaría el bosque.Vino lento, pero podía sentirlo ahora – la cruda y masiva fuerza en mis piernas. De repente estaba segura de que si quería hacer un túnel por debajo del agua, o si quería golpear o agarrar un camino directamente por el lecho de las rocas, no me tomaría mucho tiempo. Las cosas que estaban a mi alrededor – los árboles, los arbustos, las rocas… la casa – habían empezado a verse muy frágiles.Esperanzada en que Esme no tuviera una preferencia en algún árbol en particular, di mi primer paso largo. Y luego paré cuando el satén apretado se rompió seis pulgadas en mi muslo. ¡Alice!Bueno, Alice siempre trataba a la ropa como algo desechable, o sea, sólo lo usaba una vez, así que no debería importarle esto. Doblé con cuidado la parte intacta de la parte inferior derecha de la ropa entre mis dedos y, ejerciendo la mínima cantidad de presión posible, rasgué el vestido hasta que se abrió dejando mi muslo expuesto. Luego arreglé el otro lado para que no desentonara.Mucho mejor.Podía oír las risas sordas en la casa, e incluso a alguien apretar los dientes. La risa venía del primer y segundo piso, y fácilmente reconocí la gran diferencia, una risita áspera y ronca del primer piso.¿Así que Jacob también estaba mirando? No pude imaginar lo que estaba pensando ahora, o que estaba haciendo todavía ahí. Yo había previsto nuestro reencuentro – si me pudiera perdonar alguna vez – en algún tiempo lejano en el futuro, cuando estuviera más estable, y el tiempo haya curado las heridas que le hice a su corazón.No volteé a mirarlo ahora, cautelosa con mis cambios de humor. No sería bueno dejar que cualquier emoción se hiciera demasiado fuerte en mis estados de ánimo. Los miedos de Jasper me tenían al borde también. Tenía que cazar antes de lidiar con cualquier otra cosa. Traté de olvidar todo eso para poder concentrarme.“¿Bella?” Edward me llamó desde el bosque, su voz se acercaba. “¿Quieres ver de nuevo?Pero recordé todo perfectamente, claro, no quería darle a Emmett más razones para que encontrara mi educación más graciosa. Esto era algo físico – debe ser instintivo. Así que respiré hondo y corrí por el río.Libre por mi falda, me tomó sólo un salto largo para alcanzar el borde el agua. Sólo ochenta y cuatro milésimas de segundo, y eso todavía era bastante tiempo - mis ojos y mi mente se movieron tan rápido que un solo paso fue suficiente. Fue simple posicionar mi pie derecho contra la piedra lisa y ejercer la presión adecuada para que mi cuerpo no se vaya volando por el aire. Estaba prestando más atención en dirigir esa fuerza que me equivoqué en la cantidad de poder necesario – pero al menos no me equivoqué el la parte donde me habría mojado. La anchura de cincuenta yardas era una distancia ligeramente fácil.Fue una cosa extraña, vertiginosa, electrizante, pero pequeña. Tuvo que pasar un segundo entero, y ya había cruzado.Esperaba que el paquete cerrado de árboles fuera un problema, pero fueron sorprendentemente ayudadores. Fue algo simple el estirar una mano segura mientras caía hacia la tierra adentro en el bosque y agarrarme de una rama conveniente; me balanceé ligeramente en mis pies y aterricé con los dedos, todavía a quince pies de la tierra en una amplia rama de Sitka.Fue grandioso.Por encima de sonido de mi risa encantada, pude oír a Edward corriendo para encontrarme. Mi saltó había sido el doble de largo que el de él. Cuando alcanzó mi árbol, sus ojos estaban ensanchados. Con agilidad, salté hacia la rama de su lado, aterrizando en silencio otra vez en la parte redonda de mis pies.“¿Estuvo bueno?” me pregunté, mi respiración se aceleró con excitación.“Muy bueno.” Sonrió orgulloso, pero su tono casual no coincidió con la expresión de sorpresa en sus ojos.“¿Podemos hacerlo de nuevo?”“Concéntrate, Bella – estamos en una salida de cacería.”“Oh, cierto.” Asentí. “Cacería.”“Sígueme… si puedes.” Sonrió abiertamente, su expresión de repente tentadora, y echó a correr.Él era más rápido que yo. No pude imaginar cómo movía sus piernas con tanta asombrosa velocidad, pero estaba más allá de mí. Pero, yo era más fuerte, y cada paso mío era como tres pasos de él. Y entonces volamos por medio de la red verde viva, juntos, siguiendo a nada. Mientras corría, no pude evitar reírme despacio por la emoción; la risa no me detenía o me desconcentraba.Finalmente pude entender por qué Edward nunca se chocaba con los árboles mientras corría – una pregunta que siempre había sido un misterio para mí. No era una sensación peculiar, el equilibrio entre la velocidad y la claridad. Puesto que, mientras me disparaba, bajo, y por el laberinto en un grado que debería haber reducido todo a mí alrededor a unas simples manchas verdes, pude ver claramente cada diminuta cosa en esas manchas mientras pasaba.El viento de mi velocidad sacudía mi cabello y mi rasgado vestido detrás de mi, y, aunque sabía que no debería, se sintió caliente en mi piel. Así como el rudo piso del bosque no debería sentirse como un terciopelo bajo mis desnudas suelas, y así como mis brazos y piernas no deberían sentir que estuviera esquivando suaves plumas en vez de ramas.El bosque no estaba tan vivo como pensaba – pequeñas criaturas cuyas existencias nunca hubiera adivinado abundaron en las hojas a mi alrededor. Todas continuaron silenciosas después que pasamos, su respiración rápida con miedo. Los animales tenían una reacción mucho más sabia a nuestro olor que las personas humanas. Seguramente había tenido un efecto contrario en mí.Seguí esperando para sentirme ventilada, pero mi respiración llegó sin esfuerzo alguno. Esperé el momento en que comenzarían a quemarme los músculos, pero mi fuerza sólo parecía incrementarse mientras me acostumbraba a mis grandes pasos. Mis sobresaltados huesos se estrechaban más y más, y en un momento él trataba de mantener mi ritmo. Me reí de nuevo, exuberantemente, cuando lo escuché quedándose atrás. Mi pie desnudo empezó a tocar el suelo rara vez que parecía que estuviera volando.“Bella” llamó secamente, su voz incluso, ociosa. No pude oír nada más; se había detenido.Brevemente lo consideré un motín.Pero, con un suspiro, giré y salté tranquilamente a su lado, unas cien yardas atrás. Lo miré expectante. Él estaba sonriendo, con una ceja levantada. Era tan hermoso que sólo pude quedarme mirando.“¿Querías quedarte en el país?” preguntó divertido. ¿O planeabas continuar hasta Canadá esta tarde?”“Así está bien”, asentí, más concentrada en la manera en que sus labios se movían mientras hablaba que en sus palabras. Fue difícil no distraerse con tantas cosas que podía ver con mis ojos nuevos. “¿Qué estamos cazando?”“Ahora cierra tus ojos”, murmuró. Cuando obedecí, él levanto sus manos hacia mi rostro, apretando mis mejillas. Sentí mi respiración acelerarse y esperé brevemente por el rubor de mis mejillas que nunca más llegaría.“Escucha”, me instruyó Edward. “¿Qué puedes oír?”Todo, pude haber dicho; su perfecta voz, su respirar, el rozar de sus labios mientras hablaba, el susurrar de los pájaros moviendo sus plumas con el paso del viento, el aleteo de sus latidos, las hojas de arce reunidas a la fuerza, el débil congeniar de las hormigas siguiendo una larga línea en la corteza del árbol más cercano. Pero yo sabía que él se refería a algo más específico, así que dejé que mis oídos escucharan más allá de nosotros, buscando algo diferente a los zumbidos de vida que me rodeaban. Había un espacio abierto cerca de nosotros – el viento tenía un sonido diferente a en medio de ese pasto expuesto - y un pequeño riachuelo con un lecho de rocas. Y allí, cerca del sonido del agua, había un chapotear de lenguas sedientas, el alto rugir de corazones pesados, el fuerte bombear de torrentes de sangre…Sentí como si las paredes de mi garganta se cerraran.“Por el arrollo, ¿al noroeste?” pregunté, mis ojos todavía cerrados.“Si.” Su tono era de aprobación. “Ahora…espera por la brisa de nuevo y…¿qué hueles?”Mayormente a él - su extraño perfume miel-lilas-y-sol. Pero también el pesado olor a tierra y madera podrida y musgos, la resina de las hojas por siempre verdes, el calor, un aroma casi a nuez de esos pequeños roedores encogidos bajo el árbol. Y luego, saliendo a flote de nuevo, el olor claro del agua, que sorprendentemente no me causó ninguna sensación de sed. Me concentré más allá de agua y encontré el olor que se debió irse con el sonido sediento y el corazón punzante. Otro cálido olor, pesado y fuerte, más fuerte que los otros. Y casi tan pronto como lo sentí, respingué mi nariz.Se rió entre dientes. “Lo sé – toma tiempo acostumbrarse.”“¿Tres?” adiviné.“Cinco. Hay dos más en los árboles atrás de ellos.”“¿Qué hago ahora?”Su voz sonó como si estuviera sonriendo. “¿Qué tienes ganas de hacer?”Lo pensé, mis ojos todavía cerrados mientras escuchaba y respiraba ese olor. Otra batalla de sed empezó en mi conciencia y de repente el calor, ese olor tan fuerte no era del todo desagradable. Al menos sería algo caliente y húmedo en mi boca disecada. Mis ojos se abrieron de repente.“No lo pienses,” me sugirió mientras bajaba sus manos de mi rostro y daba un paso hacia atrás. “Sólo sigue tus instintos.”Me dejé llevar por el olor, apenas preocupada por mis movimientos mientras me deslizaba hacia el prado de donde venía el torrente. Mi cuerpo avanzó automáticamente y me puse en cuclillas en el borde de helechos del árbol, vacilando. Pude ver un ciervo grande, dos docenas de puntos adornando sus cuernos, en el borde del agua, y las borrosas sombras de los otros mientras se dirigían hacia el este, adentrándose en el bosque sin prisa.Me centre en el olor del macho, un punto cálido en su cuello peludo, donde la calentura y el pulso eran más fuertes. Sólo treinta yardas – dos o tres saltos – entre nosotros. Entré en tensión para el primer salto.Pero mientras mis músculos se preparaban, el viento se levantó, soplando más fuerte ahora, y desde el sur. No me paré a pensar, me lancé fuera de los árboles en un camino perpendicular a mi plan original, asustando a los alces en el bosque, corriendo detrás de una nueva fragancia tan atractiva que no me daba otra opción. Estaba obligada a hacerlo.El olor me llenó por completo. Estaba con la mente en una sola cosa, preocupada sólo por el olor que tenía que acabar. La sed empeoró, tan dolorosa ahora que confundió todos mis pensamientos y empecé a recordar el ardor del veneno en mis venas.La única cosa que tenía opción de penetrar mi concentración, un instinto más poderoso, más básico de lo que necesitaba para apagar el fuego - era el instinto de protegerme del peligro. Auto preservación.De repente estuve alerta por el hecho que había estado siguiendo. El pulso del irresistible olor luchó el impulso de detenerme y defender mi presa. Una burbuja de sonido salió de mi pecho, mis labios se retiraron de su propio acuerdo de exponer mis dientes en alerta. Mi pie bajó su marcha, la necesidad de proteger mi lucha contra el deseo de saciar mi sed.Y luego pude oír mi victoria de perseguidor, y defensa ganada. Cuando giré, el creciente sonido raspó mi garganta.El gruñido salvaje que salió de mi boca, fue tan inesperado que me paralizó. Me perturbó y me ayudó a limpiar mi cabeza por un segundo – la sed – la neblina retrocedió, aunque la sed quemara todavía.El viento se levantó, llevando el olor de tierra húmeda y viniendo directo hacia mi rostro, liberándome del ardor del olor anterior – un olor tan delicioso que sólo podía ser humano.Edward dudó unos pies atrás, sus brazos levantados cómo si fuera a abrazarme – o detenerme. Su rostro estaba absorto y cauto mientras me congelé, horrorizada.Me di cuenta que había estado a punto de atacarlo. Con un fuerte tirón, me levanté de mi posición defensiva. Contuve mi aliento mientras volvía a concentrarme, temiendo el poder de la fragancia que arremolinaba desde el sur.Pudo ver la razón regresando a mi rostro, y dio un paso hacia mí, bajando sus brazos.“Tengo que irme de aquí”, dije entre dientes, usando todo el aire que tenía.El asombro cruzó su rostro. “¿Puedes irte?”No tenía tiempo para preguntarle lo que quiso decir con eso. Sabía que la habilidad de pensar claro duraría sólo el tiempo que pudiera dejar de pensar en…Rompí a correr de nuevo, directo hacia el norte, concentrada únicamente en el incómodo sentimiento de privación sensorial que parecía ser único responsable de que mi cuerpo careciera de aire. Mi único objetivo estaba lo suficientemente alejado que el olor que completamente perdido. Imposible de encontrar, incluso si cambiaba de parecer…Una vez más, estaba conciente de que era seguida, pero ahora estaba más sana. Luché con el instinto de respirar – usar los sabores en el aire para asegurarme que era Edward. No tenía que luchar sola; aunque ahora corría más rápido que antes, disparada como una cometa directamente a través del camino que podía encontrar en los árboles; Edward se acomodó a mi paso después de un corto tiempo.Un nuevo pensamiento cruzó mi mente, y paré en seco, plantando mi pie. Estaba segura de que aquí estaría a salvo, pero contuve mi aliento sólo porsiacaso.Edward me pasó, sorprendido por mi congelamiento repentino. Dio la vuelta y estuvo a mi lado en menos de un segundo. Puso sus manos en mis hombros y me miró fijamente a los ojos, todavía dominado por el asombro.“¿Cómo hiciste eso?” exigió.“Me permitiste golpearte hace un rato, ¿no?” exigí en respuesta, ignorando su pregunta. ¡Y pensé que lo había estado haciendo tan bien!Cuando abrí mi boca, pude saborear el aire – ya no estaba contaminado, sin rastro alguno del fuerte perfume que me había atormentado. Respiré cuidadosamente.Él sacudió su cabeza, rehusándose a desviarse de su pregunta. “Bella, ¿cómo lo hiciste?”“¿Huir? Contuve mi aliento.”“Pero, ¿cómo te abstuviste de cazar?”“Cuando viniste detrás de mí… discúlpame por eso.”“¿Por qué te disculpas? Yo era el que estaba espantosamente cuidadoso. Asumí que nadie estaría muy lejos de aquí, pero debí haber chequeado primero. ¡Un error tan estúpido! Tú no tienes nada de qué disculparte.”“¡Pero te gruñí!” todavía estaba horrorizada que era capaz de tal blasfemia.“Claro que lo hiciste. Es algo natural. Pero no puedo entender cómo huiste.”“¿Qué más podía hacer?” pregunté. Su actitud me confundía - ¿qué quería que hubiese pasado? “Quizá era algún conocido.”Me asustó con su repentina carcajada, moviendo su cabeza y dejando un eco en los árboles.“¿Por qué te ríes de mí?”Por un momento paró, y pude ver de nuevo su rostro cauteloso.Contrólate, pensé. Tenía que controlar mi temperamento. Como si fuera un licántropo joven en vez de un vampiro.“No me estoy riendo de ti, Bella. Me río porque estoy en shock. Y estoy así porque estoy completamente maravillado.”“¿Por qué?”“No deberías haber sido capaz de hacer algo como esto. No deberías haber sido tan… racional. No deberías haber sido capaz de estar discutiendo esto conmigo tan fresca y calmada. Y, más que cualquier otra cosa, no deberías haber sido capaz de detenerte a medio de una caza con el olor de un humano en el aire. Incluso los vampiros más maduros tienen dificultades con eso – siempre somos muy cuidadosos de donde cazamos para no ponernos tentaciones. Bella, tu comportamiento es como de un vampiro de décadas en vez de días.”“Oh.” Pero sabía que sería difícil. Por eso estaba tan...en guardia. Esperaba que fuera difícil.Puso sus manos en mi rostro de nuevo, y sus ojos estaban maravillados. “Que no hubiera dado por ser capaz de ver en tu mente sólo por este momento.”Emociones tan fuertes. Estuve preparada para la parte sedienta, pero no para esto. Estaba tan segura que no sería lo mismo cuando me tocara. Bueno, la verdad, no era lo mismo.Era más fuerte.Deslicé mis dedos en su rostro; deteniéndome en sus labios.“¿Pensé que no sentiría esto por un buen tiempo?” Mi incertidumbre hizo de las palabras una pregunta. “Pero todavía te deseo.”Parpadeó en shock. “¿Cómo puedes concentrarte es eso? ¿No estás desesperadamente sedienta?”Claro que lo estaba, ¡ahora que me lo recordó!Traté de tragar y luego suspiré, y cerré mis ojos como antes para poder concentrarme. Dejé que mis sentidos descubrieran la variedad que me rodeaba, esta vez estaba tensa, sólo en caso de que me impactara de nuevo ese delicioso olor taboo.Edward dejó caer sus manos, yo ni siquiera respiraba mientras escuchaba cada vez más lejos en la red verde viva, cernida a través de los olores y sonidos por algo que no saciaría mi sed completamente. Había algo diferente, un débil rastro al este…Mis ojos se abrieron, pero mi concentración estaba todavía en el olor cortante mientras me volteaba y me lanzaba silenciosamente hacia el este. Parecía que la tierra se levantara casi inmediatamente, me puse en posición de caza y corrí, cerca del piso, entre los árboles mientras era más fácil. Sentí perfectamente a Edward conmigo, deslizándose silenciosamente por el bosque, dejándome a mí, guiar.La vegetación se dispersaba mientras íbamos costa arriba; el olor a campo y resina se hacía más fuerte, mientras seguía el camino que me había trazado – era un olor cálido, más cortante que el del alce y más atractivo. Unos segundos más y pude oír paso amortiguado del inmenso pie, más ligero que el crujir de unos cascos. El sonido crecía – más en las ramas que en el suelo. Automáticamente entré como una flecha entre las ramas, ganando una posición estratégica, a mitad de camino de un abeto de plata alto.El sonido de las patas ahora estaba debajo de mí; el fuerte olor estaba muy cerca. Mis ojos señalaban cada movimiento con el sonido, y vi el gran gato escabulléndose a lo largo de una amplia rama de pincea, abajo y a la izquierda de la mía. Era grande – fácil cuatro veces yo. Sus ojos estaban absortos debajo de él; el gato estaba cazando también. Capté el olor de algo más pequeño, suave a lado del aroma de mi presa, agachado bajo el árbol. La cola del león tiró espasmódicamente cuando se dispuso a saltar.Con una luz enlazada, salté y aterricé en la rama del león. Él sintió que la madera tembló y giró, gruñendo desafiante. Cortó el espacio entre nosotros, sus ojos brillaban de furia. Medio loca con la sed, ignoré los colmillos expuestos y las garras y me lancé hacia él, cayendo los dos al suelo forestal.No fue tanto una pelea.Sus garras filudas fueron como suaves dedos al momento que tocó mi piel. Sus dientes no encontraron nada que arrancar en mis hombros y en mi garganta. Su peso no era nada. Mis dientes infaliblemente buscaron su garganta, y su instintiva resistencia era lastimosamente débil a comparación de mi fuerza. Mis mandíbulas se cerraron fácilmente en el punto preciso donde se concentraba el flujo del calor.Fue como morder mantequilla. Mis dientes eran como navajas de acero; cortaron la piel y la grasa como si no estuvieran ahí.El sabor no era el correcto, pero la sangre era caliente y húmeda y esto calmó la desigualdad, la sed picante cuando bebí con prisa impaciente. Los esfuerzos del gato por liberarse fueron cada vez más débiles y sus gritos se ahogaron con un gorjeo. La calentura de la sangre irradió por todo mi cuerpo, quemando la punta de mis dedos y pies.El león estuvo terminado antes que yo lo hiciera. La sed flameó de nuevo cuando Edward corrió hacia mí, y yo empujé el cadáver en repugnancia. ¿Cómo podía seguir sedienta después de eso?Me erguí en un rápido movimiento. Parada, me di cuenta que estaba hecha una porquería. Retiré mi rostro atrás de mi brazo y traté de arreglar el vestido. Las garras que habían sido ineficaces contra mi piel, tuvieron más éxito con el delgado vestido.“Hmm,” dijo Edward. Levanté la mirada para verlo descansando casualmente en el tronco de un árbol, mirándome pensativamente.“Creo que pude haberlo hecho mejor.” Estaba totalmente sucia, mi cabello enredado, mi vestido manchado con sangre y rasgado. Edward no regresaba de cacería luciendo así.“Lo hiciste perfectamente bien,” me aseguró. “Es sólo que… fue mucho más dificultoso ver para mí de lo que había pensado.”Levante mis cejas, confundida.“Va contra el punto,” me explicó, “dejarte luchar con leones. Tuve un ataque de ansiedad todo el tiempo.”“Tonto.”“Lo sé, los viejos hábitos nunca mueren. Aunque, me gusta los arreglos de tu vestido.”Si hubiera podido sonrojarme, lo habría hecho. Pero cambié el tema. “¿Por qué todavía estoy sedienta?”“Porque eres joven.”Suspiré. “Y supongo que no hay otro león cerca.”“Pero hay muchos ciervos.”Hice una mueca. “No huelen tan bien.”“Herbívoros. Los carnívoros huelen casi como los humanos,” me explicó.“No tanto como los humanos,” le dije en desacuerdo, tratando de no recordar.“Podemos regresar.” Dijo solemnemente, pero había sombras bajo sus ojos. “Quienquiera que estuviera ahí, si eran hombres, probablemente no les importaría morir si tú fueras el que los entretiene.” Su mirada bajó hacia mi rasgado vestido de nuevo. “De hecho, pensarían que estaría listos para morir e ir al cielo en el momento que te vieran.”Volteé los ojos. “Vamos a cazar algún apestoso herbívoro.”Encontramos una gran manada de ciervos en el camino de vuelta a casa. Esta vez, cazamos juntos, ahora ya había conseguido hacerlo mejor. Cacé un ciervo más o menos grande, haciendo casi tanta basura como había hecho con el león. Edward había terminado con dos cuando yo recién terminaba con el primero, sin un solo pelo desordenado, ni una mancha en su camisa blanca. Perseguimos a la manada dispersada y aterrorizada, pero en vez de alimentarme, esta vez, me concentré en analizar con cuidado cómo él era capaz de caza con tanto esmero.Todas las veces que deseé que Edward no tuviera que dejarme cuando iba a cazar, estaba en secreto, un poco aliviada. Ya que estaba segura que ver esto sería horroroso, aterrorizante. El verlo cazar finalmente lo hizo ver como un vampiro para mí.Claro, había mucha diferencia desde esta perspectiva, ahora yo era un vampiro. Pero dudé que incluso mis ojos humanos hubieran perdido la belleza aquí.Fue una experiencia sorprendentemente sensual ver a Edward cazando. Sus saltos relajados fueron como el arrastrar sinuoso de una serpiente; sus manos estaban tan seguras, tan fuertes, tan completamente inevitables; sus labios eran perfectos cuando se separaron dejando ver sus relucientes dientes. Era glorioso. Sentí una repentina sacudida de orgullo y deseo.Él era mío. Nada podía separarnos ahora. Era demasiado fuerte como para ser separada de su lado.Lo hizo muy rápido. Se volteó y me miró curiosamente mientras exploraba mi expresión.“¿Ya no tienes sed?” preguntó.Encogí los hombros. “Me distrajiste. Eres mucho mejor que yo.”“Siglos de práctica.” Sonrió. Sus ojos eran desconcertantemente dulces con una sombra de oro miel.“Sólo uno,” lo corregí.Edward se rió. “¿Terminaste por ahora? ¿O quieres continuar?”“Ya terminé, creo.” Me sentí llena. No estaba segura de cuánto líquido podría entrar en mi cuerpo. Pero el ardor de mi garganta ya estaba algo calmado. Y luego, de nuevo, yo sabía que la sed era sólo una inevitable parte de esta vida.Pero valía la pena.Me sentí controlada. Quizá mi sentido de la seguridad era falso, pero me sentí muy bien por no haber matado a nadie hoy. Si tan solo pudiera resistirme totalmente a los humanos, ¿sería capaz de soportar el olor del hombre lobo y a la pequeña medio-vampiro que amaba?“Quiero ver a Renesmeé,” dije. Ahora que mi sed estaba saciada (casi totalmente), mis primeras preocupaciones fueron difíciles de olvidar. Quería reconciliar la extraña que era mi hija con la criatura que amaba hace tres días. Era raro, se sentía mas no tenerla adentro de mí. Abruptamente, me sentí vacía e inquieta.Edward estiró su mano hacia mí. La tomé, y sentí su piel más caliente que antes. su mejilla estaba débilmente sonrojada, las sombras bajo sus ojos se habían borrado.Era incapaz de acariciar su rostro otra vez. Y otra vez.Olvidé a medias que esperaba una respuesta a mi petición mientras miraba fijamente a sus dorados ojos.Fue casi tan difícil como había sido huir del olor de la sangre humana, pero de alguna manera tuve la necesidad en mi cabeza de ser cuidadosa, cuando estiré en la punta de mis dedos y enrosqué mis brazos a su alrededor. Gentilmente.Él no vacilaba en sus movimientos; sus brazos rodearon mi cintura y me estrechó contra su cuerpo. Sus labios aplastaron los míos, pero se sintieron suaves. Mis labios ya no se amoldaron a los suyos; ahora ya tenían su propio lugar.Como antes, fue como su el toque de su piel, de sus labios, de sus manos, penetraban directamente a través de mi lisa, y dura piel hasta mis nuevos huesos. Directamente al centro de mi cuerpo. No podía imaginar amarlo más de lo que lo hacía ahora.Mi antigua mente no hubiera sido capaz de aguantar tanto de su amor. Mi antiguo corazón no hubiera sido lo suficientemente fuerte como para soportarlo.Quizá esta era la parte de mí que había salido a relucir con más intensidad en mi nueva vida. Como la compasión de Carlisle y la devoción de Esme. Quizá nunca sería capaz de hacer algo interesante o especial como Edward, Alice, y Jasper hacen. Quizá sólo amaría a Edward más que cualquiera en la historia del mundo hubiera amado a alguien.Podía vivir con eso.Recordé partes de esto – enroscando mis dedos en su cabello, trazando líneas en su pecho – pero otras partes eran tan nuevas. Él era algo nuevo. Era una experiencia totalmente diferente, Edward besándome tan intrépidamente, tan energéticamente. Respondí a su intensidad, y de repente nos estábamos cayendo.“Oops,” dije, y se rió debajo de mí. “No fue mi intensión irme encima de esa manera. ¿Estás bien?”Edward acarició mi rostro. “Ligeramente mejor que bien” y luego una expresión perpleja cruzó su rostro. “¿Renesmeé?” preguntó inciertamente, tratando de averiguar lo que yo quería más en ese momento. Una pregunta muy difícil de responder, porque quería tantas cosas al mismo tiempo.Podía decir que él no estaba exactamente contrariado a aplazar nuestro retorno, y fue difícil pensar con su piel rozando la mía – no había mucho que quedara del vestido. Pero mi recuerdo de Renesmeé, antes y después de su nacimiento, se volvía más y más como un sueño para mí. Más probable. Todos los recuerdos que tenía de ella eran recuerdos humanos; un aura artificial los envolvía. Nada se veía real con estos ojos, nada se sentía real con estas manos.Cada minuto, la realidad de aquella pequeña extraña se alejaba.“Renesmeé,” asentí, perezosamente, y me puse sobre mis pies, levantándolo conmigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CAPITULO 25 TRADUCIDO:

Era solo un poco mas tarde cuando Edward me recordo mis prioridades.
Le tomo solo una palabra hacerlo.

- Rennesme...

Suspire. Ella se despertaria pronto. Debian ser cerca de las 7 de la mañana. ¿Estaria ella buscandome? De pronto, algo cercano al panico me congelo. ¿Como se veria ella hoy?
Edward sintio mi total distraccion.
- Todo esta bien, amor. Vistete, y estaremos en la casa en 2 segundos.
Yo probablemente luciera como una caricatura, la manera en que me levante de un salto, luego lo mire - su cuerpo de diamante brillando debilmente en la luz difusa -, luego mire hacia el oeste, donde Rennesme esperaba, luego de vuelta a el, luego hacia donde estaba ella, mi cabeza iba de un lado al otro una media docena de veces en un segundo. Edward sonrio, pero no se rio; el era un hombre fuerte.
- Es todo sobre balance, amor. Eres tan buena en todo esto, no creo que te tome demasiado tiempo poner todo en perspectiva.
- ¿Y tenemos toda la noche, cierto?
El sonrio ampliamente.
- ¿Piensas que soportaria dejar que te vistas ahora si no fuera ese el caso?

Eso deberia ser suficiente para resistir durante las horas de luz. Quisiera equilibrar este deseo abrumador, devastador para poder ser una buena... - Era dificil pensar en la palabra. Aunque Rennesme era muy real y vital en mi vida, aun era dificil pensar en mi misma como una madre. Suponia que otra se sentiria igual sin nueve meses para acostumbrase a la idea. Y con un hijo que crecia en horas.
El pensamiento de la velocidad de la vida de Rennesme me puso nerviosa de nuevo en un instante. Ni siquiera hice una pausa en los ornamentos tallados de la puerta antes de encontrar lo que Alice habia estado haciendo. Yo solo entre de golpe, intentando ponerme lo primero que tocara. deberia haber sabido que no seria tan facil.

- ¿Cuales son mias? - dije entre dientes. Como habia dicho, el cuarto era mas grande que nuestra habitacion. Tal vez mas grande que el resto de la casa puesta junta, pero tenia que pasar eso por alto para ser positiva. Tuve un breve flash mental de Alice tratando de persuadir a Esme para que ignorara las proporciones clasicas y permitiera esta monstruosidad. Me preguntaba como Alice lo habia logrado.
Todo estaba envuelto en bolsas para ropa, pristinas y blancas, fila tras fila tras fila tras fila.
- A mi leal saber y entender, todo excepto este perchero de aqui - el toco una barra que se extendia alo largo de media pared desde la izquierda de la puerta - es tuyo.
- ¿Todo esto? - el se encogio de hombros.
"Alice" dijimos al mismo tiempo. El lo dijo como un explicacion; yo en cambio lo dije como si fuera un improperio.
- Bien. - masculle, y abri el cierre de la bolsa mas cercana. Gruñi bajo mi respiracion cuando vi la bata de seda, color rosa bebe.

¡Buscando algo normal para vestir todo el dia!

- Dejame ayudar. - ofrecio Edward. Olfateo cuidadosamente el aire y entonces siguio alguna escencia hacia la parte trasera de la gran habitacion. Habia una comoda ahi. El olfateo de nuevo, luego abrio un cajon. Con una triunfante sonrisa, saco un par de jeans azules. - Yo revolotee hasta su lado.
- ¿Como hiciste eso?
- Las telas tambien tienen su propia escencia , como todo lo demas.
El siguio a su nariz hacia la mitad de un perchero, descubriendo una camiseta blanca de mangas largas. La lanzo hacia mi.
-Gracias - Dije fervientemente. Inhale cada tela, memorizando su escencia para futuras busquedas. Recorde la seda y el saten; deberia evitar esas.
Le tomo solo segundos encontrar sus propias ropas - si no lo hubiera visto desnudo, hubiera jurado que no habia nada mas hermoso que Edward en sus caquis y con su pulover beige palido - y luego tomo mi mano. Salimos como flechas por el jardin escondido, saltando suavemente sobre el muro de piedra, y atravesando el bosque en una muerta carrera. Yo empuje mi mano libre asi que podiamos volver corriendo. El me gano esta vez.[No entendi muy bien estas ultimas 2 oraciones, si alguien las traduce mejor, estari genial: "I pulled my hand free so that we could race back. He beat me this time."]

Rennesme estaba despierta; sentada en el piso con Rose y Emmett cerniendose sobre ella, jugando con una pequeña pila de plata retorcida. Ella tenia una cuchara destrozada en su mano derecha. Tan pronto me vio a traves del vidrio, avento la cuchara contra el suelo - donde dejo una marca grande en la madera - y señalo en mi direccion imperiosamente. Su audiencia rio; Alice, Jasper, Esme, y Carlisleestaban sentados en el sofa, mirandola como si fuera la pelicula mas fascinante.
Yo habia cruzado la puerta antes de que sus risas apenas hubieran comenzado, pasando a traves de la habitacion y recogiendola del suelo en el mismo segundo. Nos sonreimos la una a la otra.
Ella estaba diferente, pero no demasiado. Un poco mas larga de nuevo, sus proporciones cambiando de un bebe a una niña. Su cabello era un cuarto de pulgada mas largo, los rulos rebotando como resortes con cada movimiento. Deje a mi imaginacion correr libre en el viaje de vuelta, y me habia imaginado algo peor que esto. Gracias a mis exagerados temores, estos pequeños cambios eran casi un alivio. Aun sin las mediciones de Carlisle, estaba segura de que los cambios eran mas lentos que ayer.
Rennesme acaricio mi mejilla. Me estremeci. Estaba hambrienta de nuevo.
- ¿Hace cuanto que se desperto? - pregunte mientras Edward desaparecia a traves de la perta de la cocina. Estaba segura de que él iba a por su desayuno, habiendo visto lo que ella pensaba tan claro como lo habia hecho yo. Me pregunte si el podria siempre enterarse de sus pequeñas rarezas, si el seria el unico en conocerla. Para el, probablemente seria parecido a oir a cualquier otro(No se si dice eso exactamente, dejo la frase:"To him, it probably would have seemed like hearing anyone.")
- Desde hace unos pocos minutos - dijo Rose - Te hubieramos llamado pronto. Ella estuvo pidiendo por ti...Demandando podria ser una mejor descripcion. Esme sacrifico su segundo mejor servicio de plata para mantener al pequeño monstruo entretenido. - Rosalie le sonrio a Rennesme con tanto afecto que la critica fue totalmente ingravida. - No quisimos...er, molestarlos.
Rosalie se mordio el labio y alejo la mirada, tratando de no reir. Pude sentir a Emmett riendose en silencio detras mio, haciendo vibrar los cimientos de la casa.
Mantuve mi menton en alto.
- Vamos a tener tu cuarto arreglado muy pronto. - le dije a Rennesme - Te gustara la cabaña. Es magica - Mire a Esme - Gracias, Esme. De verdad. Es absolutamente perfecta.
Antes de que Esme pudiera responder, Emmett estaba riendo de nuevo - no era silencioso esta vez.
- ¿Asi que sigue estando de pie? - se las arreglo para decir entre sus risitas. Yo habia pensado que ustedes dos habian dejado las ruinas por ahora. ¿Que estuvieron haciendo la ultima noche? ¿Hablando de la deuda interna? - bramo con risas.
Rechine mis dientes y me recorde a mi misma las consecuencias negativas que habia tenido ayer dejar a mi temperamento fluir. Desde luego, Emmett no era tan rompible como Seth...
Pensar en Seth me hizo preguntarme.
- ¿Donde estan los lobos hoy? - mire por la pared de vidrio, pero no habia signo alguno de Leah.
- Jacob se fue muy temprano esta mañana - me dijo rosalie, con el ceño un poco fruncido. - Set lo siguio fuera.
- ¿Que hizo que se molestara? - Edward pregunto mientras volvia a la habitacion con el vaso de Rennesme. Debia haber mas en los recuerdos de Rosalie de lo que veia en su expresion.
Sin respirar, le entregue a Rennesme. Super-auto-control tal vez, pero no habia manera en la que yo la fuera a alimentar. No aun.
- No lo se...Ni me interesa - refunfuño Rosalie, pero contesto a la pregunta de Edward mas ampliamente. - él estaba mirando dormir a Nessie, con la boca colgando como el imbecil que es, y entonces salto en sus pies sin nigun tipo de disparador(que yo haya notado) y salio corriendo. Me alegra el habernos deshecho de el. Cuanto mas tiempo pasa aqui, menos posibilidades tendremos de quitar el olor.
- Rose - Esme la reprendio gentilmente. Rosalie revoleo sus cabellos.
- Supongo que no importa. No estaremos aqui mucho mas.
- Yo aun digo qur deberiamos ir directamente a New Hampshire - Emmett dijo, obviamente continuando una conversacion anterior. - Bella ya esta anotada en Darthmouth. No parece que le va a tomar demasiado ser capaz de ir a la escuela. - Se giro para mirarme con una sonrisa burlona - Estoy seguro de que vas a tener las mejores notas... Aparentemente no tienes nada que hacer por las noches ademas de estudiar.
Rosalie rio tontamente.
"No pierdas la calma, no pierdas la calma" Recite para mis adentros. Y entonces yo estaba orgullosa por mantenerme tranquila.
Asi que me sorprendi mucho de que Edward no.
El gruño - un abrupto, raspantesonido - y la furia mas negra cruzo por su expresion como nubes de tormenta.
Antes de que cualquiera de nosotros pudiera responder, Alice estaba de pie.
- ¿Que esta haciendo? ¿Que esta ese perro haciendo que ha borado mi programa del dia entero? ¡No puedo ver nada! ¡No! - me lazo una torturada mirada - ¡Mirate! Necesitas/yo tambien que te muestra como usar tu armario.
Por un segundo yo estaba agradecida por lo que sea que Jacob no estuviera. Y entonces las manos de Edward se cerraron en puños y gruño
- Hablo con Charlie. Piensa que lo esta siguiendo. Viniendo aqui. Hoy.
Alice dijo una palabra que sono muy extraña en su voz de trino, voz de dama, y entonces se puso en movimiento, pasando como un rayo por la puerta trasera.
- ¿Le dijo a Charlie? - jadee - Pero...¿No lo entiende? ¿Como pudo hacer eso? - ¡Charlie no podia saber sobre mi! ¡Sobre vampiros! Eso lo pondria en una posicion en la que ni siquiera los Cullen podrian salvarlo. - ¡No!
Edward hablo a traves de sus dientes.
- Jacob lo esta haciendo a su manera ahora.
Debe haber comenzado a llover al este. Jacob entro en la habitacion sacudiendo su cabello mojado como un perro, tirando gotitas en la alfombra y el sofa donde apenas quedaban pequeñas manchitas grises sobre el blanco. Sus dientes destellaban contra sus oscuros labios; sus ojos estaban excitados y brillaban. Camino con movimientos bruscos, como si estuviera entusiasmado por destruir la vida de mi padre.
- Hey, chicos- nos saludo, sonriendo.
Todo quedo en perfecto silencio.
Leah y Seth se deslizaron detras de el, en sus formas humanas- por ahora; las manos de ambos temblaban con la tension de la sala.
- Rose- dije, sosteniendo mis brazos para fuera. Sin palabras, Rosalie me paso a Rennesme. La presione contra mi inmovil corazon, sosteniendola como si fuera un talisman contra el comportamiento imprudente. La sostendria entre mis brazoshasta estar segura de que mi desicion de matar a Jacob estaba basada totalmente en mi juicio racional en vez de en la furia. Ella estaba muy quieta, mirando y escuchando. ¿Cuanto entenderia ella?
- Charlie estara aqui pronto - Me dijo Jacob de manera casual - Solo para alertarlos. ¿Asumo que Alice esta cosiguiendote anteojos de sol o algo?
- Asumes demasiadas cosas. - escupi a traves de mis dientes - ¿QUE.HAS.HECHO?
La sonrisa de Jacob vacilo, pero aun estaba demasiado relajado(wound?) como para responder seriamente.
- La rubia y Emmett me despertaron esta mañana hablando de irse y de cruzar el pais. Como si pudiera dejarlos ir. Charlie es el gran problema aqui, ¿Correcto? Bueno, problema resuelto.
- ¿Te das cuenta de lo que hiciste? ¿El peligro en el que lo pusiste?
Resoplo.
- Yo no lo puse en peligro. Excepto por ti. Peru tu tienes alguna especie de supernatural auto-control, ¿cierto? No tan bueno como leer mentes, si me lo preguntas. Mucho menos excitante.
Edward se movio entonces, cruzo la habitacion como una flecha para detenerse frente a la cara de Jacob. Aunque el era una cabeza y media mas bajo que Jacob, Jacob se alejo de su asombrante ira como si Edward lo dominara.
- Esos es solo una teoria, chucho - dijo gruñendo - ¿Tu piensas que probaremos eso con Charlie? ¿Consideraste el dolor fisico que le estas causando a Bella, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace? ¡Yo supongo que lo que le pase a Bella ya no te concierne a TI! - El escupio la ultima palabra.
Rennesme presiono sus dedos ansiosamente contra mi mejilla, la ansiedad coloreando la repeticion en mi cabeza. Las palabras finales de Edward sortaron a traves del extraño humor electrico de Jacob. Su boca se redujo a un pliegue.
- ¿Bella sentira dolor?
- ¡Como si empujaras un hierro caliente por su garganta!
Me estremeci, recordandoel olor de sangre humana pura.
- No sabia eso. - susurro Jacob
- Entonces tal vez deberias haber preguntado primero.
Edward gruño de nuevo a traves de su dientes.
- Ustedes podrian haberme detenido.
- Tu deberias haber sido detenido...-
- Esto no es sobre mi. - interrumpi. Yo me encontraba muy quieta, manteniendo mi concentracion en Rennesme y en la sanidad - Esto es sobre Charlie, Jacob. ¿Como pudiste ponerlo en peligro de esta manera? ¿Te diste cuenta de que para el ahora es muerte o vida de vampiro? - Mi voz temblaba con lagrimas que mis ojos no podian derramar.
Jacob estaba aun perurbado por las acusaciones de Edward, pero las mias no parecieron molestarlo.
- Relajate, Bella. No le dije nada que ustedes no estuvieran planeando decirle.
- ¡Pero esta viniendo hacia aqui!
- Seh, esa es la idea. ¿No era era dejarlo hacer malas deducciones parte de tu plan?
Mis dedos se flexionarion lejos de Rennesme. Los acerque de nuevo en forma segura.
- Dilo directamente, Jacob. No tengo paciencia para esto.
- No le dije nada sobre ti, Bella. No realmente. Le dije sobre mi. Bueno, "mostrar" seria un mejor verbo.
- Entro en fase frente a Charlie - siseo Edward.
- ¿Tu QUE? - susurre
- Es valiente. Valiente como tu. No salio corriendo, o pego un salto, o algo. Si tengo que decirlo, estoy impresionado. Deberias haber visto su cara cuando comence a quitarme la ropa. No tuvo precio. - Jacob rió.
- ¡Eres absolutamente imbecil! Podrias haberle provocado un ataque al corazon.
- Charlie esta bien. Es duro. Si le das solo un minuto, veras que te hice un favor.
- Tu solo tienes medio, Jacob. - Mi voz era monotona y ferrea. - Tienes 30 segundos para decirme cada palabra antes de que deje a Rennesme con Rosalie y arranque tu miserable cabeza. Seth no sera capaz de detenerme esta vez.
- Jeez, Bells. No solias ser tan melodramatica. ¿Es eso una caracteristica de los vampiros?
- 26 segundos.
Jacob rodo sus ojos y se dejo caer en la silla mas cercana. Su pequeña manada se movio para quedar en sus flancos, no del todo relajados del modo en el que Jacob parecia estar; los ojos de Leah estaban sobre mi, sus dientes ligeramente al descubierto.
- Golpee a la puerta de Charlie esta mañana y le pedi que hiciera una caminata conmigo. Estaba confundido, pero cuando le dije que era sobre ti y que estabas de vuelta en la ciudad, me siguio a los bosques. Le dije que no estabas mas enferma, y que las cosas eran un pco extrañas, pero buenas. El estaba a punto de venir a verte, pero le dije que tenia que mostrarle algo primero. Y entonces entre en fase - Jacob se encogio de hombros. Mis dientes se sentian como si una prensadora estuviera empujandolos juntos.
- Quiero cada palabra, monstruo.
- Bueno, tu dijiste que solo tenia 30 segundos...bien,bien - mi expresion debia haberlo convencido de que no estaba de humor para bromas. - Dejame ver... Volvi de fase y me vesti, y luego de que el empezara a respirar de nuevo, le dije algo como: "Charlie, no vives en el mundo que tu piensas. La buena noticia es, que nada ha cambiado...Excepto que ahora tu lo sabes. La vida seguira por el mismo carril por el que siempre ha ido. Puedes volver ahora a pretender que no crees nada de esto." Le tomo un minuto poner su cabeza en su lugar, y entonces quizo saber pasaba realmente contigo, con toda la cosa de la rara enfermedad. Le dije que habias estado enferma, pero que estabas bien ahora... Solo que habias tenido que cambiar un poco en el proceso de recuperacion. El queria saber a que me referia con 'cambiar', y le dije que ahora te veias mas como Esme que como Renee.
Edward gruño mientras yo miraba con horror; esto estaba marchando en una direccion peligrosa.
- Despues de unos minutos, el pregunto, realmente calmo, si te habias vuelto un animal tambien. Y yo dije "Ella desearia ser tan cool!" - Jacob se rio.
Rosalie hizo un sonido de disgusto.
- Empece a decirle mas sobre los hombreslobo, pero yo ni siquiera dije esa palabra. Charlie me interrumpio y dijo que no queria saber los detalles. Entonces pregunto si tu sabias en lo que te estabas metiendo cuando te casaste con Edward, y yo dije: "Seguro, ella sabe todo sobre esto desde hace años, desde que llego a Forks". No le gusto mucho eso. Lo deje despotricar hasta que lo tuvo fuera de su sistema. Una vez se hubo calmado, el solo quizo 2 cosas. El queria verte, y yo dije que seria mejor que me diera la ventaja inicial para explicar.
Inhale profundamente.
- ¿Cual es la otra cosa que el queria?
Jacob sonrio.
- Va a gustarte esto. Su principal peticion es que se le diga lo menos posible acerca de todo esto. Si no es absolutamente esencial para el saber algo, entonces quedatelo para ti. Necesita saber.
Senti alivio por primera vez desde que Jacob habia llegado.
- Puedo encargarme de eso.
- Aparte de eso, el solo quiere pretender que las cosas son normales. - La sonrisa de Jacob se volvio petulante; debia sospechar que yo iba a comenzar a sentir las primeras debiles agitaciones de gratitud .
- ¿Que le dijiste sobre Rennesme? - Luche para mantener mi voz filosa, contra la reacia apreciacion. Era prematuro. Habia muchas cosas malas con esta situacion. Aun si la intervencion de Jacob acarreara una mejor reaccion en Charlie de lo que yo jamas hubiera esperado...
- Ah, seh. Le dije que Edward y tu habian heredado una pequeña nueva boca que alimentar. - él miro fijamente a Edward - Ella es tu pupila huerfana. Como Bruce Wayne y Dick Grayson. - resoplo Jacob
- No habia pensado que te importara mentir. Es todo una parte del juego, verdad? - Edward no respondio de ninguna manera, asi que Jacob siguio - Charlie estaba demasiado shockeado a este punto, pero pregunto si estaban adoptandola. "¿Como hija? ¿Soy una especie de abuelo?" esas fueron sus palabras exactas. Le dije que si. "Felicidades, abue", y todo eso. Incluso sonrio un poco.
El ardor regreso a mis ojos, pero no por miedo o angustia esta vez. ¿Charlie sonreia a la idea de ser abuelo? ¿Charlie queria conocer a Rennesme?
- Pero ella esta cambiando tan rapido - susurre.
- Le dije que ella era mas especial que todos ustedes juntos - Dijo Jacob con voz suave. Se puso de pie y camino hasta mi lado, deteniendo por señas a Leah y Set cuando empezaron a seguirlo. Rennesme trato de alcanzarlo, pero yo la abraze mas fuerte.
- Le dije "Creeme, tu no quieres saber sobre esto. Pero si puedes ignorar todas las extrañas partes, quedaras sorprendido. Ella es la persona mas increible en todo el mundo." Entonces le dije si podria lidiar con eso, todos ustedes podrian dar una vuelta y darle una chance de conocerla. Pero si eso es demasiado para el, podrian irse. El dijo que mientras nadie inserte demasiada informacion en el, esta de acuerdo.
Jacob me mirocon una media sonrisa, esperando.
- No voy a decir gracias - le dije - Sigues poniendo a Charlie en grave peligro.
- Estoy arrepentido si eso te lastima. No sabia que eso era asi. Bella, las cosas son diferentes para nosotros ahora, pero siempre seras mi mejor amiga y siempre te querre. Pero ahora te quiero de la manera correcta. Finalmente hay balance. Ambos tenemos personas sin las que no podemos vivir. - Sonrio con su sonrisa mas Jacob - ¿Aun amigos?
Intente con todas mis fuerzas resistir, tuve que devolverle la sonrisa. Solo una diminuta sonrisa. El ofrecio su mano: una oferta. Tome una profunda respiracion y puse el peso de Rennesme en un solo brazo. Puse mi mano izquierda en la suya. Ni siquiera se estremecio con el frio de mi piel.
- Si no mato a Charlie esta noche, Considerare perdonarte por esto.
- Cuando tu no mates a Charlie esta noche, me deberas una grande. - Rode mis ojos.
El levanto su otra mano hacia Rennesme, pidiendo esta vez.
- ¿Puedo..?
- En realidad la sostengo de modo que mis manos no esten libres para matarte, Jacob. Tal vez luego.
Suspiro pero no me presiono. Sabio de su parte. Alice volvio por la puerta entonces, sus manos llenas y s expresion prometiendo violencia.
- Tu, tu, y tu - dijo bruscamente, mirando a los licantropos - Si se van a quedar, quedense en la esquina por un tiempo. Necesito ver. Bella, mejor dale el bebe a el, tambien. Necesitas los brazos libres, de cualuier manera. - Jacob sonrio triunfal.
Miedo indisoluble rasgo en mi estomago con una enormidad que estuve a punto de golpearme. Iba a probar mi dudoso auto-control con mi padre humano como si fuera un conejillo de indias.
Las palabras anteriores de Edward se estrellaron en mis orejas de nuevo.
"¿Consideraste el dolor fisico que le estas causando a Bella, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace?"
No podia imaginar el dolor del fracaso. Mi respiracion se convirtio en jadeos.
- Tomala - susurre, deslizando a Rennesme en los brazos de Jacob.
El asintio, arrugando su frente. El hizo gestos a los otros, y luego todos fueron a la esquina lejana de la habitacion. Seth y Jacob se sentaron en el suelo de una vez, pero Leah sacudio la cabeza y fruncio los labios.
- ¿Tengo permiso para irme? - protesto. Miro incomodamente su cuerpo humano, vistiendo la misma camiseta y pantalones sucios de algodon que habia vestido desde el otro dia, su corto cabello hacia arriba en mechones irregulares. Sus manos seguian temblando.
- Por supuesto- dijo Jake.
- Mantente al este para no cruzar tu camino con el de Charlie - Agrego Alice.

Leah no miro a Alice; ella desaparecio por la puerta de atras y se lanzo hacia los arbustos para entrar en fase. Edward estab de nuevo a mi lado, acariciando mi cara.
- Puedes hacer esto. Se que puedes. Te ayudare; todos nosotros lo haremos. - encontre los ojos de Edward con el panico gritando en mi cara. ¿Seria el lo suficientemente fuerte para detenerme si hiciera un movimiento incorrecto?
- Si no creyera que no eres capaz, desapareceriamos ahora. En este instante. Pero tu puedes. Y tu seras feliz si Charlie esta en tu vida.
Trate de reducir mi respiracion. Alice levanto su mano. Habia una pequeña caja en su mano.
- Estos irritaran tus ojos. No los dañaran, pero nublaran tu vision. Es molesto. Tampoco les devolveran su viejo color, pero es mejor que rojo brillante, ¿cierto?
- Ella me lanzó la caja con los lentes por el aire y yo la atrape.

“¿Cuándo…”

“Antes de que te fueras de luna de miel. Yo estaba preparada por si llegaran a hacer falta.
Asentí y abrí la caja. Yo nunca antes había usado lentes de contacto, pero esto no podía ser tan duro. Tomé el pequeño cuarto de esfera marrón, y presioné la parte cóncava en mi ojo. Parpadeé, y una capa interrumpió mi visión. Por supuesto podía ver a través de ella, pero también podía ver la textura de la delgada pantalla.
Mi ojo se mantenía centrado en los microscópicos arañazos y las rugosas secciones.

“veo a que te refieres” murmuré cuando había puesto el otro lente. Traté de no parpadear esta vez. Mis ojos automáticamente querían desalojar la obstrucción.

“¿cómo me veo?”
Edward sonrió “Hermosísima, por supuesto”

“si, si, si, ella siempre se ve hermosísima”, Alice terminó su pensamiento con impaciencia. “es mejor que rojos, pero es el mayor elogio que puedo dar. Marrón confuso. Tu color marrón era mucho más bonito. Ten en cuenta que esto no durara para siempre, el veneno en sus ojos se disuelve en un par de horas, por lo tanto, si Charlie se queda mas tiempo que eso, tendrás que encontrar una excusa para reemplazarlos. Lo cual es una buena idea de cualquier forma, ya que los seres humanos necesitan ir al baño” Ella sacudió la cabeza “Esme, dale un par de indicaciones acerca de cómo ser humana mientras guardo extras lentes de contacto.

“¿cuánto tiempo tengo?”

“Charlie va a estar aquí en un par de minutos, solo lo mas simple”

Esme asintió una vez y luego tomo mi mano. “Lo principal es que no te sientes o te muevas demasiado rápido”, me dijo

“siéntate si el lo hace” Emmett intervino.

“a los humanos no les gusta estar e pie todo el tiempo”

“deja que tus ojos parpadeen y vaguen cada treinta segundos mas o menos” agregó Jasper “los humanos no pueden mirar una sola cosa por tanto tiempo”

“cruza tus piernas durante unos 5 minutos, luego cambia a cruzar los tobillos para los otros 5” Dijo Rosalie.

Asentí una vez con cada sugerencia. Me di cuenta que ellos hacían algunas de estas cosas ayer. Pensé que podría imitar sus acciones.

“y parpadea al menos 3 veces por minuto” me dijo Emmett. El frunció el ceño, entonces el rápidamente volvió al tomar el control del TV. Puso un partido de football universitario y asintió para si mismo.

“mueve tus manos también. Cepilla y acaricia tu cabello hacia atrás o pretende parecer rascarte” dijo Jasper

“Me dijo Esme” Alice se quejo y volteo hacia Jasper “la estas abrumando”

“no, creo que lo tengo todo” dije. “sentarse, mirar alrededor, parpadear, moverme un poco nerviosa”
“Correcto” me aprobó Esme, luego me abrazó.

Jasper frunció el ceño “deberás retener la respiración tanto como te sea posible pero necesitas mover tus hombros un poco, para parecer que estas respirando”

Inhale una vez y asentí otra vez.
Edward me abrazo por mi lado libre “puedes hacerlo” me repetía, murmurando con su aliento en mi oreja.

“2 minutos” dijo Alice “talvez deberías acomodarte en el sofá, has sido afectada por la enfermedad después de todo. De esta manera el no te tendrá que ver moverte después de todo”,

Alice me puso en el sofá. Trate de moverme despacio, hacer mis movimientos mas torpes, ella puso sus ojos en blanco por lo que no debía haber estado un buen trabajo.

“Jacob, necesito a Renesmee” dije

El frunció el ceño sin moverse
Alice sacudió su cabeza “Bella eso no me ayuda a ver”

“pero la necesito para estar en calma” el pánico en mi voz era inconfundible

“OK” gruño Alice “mantenla tan lejos como puedas mientras trato de ver alrededor de ella” ella suspiro algo rara, como si le hubieran pedido que trabajara todo el día un festivo. Jacob suspiró, me trajo mi hija y luego se retiro rápidamente del deslumbramiento de Alice.

Edward tomo asiento a mi lado y puso sus brazos alrededor de nosotras 2. El se inclino y miro a Renesmee con una mirada muy seria.

“Renesmee, alguien especial va a venir a verte a ti y a tu mama” dijo el con voz solemne, como si esperara que ella entendiera cada palabra. ¿Lo haría ella?
Ella lo miro con ojos claros y serios. “pero el no es como nosotros o como Jacob, tenemos que ser muy cuidadosos con el. Tu no puedes decirle a el las cosas como nos las dices a nosotros”

Renesmee toco su rostro

“exactamente” dijo el “y el va a darte sed, pero tu no puedes morderlo. El no sana como Jacob”

“¿ella te puede entender?” murmure

“ella entiende. Serás cuidadosa, cierto Renesmee? Nos ayudaras?”

Ella lo toco de nuevo

“no, no me importa si muerdes a Jacob, eso esta bien”

Jacob se rió entre dientes

“talvez te deberías ir, Jacob” dijo Edward fríamente, evidentemente Edward no había perdonado a Jacob, porque el sabia que sin importar lo que pasara ahora, yo iba a sufrir, pero me encantaría tener la quemadura feliz si eso era lo peor que iba a pasar esa noche.

“le dije a Charlie que estaría aquí” dijo Jacob “el necesita apoyo moral”

“apoyo moral” se burlo Edward “en lo que respecta a Charlie, eres el mas repulsivo monstruo de nosotros”

“repulsivo?” protesto Jake, luego sonrió calmadamente para si mismo

Escuche las llantas afuera, en la tranquila carretera, tierra mojada en el camino de los Cullens. Y mi respiración comenzó de nuevo. Mi corazón debió haber sido martillado, me preocupaba que mi cuerpo no tuviera las reacciones correctas.

Me concentre en los latidos del corazón de mi hija, que me calmaban. Esto funcionó demasiado rápido

“bien hecho, bella” aprobó Jasper

“Edward endureció sus brazos alrededor de mis hombros

“estas seguro?” le pregunte

“si, tu puedes hacer cualquier cosa” me sonrió y me beso

Este no fue precisamente un roce de labios, y mis vampíricos instintos estuvieron fuera de control otra vez. Los labios de Edward eran algo adictivo, una reacción química en mi sistema nervioso. En el instante ya estaba ansiosa, necesito toda mi concentración para recordar que tenia aun la bebe en mis brazos.

Jasper sintió mi cambio de animo “Edward, no quieres distraerla de esa manera justo ahora. Ella necesita concentrarse”

Edward se retiro un poco “Oops”

Sonreí. Esa ha sido mi línea desde el principio, desde el primer beso

“después” dije, y la anticipación se retorció en mi estomago como un balón

“concéntrate Bella” insistió Jasper

“esta bien” y aleje mis aterrorizados sentimientos. Charle, eso era lo mas importante por ahora. Mantener a Charlie a salvo hoy. Tendríamos toda la noche para…”

“Bella!”

“lo siento Jasper”

Emmett sonrió

El sonido de las llantas de Charlie se sentía más y más cerca. El segundo de ligereza paso, y todos estaban aun ahí. Cruce mis piernas y practique mi parpadeo.

El carro estaciono en frente de la casa y espero por un par de segundos. Me pregunte si Charlie estaba tan nervioso como yo. Entonces el motor se apagó y una puerta fue golpeada, tres pasos en la hierba, y a continuación haciendo eco, 8 pasos en las escaleras de madera. 4 pasos mas através del corredor. Silencio. Charlie tomo respiración 2 veces

Knock, Knock, knock.

Inhale el aire por lo que podría ser la última vez. Renesmee se hundió en mis brazos, escondiendo su cara en mi cabello.

Carlisle respondió a la puerta. Su expresión cambio a una de bienvenida, como cambiando el canal de un TV
“hola Charlie” dijo, mirando adecuadamente. Después de todo, nosotros supuestamente estaríamos en Atlanta en el centro de control de enfermedades. Charlie sabía que le había estado mintiendo también.

“Carlisle” Charlie lo saludo tenso “¿Dónde esta Bella?”

“Aquí Papa”
Hugh! Mi voz estaba tan mal. Y use un poco de los suministros de aire. Me sacudí en un rápido reflejo, me alegro que el olor de Charlie no hubiera saturado aun la habitación.

La expresión pálida de Charlie me dijo como estaba mi voz. Sus ojos se ampliaron al verme.
Leí su emoción desplegada en toda su cara.

Shock, incredulidad, dolor, pérdida, miedo, angustia, sospecha, más dolor.

Mordí mi labio. Se sentía divertido. Mis nuevos dientes eran más fuertes contra mi piel de granito que mis humanos dientes contra mis suaves labios humanos.

“eres tu Bella?” suspiro el

“SIP” me sobresalte un poco. “hola papa”

El tomo un profundo respiro constante el mismo.



“Hola Charlie” lo saludó Jacob desde la esquina “ como esta todo?”

Charlie miro con rabia a Jacob, se estremeció como recordando y luego se fijo en mi otra vez.

Lentamente, Charlie caminó por la habitación hasta que estaba a un par pies de donde yo me encontraba. Lanzó un vistazo hacia donde se encontraba Edward y sus ojos se posaron de nuevo en mi. La calidez de su cuerpo me golpeaba con cada latido de su corazón.

Bella? Me preguntó de nuevo

Hablé en voz baja, tratando de mantenerme serena.
Si, soy yo.

Su mandíbula estaba apretada.

Lo siento, papa-

¿Estás bien? Preguntó´

-Realmente bien, Saludable como un caballo

Respiré-

“Jake me dijo que esto fue necesario… cuando estabas muriendo” Pronunció las palabras como si no las creyera.

Pensé unos instantes, me enfoqué en Renesmee, en su calidez, su peso, pensé en el apoyo de Edward y tomé un profundo respiro.

La esencia de Charlie estaba llena de fuego que quemaba directamente a mi garganta. Pero era mucho más que la pena. Estaba cargado de deseo también. Charllie olía deliciosamente, más de lo que hubiera imaginado. Tan parecido a los excurisionistas desconocidos que había encontrado en la cacería. Charlie era una doble tentación- Y apenas estaba a unos metros de distancia. Impregnando el aire con su esencia.

-Pero yo no estaba de cacería. Y él era mi padre.

Edward apretó mis hombros en señal de simpatía y Jacob lanzó una mirada por toda la habitación.

Traté de recuperarme e ignorar la pena y la ansiedad provocada por la sed-

Charlie esperaba mi respuesta.

-Jacob te dijo la verdad.
“Parte de ella” gruñó Charlie

Esperé que Charlie pudiera ver que a través de mi nuevo rostro para encontrar el remordimiento que sentía.
Bajo mi cabello Renesmee olisqueaba la esencia que percibía de Charlie. La apreté contra mi

Charlie se percató de mi angustia y dijo: Oh! Y toda la furia se fue, dejando un profundo shock-
“Esta es ella” Jacob dijo que habías adoptado del orfanato

“Mi sobrina” mintió Edward.
Era evidente que el parecido entre ellos dos era estremecedor como para pasarlo por alto. Mejor decir desde el principio que eran parientes.
-Pensé que no tenías familia” Dijo Charlie de nuevo con tono acusador.

Perdí a mis padres. Mi hermano mayor fue adoptado, como yo.
Nunca le vi después de ello.
Pero la corte me localizó cuando él y su esposa murieron en un accidente en coche, dejando a su única hija huérfana.
Edward era muy bueno haciendo esto- Su voz tenía el tono correcto de inocencia. Necesitaba practicar para sonar como él.
Renesmee salió de mi cabello, respirando de nuevo. Miró a Charlie bajo sus largas pestañas y se escondió otra vez.

“ella… ella es hermosa”
Si, añadió Edward

¡Es una gran responsabilidad, ustedes apenas acaban de casarse”

¿Qué más podía hacer? Edward acarició la mejilla de Renesmee. Vi que por unos instantes tocó sus labios-un recordatorio- ¿Debí negarme a aceptarla?

-
“MM.. veamos” Movió su cabeza-
“Jake dice que la llamaron “Nessie”¿?

No, para nada. Mi voz sonó áspera.
Su nombre es “Renesmee”

Charlié volteó a verme.
¿Y cómo se sienten con respecto a esto?
Quizá Carlisle y Esme puedan__ “

“Ella es mía” Le interrumpí. La quiero

“Charlie frunció el ceño” “Me harás abuelo tan pronto?
Edward sonrió.
Carlisle es abuelo también.

Charlié le tiró una mirada acusadora a Carlisle. Que aun permanecía ante la puerta. Él era una especie de hermanito de Zeus, el hermano guapo.

Charlie resopló y rió.
“Se supone que eso debe hacerme sentir mejor”
Sus ojos se posaron de nuevo en Renesmee.
“>Ella ciertamente es algo que hay que mirar” Su aliento cálido ondeaba en el espacio que había entre nosotros”

Renesmee lo percibió, sacudió mi cabello y le miró por primera vez. Charlié suspiró-

Sabía que estaba viendo él.
Mis ojos-sus ojos- grabados en su perfecto rostro.

Charlie empezó a hiperventilar. Sus labios temblaron y puede ver los números que se reflejaban en ellos. Estaba contando hacia atrás, tratando de ajustar nueve meses. Sin poder encontrarle sentido a la evidencia.

Jacob lo notó y palmeo a Charlie en la espalda. Le dijo algo al oído- Charlie no sabóa que todos podíamos escucharle.

“Necesita saber. Charlie”
Todo está bien, lo juro.

Carlisle tragó y negó. Y entonces sus ojos parpadearon al mismo tiempos que dio un paso más cerca de Edward con los puños apretados.

“No quiero saberlo todo, ya basta de estas mentiras”

Lo siento, dijo Edward. Necesitas saber la versión oficial más que la verdad- Si vas a ser parte de este secreto, la versión oficial es la que cuenta.
Protege a Bella y a Renesme como al resto de nosotros.
Puedes dejarlo así?

-La habitación estaba llena de estatuas” Crucé mis tobillos.

Charlie resopló y volteó a verme
“Pudiste haberme advertido”

“Eso lo habría hecho más fácil?

El parpadeó y cayó al piso. Podía ver el movimiento de la sangre por su cuello bajo la piel. Podía sentir la vibración que emanaba.

Renesmee también podía.
Ella sonrió y extendió una palma sonrosada hacia él. La regresé. Ella extendió la otra hacia mi cuello, hambrienta y con curiosidad hacia Charlie.
Había algo implícito en este movimiento, que me hizo pensar que ella había entendido perfectamente las palabras de Edward. Así que estaba sedienta pero resignada al mismo tiempo.

Oh! Charlie masculló, al ver sus dientes.
¿Cuánto tiempo tiene?

-Tres meses dijo Edward… y agregó: en realidad tiene la talla de un bebé de tres meses, más o menos, Es pequeña en algunos aspectos y mayor en otras.

Deliberadamente Renesmee se agitó hacia él.

-Charlie parpadeó.

Jacob le dio un codazo.
“Te dije que era algo especial”

Charlié respingó por el contacto.

Vamos, Charlie” soltó jacob.
Soy la misma persona que he sido siempre” Pretende que esta mañana, nunca pasó.

El recuerdo hizo que los labios de Charlie se tornaran blancos, negó con la cabeza.
¿Qué papel juegas en todo esto Jake?
¿Qué tanto sabe Billy? ¿Por qué estás aquí? Miró a Jacob, quién resplandecía sólo con mirar a Renesmee.

“Bueno, podría contarte- Billy sabe todo- sin embargo eso implica muchas cosas de los licánt-

Uh” Charlie protestó cubriendose los oídos. “Olvídalo”

Jacob sonrió.
“Todo estará bien Charlie”
Trata de no creer en todo lo que ves”


Mi padre murmuró algo ininteligible.
“Wow” Repentinamente Emmett gritó “Vamos Gators”

Jacob y Charlie saltaron. El resto de nosotros se quedó quieto.

Charlie se recuperó, miró a Emmett sobre el hombro y preguntó “Esta ganando Florida?

-Recién anotaron. Confirmó Emmett. Miró en mi dirección, levantando sus cejas como si fuera un villano en vaudeville. “Pero parece que alguien ya lo hizo aquí”

Contuve el aliento.
¿Enfrente de Charlie? Se estaba pasando de la raya

Pero Charlie pareció no percatarse.
Respiró profundamente, aspirando el aire como si quisiera expulsarlo por la planta de los pies. Le envidié. Se paró, caminó alrededor de Jacob y se dejó caer en una silla.
Bueno, dijo. Veremos si pueden aguantar hasta el final.


TRADUCCION POR SABINA, MIKY_22 Y UNA CHICA QUE NO SE SU NICK ACA

Anónimo dijo...

21. Primera caza.



“¿La ventana?” pregunté.



Nunca antes había tenido miedo a las alturas en si, pero ser capaz de ver todos esos detalles con tal claridad hizo la perspectiva menos atractiva. Los ángulos de las rocas de abajo eran más puntiagudos de lo que hubiera imaginado.



Edward sonrió. “Es la salida más conveniente. Si estás asustada, puedo cargarte.”



“Tenemos toda la eternidad, y ¿estás preocupado por el tiempo que me tomará caminar por la puerta trasera?”



Ligeramente frunció el ceño. “Renesmeé y Jacob están abajo…”



“Oh.”



Cierto. Yo era el monstruo ahora. Tenía que mantenerme alejada de olores que podrían provocar mi lado salvaje. De la gente que amaba en particular. Incluso de aquellos que no conocía todavía.



“¿Renesmeé se…encuentra bien…con Jacob ahí?” susurré. Me di cuenta tarde que debió haber sido el corazón de Jacob el que había oído abajo. Escuché atentamente de nuevo, pero sólo podía oír un pulso. “A él no le gusta mucho.”



Los labios de Edward se apretaron de un modo raro. “Créeme, ella está perfectamente a salvo. Sé exactamente lo que Jacob está pensando.”



“Claro,” murmuré, y miré al piso de nuevo.



“¿Paramos?” me retó.



“Un poco. No se cómo…”



Yo estaba muy conciente de mi familia atrás de mí, mirándome silenciosamente. La mayor parte del tiempo. Emmett ya se había reído entre dientes una vez. Un error, y se estaría revolcando en el suelo. Y luego las bromas acerca del único vampiro torpe del mundo comenzarían…



Además, este vestido-que Alice me había puesto en algún momento en que estaba tan perdida en el bochorno para no darme cuenta-no era lo que yo hubiera elegido para atacar o cazar. ¿Una seda celeste entallada? ¿Para qué pensó que lo necesitaría? ¿Había una fiesta de cocktail después?



“Mírame,” dijo Edward. Y luego, muy casualmente, dio un paso afuera de la ventana, y cayó.



Observé cuidadosamente, analizando el ángulo por el cual torció sus rodillas para amortiguar el impacto. El sonido de su aterrizaje fue muy bajo - un amortiguado ruido que podría haber sido una puerta cerrada suavemente, o un libro colocado en una mesa con delicadeza.

No me pareció difícil.

Apretando mis dientes mientras me concentraba, traté de imitar su casual paso al aire vacío.



¡Ah! La tierra parecía moverse hacia mí tan lentamente que no se me hizo difícil colocar mis pies-¿qué zapatos me había puesto Alice? ¿Tacos aguja? Se había vuelto loca-no fue nada difícil acomodar mis estúpidos zapatos perfectamente, parecía que estuviera caminando en una superficie plana.



Amortigüé el impacto con la parte redonda de mis pies, no queriendo separar mis delgados talones. Mi aterrizaje fue tan tranquilo como el de él. Le dirigí una gran sonrisa.



“Perfecto. Fácil.”



Me devolvió la sonrisa. “¿Bella?”



“¿Si?”



“Eso fue bien elegante – incluso para un vampiro.”



Lo consideré por un momento y luego mostré una sonrisa de oreja a oreja. Si sólo lo estuviera diciendo por decir, entonces Emmett se hubiera reído. Nadie encontró su comentario algo gracioso, entonces debió ser cierto. Era la primera vez que alguien usaba la palabra elegante en mí en toda mi vida… o, bueno, existencia, como sea.



“Gracias” le dije.



Y luego me quité los zapatos de plata satinada uno por uno y los enganché para tirarlos por la ventana abierta. Un poco fuerte, quizá, pero escuché a alguien agarrarlos antes que dañara el revestimiento de la madera.



Alice se quejó, “Su sentido de la moda no ha mejorado nada como su equilibrio.”



Edward tomó mi mano – no podía dejar de maravillarme frente a la suavidad y cómoda temperatura de su piel - y se lanzó al jardín de atrás por el borde del río. Lo pude seguir sin esfuerzo alguno.



Todo lo físico era tan simple.



“¿Vamos a nadar?” le pregunté cuando paramos al costado del agua.



“¿Y arruinar tu lindo vestido? No. Vamos a saltar.”



Apreté mis labios, considerándolo. El río era como cincuenta yardas de ancho.



“Tú primero,” dije.



Acarició mi mejilla, dio dos pasos atrás rápidamente y luego volvió corriendo esos mismo dos pasos, empujándose de una piedra llana encajada firmemente el la orilla del río. Estudié sus rápidos movimientos formaba un arco encima del agua, finalmente dando un salto mortal desapareció entre los gruesos árboles al lado del río.



“Fanfarrón”, musité y escuché su risa invisible.



Retrocedí cinco pasos, sólo porsiacaso, y respiré profundamente.



De repente, estaba ansiosa de nuevo. No porque fuera a caerme o a lastimarme – estaba más preocupada por cuán malogrado quedaría el bosque.



Vino lento, pero podía sentirlo ahora – la cruda y masiva fuerza en mis piernas. De repente estaba segura de que si quería hacer un túnel por debajo del agua, o si quería golpear o agarrar un camino directamente por el lecho de las rocas, no me tomaría mucho tiempo. Las cosas que estaban a mi alrededor – los árboles, los arbustos, las rocas… la casa – habían empezado a verse muy frágiles.



Esperanzada en que Esme no tuviera una preferencia en algún árbol en particular, di mi primer paso largo. Y luego paré cuando el satén apretado se rompió seis pulgadas en mi muslo. ¡Alice!



Bueno, Alice siempre trataba a la ropa como algo desechable, o sea, sólo lo usaba una vez, así que no debería importarle esto. Doblé con cuidado la parte intacta de la parte inferior derecha de la ropa entre mis dedos y, ejerciendo la mínima cantidad de presión posible, rasgué el vestido hasta que se abrió dejando mi muslo expuesto. Luego arreglé el otro lado para que no desentonara.



Mucho mejor.



Podía oír las risas sordas en la casa, e incluso a alguien apretar los dientes. La risa venía del primer y segundo piso, y fácilmente reconocí la gran diferencia, una risita áspera y ronca del primer piso.



¿Así que Jacob también estaba mirando? No pude imaginar lo que estaba pensando ahora, o que estaba haciendo todavía ahí. Yo había previsto nuestro reencuentro – si me pudiera perdonar alguna vez – en algún tiempo lejano en el futuro, cuando estuviera más estable, y el tiempo haya curado las heridas que le hice a su corazón.



No volteé a mirarlo ahora, cautelosa con mis cambios de humor. No sería bueno dejar que cualquier emoción se hiciera demasiado fuerte en mis estados de ánimo. Los miedos de Jasper me tenían al borde también. Tenía que cazar antes de lidiar con cualquier otra cosa. Traté de olvidar todo eso para poder concentrarme.



“¿Bella?” Edward me llamó desde el bosque, su voz se acercaba. “¿Quieres ver de nuevo?



Pero recordé todo perfectamente, claro, no quería darle a Emmett más razones para que encontrara mi educación más graciosa. Esto era algo físico – debe ser instintivo. Así que respiré hondo y corrí por el río.



Libre por mi falda, me tomó sólo un salto largo para alcanzar el borde el agua. Sólo ochenta y cuatro milésimas de segundo, y eso todavía era bastante tiempo - mis ojos y mi mente se movieron tan rápido que un solo paso fue suficiente. Fue simple posicionar mi pie derecho contra la piedra lisa y ejercer la presión adecuada para que mi cuerpo no se vaya volando por el aire. Estaba prestando más atención en dirigir esa fuerza que me equivoqué en la cantidad de poder necesario – pero al menos no me equivoqué el la parte donde me habría mojado. La anchura de cincuenta yardas era una distancia ligeramente fácil.



Fue una cosa extraña, vertiginosa, electrizante, pero pequeña. Tuvo que pasar un segundo entero, y ya había cruzado.



Esperaba que el paquete cerrado de árboles fuera un problema, pero fueron sorprendentemente ayudadores. Fue algo simple el estirar una mano segura mientras caía hacia la tierra adentro en el bosque y agarrarme de una rama conveniente; me balanceé ligeramente en mis pies y aterricé con los dedos, todavía a quince pies de la tierra en una amplia rama de Sitka.



Fue grandioso.



Por encima de sonido de mi risa encantada, pude oír a Edward corriendo para encontrarme. Mi saltó había sido el doble de largo que el de él. Cuando alcanzó mi árbol, sus ojos estaban ensanchados. Con agilidad, salté hacia la rama de su lado, aterrizando en silencio otra vez en la parte redonda de mis pies.



“¿Estuvo bueno?” me pregunté, mi respiración se aceleró con excitación.



“Muy bueno.” Sonrió orgulloso, pero su tono casual no coincidió con la expresión de sorpresa en sus ojos.



“¿Podemos hacerlo de nuevo?”



“Concéntrate, Bella – estamos en una salida de cacería.”



“Oh, cierto.” Asentí. “Cacería.”



“Sígueme… si puedes.” Sonrió abiertamente, su expresión de repente tentadora, y echó a correr.



Él era más rápido que yo. No pude imaginar cómo movía sus piernas con tanta asombrosa velocidad, pero estaba más allá de mí. Pero, yo era más fuerte, y cada paso mío era como tres pasos de él. Y entonces volamos por medio de la red verde viva, juntos, siguiendo a nada. Mientras corría, no pude evitar reírme despacio por la emoción; la risa no me detenía o me desconcentraba.



Finalmente pude entender por qué Edward nunca se chocaba con los árboles mientras corría – una pregunta que siempre había sido un misterio para mí. No era una sensación peculiar, el equilibrio entre la velocidad y la claridad. Puesto que, mientras me disparaba, bajo, y por el laberinto en un grado que debería haber reducido todo a mí alrededor a unas simples manchas verdes, pude ver claramente cada diminuta cosa en esas manchas mientras pasaba.



El viento de mi velocidad sacudía mi cabello y mi rasgado vestido detrás de mi, y, aunque sabía que no debería, se sintió caliente en mi piel. Así como el rudo piso del bosque no debería sentirse como un terciopelo bajo mis desnudas suelas, y así como mis brazos y piernas no deberían sentir que estuviera esquivando suaves plumas en vez de ramas.



El bosque no estaba tan vivo como pensaba – pequeñas criaturas cuyas existencias nunca hubiera adivinado abundaron en las hojas a mi alrededor. Todas continuaron silenciosas después que pasamos, su respiración rápida con miedo. Los animales tenían una reacción mucho más sabia a nuestro olor que las personas humanas. Seguramente había tenido un efecto contrario en mí.



Seguí esperando para sentirme ventilada, pero mi respiración llegó sin esfuerzo alguno. Esperé el momento en que comenzarían a quemarme los músculos, pero mi fuerza sólo parecía incrementarse mientras me acostumbraba a mis grandes pasos. Mis sobresaltados huesos se estrechaban más y más, y en un momento él trataba de mantener mi ritmo. Me reí de nuevo, exuberantemente, cuando lo escuché quedándose atrás. Mi pie desnudo empezó a tocar el suelo rara vez que parecía que estuviera volando.



“Bella” llamó secamente, su voz incluso, ociosa. No pude oír nada más; se había detenido.



Brevemente lo consideré un motín.



Pero, con un suspiro, giré y salté tranquilamente a su lado, unas cien yardas atrás. Lo miré expectante. Él estaba sonriendo, con una ceja levantada. Era tan hermoso que sólo pude quedarme mirando.



“¿Querías quedarte en el país?” preguntó divertido. ¿O planeabas continuar hasta Canadá esta tarde?”



“Así está bien”, asentí, más concentrada en la manera en que sus labios se movían mientras hablaba que en sus palabras. Fue difícil no distraerse con tantas cosas que podía ver con mis ojos nuevos. “¿Qué estamos cazando?”



“Ahora cierra tus ojos”, murmuró. Cuando obedecí, él levanto sus manos hacia mi rostro, apretando mis mejillas. Sentí mi respiración acelerarse y esperé brevemente por el rubor de mis mejillas que nunca más llegaría.



“Escucha”, me instruyó Edward. “¿Qué puedes oír?”



Todo, pude haber dicho; su perfecta voz, su respirar, el rozar de sus labios mientras hablaba, el susurrar de los pájaros moviendo sus plumas con el paso del viento, el aleteo de sus latidos, las hojas de arce reunidas a la fuerza, el débil congeniar de las hormigas siguiendo una larga línea en la corteza del árbol más cercano. Pero yo sabía que él se refería a algo más específico, así que dejé que mis oídos escucharan más allá de nosotros, buscando algo diferente a los zumbidos de vida que me rodeaban. Había un espacio abierto cerca de nosotros – el viento tenía un sonido diferente a en medio de ese pasto expuesto - y un pequeño riachuelo con un lecho de rocas. Y allí, cerca del sonido del agua, había un chapotear de lenguas sedientas, el alto rugir de corazones pesados, el fuerte bombear de torrentes de sangre…



Sentí como si las paredes de mi garganta se cerraran.



“Por el arrollo, ¿al noroeste?” pregunté, mis ojos todavía cerrados.



“Si.” Su tono era de aprobación. “Ahora…espera por la brisa de nuevo y…¿qué hueles?”



Mayormente a él - su extraño perfume miel-lilas-y-sol. Pero también el pesado olor a tierra y madera podrida y musgos, la resina de las hojas por siempre verdes, el calor, un aroma casi a nuez de esos pequeños roedores encogidos bajo el árbol. Y luego, saliendo a flote de nuevo, el olor claro del agua, que sorprendentemente no me causó ninguna sensación de sed. Me concentré más allá de agua y encontré el olor que se debió irse con el sonido sediento y el corazón punzante. Otro cálido olor, pesado y fuerte, más fuerte que los otros. Y casi tan pronto como lo sentí, respingué mi nariz.



Se rió entre dientes. “Lo sé – toma tiempo acostumbrarse.”



“¿Tres?” adiviné.



“Cinco. Hay dos más en los árboles atrás de ellos.”



“¿Qué hago ahora?”



Su voz sonó como si estuviera sonriendo. “¿Qué tienes ganas de hacer?”



Lo pensé, mis ojos todavía cerrados mientras escuchaba y respiraba ese olor. Otra batalla de sed empezó en mi conciencia y de repente el calor, ese olor tan fuerte no era del todo desagradable. Al menos sería algo caliente y húmedo en mi boca disecada. Mis ojos se abrieron de repente.



“No lo pienses,” me sugirió mientras bajaba sus manos de mi rostro y daba un paso hacia atrás. “Sólo sigue tus instintos.”



Me dejé llevar por el olor, apenas preocupada por mis movimientos mientras me deslizaba hacia el prado de donde venía el torrente. Mi cuerpo avanzó automáticamente y me puse en cuclillas en el borde de helechos del árbol, vacilando. Pude ver un ciervo grande, dos docenas de puntos adornando sus cuernos, en el borde del agua, y las borrosas sombras de los otros mientras se dirigían hacia el este, adentrándose en el bosque sin prisa.



Me centre en el olor del macho, un punto cálido en su cuello peludo, donde la calentura y el pulso eran más fuertes. Sólo treinta yardas – dos o tres saltos – entre nosotros. Entré en tensión para el primer salto.



Pero mientras mis músculos se preparaban, el viento se levantó, soplando más fuerte ahora, y desde el sur. No me paré a pensar, me lancé fuera de los árboles en un camino perpendicular a mi plan original, asustando a los alces en el bosque, corriendo detrás de una nueva fragancia tan atractiva que no me daba otra opción. Estaba obligada a hacerlo.



El olor me llenó por completo. Estaba con la mente en una sola cosa, preocupada sólo por el olor que tenía que acabar. La sed empeoró, tan dolorosa ahora que confundió todos mis pensamientos y empecé a recordar el ardor del veneno en mis venas.



La única cosa que tenía opción de penetrar mi concentración, un instinto más poderoso, más básico de lo que necesitaba para apagar el fuego - era el instinto de protegerme del peligro. Auto preservación.



De repente estuve alerta por el hecho que había estado siguiendo. El pulso del irresistible olor luchó el impulso de detenerme y defender mi presa. Una burbuja de sonido salió de mi pecho, mis labios se retiraron de su propio acuerdo de exponer mis dientes en alerta. Mi pie bajó su marcha, la necesidad de proteger mi lucha contra el deseo de saciar mi sed.



Y luego pude oír mi victoria de perseguidor, y defensa ganada. Cuando giré, el creciente sonido raspó mi garganta.



El gruñido salvaje que salió de mi boca, fue tan inesperado que me paralizó. Me perturbó y me ayudó a limpiar mi cabeza por un segundo – la sed – la neblina retrocedió, aunque la sed quemara todavía.



El viento se levantó, llevando el olor de tierra húmeda y viniendo directo hacia mi rostro, liberándome del ardor del olor anterior – un olor tan delicioso que sólo podía ser humano.



Edward dudó unos pies atrás, sus brazos levantados cómo si fuera a abrazarme – o detenerme. Su rostro estaba absorto y cauto mientras me congelé, horrorizada.



Me di cuenta que había estado a punto de atacarlo. Con un fuerte tirón, me levanté de mi posición defensiva. Contuve mi aliento mientras volvía a concentrarme, temiendo el poder de la fragancia que arremolinaba desde el sur.



Pudo ver la razón regresando a mi rostro, y dio un paso hacia mí, bajando sus brazos.



“Tengo que irme de aquí”, dije entre dientes, usando todo el aire que tenía.



El asombro cruzó su rostro. “¿Puedes irte?”



No tenía tiempo para preguntarle lo que quiso decir con eso. Sabía que la habilidad de pensar claro duraría sólo el tiempo que pudiera dejar de pensar en…



Rompí a correr de nuevo, directo hacia el norte, concentrada únicamente en el incómodo sentimiento de privación sensorial que parecía ser único responsable de que mi cuerpo careciera de aire. Mi único objetivo estaba lo suficientemente alejado que el olor que completamente perdido. Imposible de encontrar, incluso si cambiaba de parecer…



Una vez más, estaba conciente de que era seguida, pero ahora estaba más sana. Luché con el instinto de respirar – usar los sabores en el aire para asegurarme que era Edward. No tenía que luchar sola; aunque ahora corría más rápido que antes, disparada como una cometa directamente a través del camino que podía encontrar en los árboles; Edward se acomodó a mi paso después de un corto tiempo.



Un nuevo pensamiento cruzó mi mente, y paré en seco, plantando mi pie. Estaba segura de que aquí estaría a salvo, pero contuve mi aliento sólo porsiacaso.



Edward me pasó, sorprendido por mi congelamiento repentino. Dio la vuelta y estuvo a mi lado en menos de un segundo. Puso sus manos en mis hombros y me miró fijamente a los ojos, todavía dominado por el asombro.



“¿Cómo hiciste eso?” exigió.



“Me permitiste golpearte hace un rato, ¿no?” exigí en respuesta, ignorando su pregunta. ¡Y pensé que lo había estado haciendo tan bien!



Cuando abrí mi boca, pude saborear el aire – ya no estaba contaminado, sin rastro alguno del fuerte perfume que me había atormentado. Respiré cuidadosamente.



Él sacudió su cabeza, rehusándose a desviarse de su pregunta. “Bella, ¿cómo lo hiciste?”



“¿Huir? Contuve mi aliento.”



“Pero, ¿cómo te abstuviste de cazar?”



“Cuando viniste detrás de mí… discúlpame por eso.”



“¿Por qué te disculpas? Yo era el que estaba espantosamente cuidadoso. Asumí que nadie estaría muy lejos de aquí, pero debí haber chequeado primero. ¡Un error tan estúpido! Tú no tienes nada de qué disculparte.”



“¡Pero te gruñí!” todavía estaba horrorizada que era capaz de tal blasfemia.



“Claro que lo hiciste. Es algo natural. Pero no puedo entender cómo huiste.”



“¿Qué más podía hacer?” pregunté. Su actitud me confundía - ¿qué quería que hubiese pasado? “Quizá era algún conocido.”



Me asustó con su repentina carcajada, moviendo su cabeza y dejando un eco en los árboles.



“¿Por qué te ríes de mí?”



Por un momento paró, y pude ver de nuevo su rostro cauteloso.



Contrólate, pensé. Tenía que controlar mi temperamento. Como si fuera un licántropo joven en vez de un vampiro.



“No me estoy riendo de ti, Bella. Me río porque estoy en shock. Y estoy así porque estoy completamente maravillado.”



“¿Por qué?”



“No deberías haber sido capaz de hacer algo como esto. No deberías haber sido tan… racional. No deberías haber sido capaz de estar discutiendo esto conmigo tan fresca y calmada. Y, más que cualquier otra cosa, no deberías haber sido capaz de detenerte a medio de una caza con el olor de un humano en el aire. Incluso los vampiros más maduros tienen dificultades con eso – siempre somos muy cuidadosos de donde cazamos para no ponernos tentaciones. Bella, tu comportamiento es como de un vampiro de décadas en vez de días.”



“Oh.” Pero sabía que sería difícil. Por eso estaba tan...en guardia. Esperaba que fuera difícil.



Puso sus manos en mi rostro de nuevo, y sus ojos estaban maravillados. “Que no hubiera dado por ser capaz de ver en tu mente sólo por este momento.”



Emociones tan fuertes. Estuve preparada para la parte sedienta, pero no para esto. Estaba tan segura que no sería lo mismo cuando me tocara. Bueno, la verdad, no era lo mismo.



Era más fuerte.



Deslicé mis dedos en su rostro; deteniéndome en sus labios.



“¿Pensé que no sentiría esto por un buen tiempo?” Mi incertidumbre hizo de las palabras una pregunta. “Pero todavía te deseo.”



Parpadeó en shock. “¿Cómo puedes concentrarte es eso? ¿No estás desesperadamente sedienta?”



Claro que lo estaba, ¡ahora que me lo recordó!



Traté de tragar y luego suspiré, y cerré mis ojos como antes para poder concentrarme. Dejé que mis sentidos descubrieran la variedad que me rodeaba, esta vez estaba tensa, sólo en caso de que me impactara de nuevo ese delicioso olor taboo.



Edward dejó caer sus manos, yo ni siquiera respiraba mientras escuchaba cada vez más lejos en la red verde viva, cernida a través de los olores y sonidos por algo que no saciaría mi sed completamente. Había algo diferente, un débil rastro al este…



Mis ojos se abrieron, pero mi concentración estaba todavía en el olor cortante mientras me volteaba y me lanzaba silenciosamente hacia el este. Parecía que la tierra se levantara casi inmediatamente, me puse en posición de caza y corrí, cerca del piso, entre los árboles mientras era más fácil. Sentí perfectamente a Edward conmigo, deslizándose silenciosamente por el bosque, dejándome a mí, guiar.



La vegetación se dispersaba mientras íbamos costa arriba; el olor a campo y resina se hacía más fuerte, mientras seguía el camino que me había trazado – era un olor cálido, más cortante que el del alce y más atractivo. Unos segundos más y pude oír paso amortiguado del inmenso pie, más ligero que el crujir de unos cascos. El sonido crecía – más en las ramas que en el suelo. Automáticamente entré como una flecha entre las ramas, ganando una posición estratégica, a mitad de camino de un abeto de plata alto.



El sonido de las patas ahora estaba debajo de mí; el fuerte olor estaba muy cerca. Mis ojos señalaban cada movimiento con el sonido, y vi el gran gato escabulléndose a lo largo de una amplia rama de pincea, abajo y a la izquierda de la mía. Era grande – fácil cuatro veces yo. Sus ojos estaban absortos debajo de él; el gato estaba cazando también. Capté el olor de algo más pequeño, suave a lado del aroma de mi presa, agachado bajo el árbol. La cola del león tiró espasmódicamente cuando se dispuso a saltar.



Con una luz enlazada, salté y aterricé en la rama del león. Él sintió que la madera tembló y giró, gruñendo desafiante. Cortó el espacio entre nosotros, sus ojos brillaban de furia. Medio loca con la sed, ignoré los colmillos expuestos y las garras y me lancé hacia él, cayendo los dos al suelo forestal.



No fue tanto una pelea.



Sus garras filudas fueron como suaves dedos al momento que tocó mi piel. Sus dientes no encontraron nada que arrancar en mis hombros y en mi garganta. Su peso no era nada. Mis dientes infaliblemente buscaron su garganta, y su instintiva resistencia era lastimosamente débil a comparación de mi fuerza. Mis mandíbulas se cerraron fácilmente en el punto preciso donde se concentraba el flujo del calor.



Fue como morder mantequilla. Mis dientes eran como navajas de acero; cortaron la piel y la grasa como si no estuvieran ahí.



El sabor no era el correcto, pero la sangre era caliente y húmeda y esto calmó la desigualdad, la sed picante cuando bebí con prisa impaciente. Los esfuerzos del gato por liberarse fueron cada vez más débiles y sus gritos se ahogaron con un gorjeo. La calentura de la sangre irradió por todo mi cuerpo, quemando la punta de mis dedos y pies.



El león estuvo terminado antes que yo lo hiciera. La sed flameó de nuevo cuando Edward corrió hacia mí, y yo empujé el cadáver en repugnancia. ¿Cómo podía seguir sedienta después de eso?



Me erguí en un rápido movimiento. Parada, me di cuenta que estaba hecha una porquería. Retiré mi rostro atrás de mi brazo y traté de arreglar el vestido. Las garras que habían sido ineficaces contra mi piel, tuvieron más éxito con el delgado vestido.



“Hmm,” dijo Edward. Levanté la mirada para verlo descansando casualmente en el tronco de un árbol, mirándome pensativamente.



“Creo que pude haberlo hecho mejor.” Estaba totalmente sucia, mi cabello enredado, mi vestido manchado con sangre y rasgado. Edward no regresaba de cacería luciendo así.



“Lo hiciste perfectamente bien,” me aseguró. “Es sólo que… fue mucho más dificultoso ver para mí de lo que había pensado.”



Levante mis cejas, confundida.



“Va contra el punto,” me explicó, “dejarte luchar con leones. Tuve un ataque de ansiedad todo el tiempo.”



“Tonto.”



“Lo sé, los viejos hábitos nunca mueren. Aunque, me gusta los arreglos de tu vestido.”



Si hubiera podido sonrojarme, lo habría hecho. Pero cambié el tema. “¿Por qué todavía estoy sedienta?”



“Porque eres joven.”



Suspiré. “Y supongo que no hay otro león cerca.”



“Pero hay muchos ciervos.”



Hice una mueca. “No huelen tan bien.”



“Herbívoros. Los carnívoros huelen casi como los humanos,” me explicó.



“No tanto como los humanos,” le dije en desacuerdo, tratando de no recordar.



“Podemos regresar.” Dijo solemnemente, pero había sombras bajo sus ojos. “Quienquiera que estuviera ahí, si eran hombres, probablemente no les importaría morir si tú fueras el que los entretiene.” Su mirada bajó hacia mi rasgado vestido de nuevo. “De hecho, pensarían que estaría listos para morir e ir al cielo en el momento que te vieran.”



Volteé los ojos. “Vamos a cazar algún apestoso herbívoro.”



Encontramos una gran manada de ciervos en el camino de vuelta a casa. Esta vez, cazamos juntos, ahora ya había conseguido hacerlo mejor. Cacé un ciervo más o menos grande, haciendo casi tanta basura como había hecho con el león. Edward había terminado con dos cuando yo recién terminaba con el primero, sin un solo pelo desordenado, ni una mancha en su camisa blanca. Perseguimos a la manada dispersada y aterrorizada, pero en vez de alimentarme, esta vez, me concentré en analizar con cuidado cómo él era capaz de caza con tanto esmero.



Todas las veces que deseé que Edward no tuviera que dejarme cuando iba a cazar, estaba en secreto, un poco aliviada. Ya que estaba segura que ver esto sería horroroso, aterrorizante. El verlo cazar finalmente lo hizo ver como un vampiro para mí.



Claro, había mucha diferencia desde esta perspectiva, ahora yo era un vampiro. Pero dudé que incluso mis ojos humanos hubieran perdido la belleza aquí.



Fue una experiencia sorprendentemente sensual ver a Edward cazando. Sus saltos relajados fueron como el arrastrar sinuoso de una serpiente; sus manos estaban tan seguras, tan fuertes, tan completamente inevitables; sus labios eran perfectos cuando se separaron dejando ver sus relucientes dientes. Era glorioso. Sentí una repentina sacudida de orgullo y deseo.



Él era mío. Nada podía separarnos ahora. Era demasiado fuerte como para ser separada de su lado.



Lo hizo muy rápido. Se volteó y me miró curiosamente mientras exploraba mi expresión.



“¿Ya no tienes sed?” preguntó.



Encogí los hombros. “Me distrajiste. Eres mucho mejor que yo.”



“Siglos de práctica.” Sonrió. Sus ojos eran desconcertantemente dulces con una sombra de oro miel.



“Sólo uno,” lo corregí.



Edward se rió. “¿Terminaste por ahora? ¿O quieres continuar?”



“Ya terminé, creo.” Me sentí llena. No estaba segura de cuánto líquido podría entrar en mi cuerpo. Pero el ardor de mi garganta ya estaba algo calmado. Y luego, de nuevo, yo sabía que la sed era sólo una inevitable parte de esta vida.



Pero valía la pena.



Me sentí controlada. Quizá mi sentido de la seguridad era falso, pero me sentí muy bien por no haber matado a nadie hoy. Si tan solo pudiera resistirme totalmente a los humanos, ¿sería capaz de soportar el olor del hombre lobo y a la pequeña medio-vampiro que amaba?



“Quiero ver a Renesmeé,” dije. Ahora que mi sed estaba saciada (casi totalmente), mis primeras preocupaciones fueron difíciles de olvidar. Quería reconciliar la extraña que era mi hija con la criatura que amaba hace tres días. Era raro, se sentía mas no tenerla adentro de mí. Abruptamente, me sentí vacía e inquieta.



Edward estiró su mano hacia mí. La tomé, y sentí su piel más caliente que antes. su mejilla estaba débilmente sonrojada, las sombras bajo sus ojos se habían borrado.



Era incapaz de acariciar su rostro otra vez. Y otra vez.



Olvidé a medias que esperaba una respuesta a mi petición mientras miraba fijamente a sus dorados ojos.



Fue casi tan difícil como había sido huir del olor de la sangre humana, pero de alguna manera tuve la necesidad en mi cabeza de ser cuidadosa, cuando estiré en la punta de mis dedos y enrosqué mis brazos a su alrededor. Gentilmente.



Él no vacilaba en sus movimientos; sus brazos rodearon mi cintura y me estrechó contra su cuerpo. Sus labios aplastaron los míos, pero se sintieron suaves. Mis labios ya no se amoldaron a los suyos; ahora ya tenían su propio lugar.



Como antes, fue como su el toque de su piel, de sus labios, de sus manos, penetraban directamente a través de mi lisa, y dura piel hasta mis nuevos huesos. Directamente al centro de mi cuerpo. No podía imaginar amarlo más de lo que lo hacía ahora.



Mi antigua mente no hubiera sido capaz de aguantar tanto de su amor. Mi antiguo corazón no hubiera sido lo suficientemente fuerte como para soportarlo.



Quizá esta era la parte de mí que había salido a relucir con más intensidad en mi nueva vida. Como la compasión de Carlisle y la devoción de Esme. Quizá nunca sería capaz de hacer algo interesante o especial como Edward, Alice, y Jasper hacen. Quizá sólo amaría a Edward más que cualquiera en la historia del mundo hubiera amado a alguien.



Podía vivir con eso.



Recordé partes de esto – enroscando mis dedos en su cabello, trazando líneas en su pecho – pero otras partes eran tan nuevas. Él era algo nuevo. Era una experiencia totalmente diferente, Edward besándome tan intrépidamente, tan energéticamente. Respondí a su intensidad, y de repente nos estábamos cayendo.



“Oops,” dije, y se rió debajo de mí. “No fue mi intensión irme encima de esa manera. ¿Estás bien?”



Edward acarició mi rostro. “Ligeramente mejor que bien” y luego una expresión perpleja cruzó su rostro. “¿Renesmeé?” preguntó inciertamente, tratando de averiguar lo que yo quería más en ese momento. Una pregunta muy difícil de responder, porque quería tantas cosas al mismo tiempo.



Podía decir que él no estaba exactamente contrariado a aplazar nuestro retorno, y fue difícil pensar con su piel rozando la mía – no había mucho que quedara del vestido. Pero mi recuerdo de Renesmeé, antes y después de su nacimiento, se volvía más y más como un sueño para mí. Más probable. Todos los recuerdos que tenía de ella eran recuerdos humanos; un aura artificial los envolvía. Nada se veía real con estos ojos, nada se sentía real con estas manos.



Cada minuto, la realidad de aquella pequeña extraña se alejaba.



“Renesmeé,” asentí, perezosamente, y me puse sobre mis pies, levantándolo conmigo.